MENSAJE A LAS JUVENTUDES DE AFRO AMERICA
maurici184 de Diciembre de 2013
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MENSAJE A LAS JUVENTUDES DE AFRO AMERICA: LA IMPORTANCIA DE LA LIBERACIÓN DE NUESTRAS MENTES!
UBUNTU fue parte organizativa de la Cumbre Mundial de Juventud Afrodescendiente, celebrada en Costa Rica del 5 al 7 de octubre de 2011. Este hecho marca un hito en el marco del movimiento afrodescendiente de las Américas. Por primera vez, un grupo de jóvenes, agrupados en el Círculo de Juventud Afrodescendiente de las Américas, organizaron un encuentro de, por y para las juevntudes afrodescendientes a nivel mundial. Esto habla de un ejercicio de autonomía y un empoderamiento que sólo es posible gracias a nuestros ancestros, a la sabiduría de un movimiento incansable en su lucha y que a lo largo de la historia ha resistido y se ha reinventado, mirándose al espejo para evolucionar, no repetir errores pasados y dejar mejores días para los que vendrán. Estamos orgullosas de haber formado parte de esa iniciativa y queremos compartir junto con ustedes uno de los puntos más altos y emotivos de las programación. Ese momento fue el mensaje realizado por el Dr. Quince Duncan*, más allá de algunas críticas "feministas" este mensaje constituye un avance, nos faltan muchos pasos y nos falta mucho camino por delante, pero es lindo saber que nuestros pasos vienen de lejos y estamos contribuyendo para que sigamos caminando como comunidad en el futuro.
Juventudes afrodescendientes: Reivindicando el pasado, protagonizando el presente y construyendo el futuro**
MENSAJE A LAS JUVENTUDES DE AFRO AMERICA.
Quince Duncan
Conferencia dada a la Cumbre de la Juventud Afrodescendiente en San José Costa Rica, el 05/10/2011
Juventudes de Afro América, hay un documento sobre la esclavitud que se conoce como el discurso de Willie Lynch, un supuesto esclavista del Caribe que según la tradición fue invitado al Sur de los Estados Unidos para aconsejar a los esclavistas sobre cómo tratar a los negros. El documento ha sido puesto en duda por historiadores tradicionales, sobre todo porque utiliza un vocabulario que no existía en la época atribuida a Willie Lynch.
Pero independientemente de su autenticidad u origen, quien quiera que lo haya escrito, evidentemente tenía una visión clara de lo que hemos experimentado como comunidades negras durante siglos.
En lo medular Willie Lynch decía lo siguiente:
LA DESCONFIANZA ES MÁS FUERTE QUE LA CONFIANZA Y LA ENVIDIA MÁS FUERTE QUE LA ADULACIÓN, el respeto y la admiración. Los esclavos negros después de recibir este adoctrinamiento desempeñarán y pasarán (…) a ser capaces de autorreproducirse por cientos de años, quizás miles. No olvide que debe enfrentar al negro viejo contra el negro joven, y el negro joven contra el negro viejo. Debe oponer a los esclavos de piel oscura contra los esclavos de piel clara (…) debe usar las mujeres contra los varones y los varones contra las mujeres. Y deber tener entre ellos agentes y supervisores blancos que desconfían de todos los negros.
Por otra parte tenemos la Canción de Bob Marley
Old pirates, yes, they rob I;
Sold I to the merchant ships,
Minutes after they took I
From the bottomless pit…
Emancipate yourselves from mental slavery;
None but ourselves can free our minds.
Won’t you help to sing
These songs of freedom? -
Viejos piratas que me robaron/y me vendieron a los barcos mercaderes/minutos después de sacarme/del fondo de la bodega (..) Emancípense de la esclavitud mental/nadie más que ustedes pueden liberar sus mentes… /¿no quieren ayudar a cantar/estas canciones de libertad?
Juventudes de Afro América, la lucha contemporánea les corresponde. Les corresponde derrotar a Willie Lynch, es decir, derrotar al racismo, derrotar la división y asumir el desafío al que nos llama el poeta-cantor: liberar sus mentes de la esclavitud mental.
En ese sentido, Juventudes de Afro América, quiero señalar cuatro pasos importantes para pasar del sueño a la realidad.
1. Hay que recuperar una noción crítica de la comunidad ancestral.
2. Hay que restituir la horizontalidad de nuestras relaciones de género.
3. Hay que mantener la autonomía de nuestra lucha.
4. Hay que defender a toda costa nuestra integridad mental.
Recuperación crítica de la noción de comunidad ancestral
La comunidad ancestral de la cual les hablo, está constituida como lo señala el pueblo Ashanti: de los ancestros, de los vivientes y de los que han de venir. Tenemos que entender que somos parte de un todo, que se extiende en el espacio y en el tiempo.
En ese sentido, nos une un origen común. La gran mayoría de nuestros ancestros africanos, vinieron de una cultura muy similar, de una región geográfica, de un área cultural con enormes semejanzas culturales.
También nos une, la común experiencia de nuestros ancestros africanos y afrodescendientes con la esclavización. Nuestros ancestros fueron arrancados a la fuerza de su territorio, despojados de su humanidad, sometidos a la más cruel y prolongada barbarie que ha azotado a la humanidad. Porque la esclavitud trasatlántica fue eso, un crimen de lesa humanidad, que implicó la cosificación de los seres humanos que en la legislación y en la cultura occidental, pasaron a ser enlistados junto a las bestias de carga y el mobiliario.
Nos une también la lucha heroica de nuestros antepasados, que resistieron en el Africa –loas a Nyzinga Mvande, loas a Shaka Zulu, loas a la comunidad africana que resistió a como pudieron, con sus armas artesanales y su valor infinito. Egregia la lucha de los que resistieron en América, palmas a Yanga de México, palmas a Benkos Biojo de Colombia, palmas a Illescas del Ecuador. Nos une la lucha heroica de los que jamás creyeron la vetusta historia de nuestra deshumanización.
Nos une nuestra común experiencia con las castas, que nos dividió por el grado de melanina en nuestra piel. Como lo señalaba el autor de la carta de Willie Lynch, los de piel clara contra los de piel negra, los de piel negra contra los de piel clara. Las castas, un sistema estructurado deliberadamente para dividirnos. El Tercer Código, liberado en Santo Domingo, intentó institucionalizar de manera definitiva el sistema de “castas” y establece una clara segregación entre ellas. La ley Nº 1 del Capítulo Tercero señala la intención cuando dice: es muy explícito. Dice al efecto:
“Dividiremos su población. Primeramente en negros esclavos y libres y estos en negros y mulatos o pardos”.
Pueden ver, estimados jóvenes que esa fue la práctica de la filosofía de Willie Lynch en el mundo iberoamericano.
El sistema de castas nos nos dejó mucha basura, como eso del pelo bueno y el pelo malo, como eso de las facciones finas, como eso de levantar el color. Pero nuestros tatarabuelos y tatarabuelas se levantaron por encima de las castas, para reconstruir su cultura y recuperar su africanidad, se levantaron para seguir construyendo su espiritualidad, su música, sus danzas, sus prácticas culinarias.
Nos une también nuestra común experiencia con el racismo real doctrinario. Esa doctrina que se inventó para justificar el colonialismo. Esa doctrina que no es natural, no viene de la otredad. Esa doctrina que no es consubstancial al ser humano, como nos lo han querido hacer creer. El racismo real y doctrinario se inventó de manera perversa para dominar la mente, para justificar el pillaje, para subordinar a las masas colonizadas. Y no lo inventaron ignorantes. Se creó en la Iglesia: en el sector católico el Papa Urbano IV decretó esclavitud perpetua para los africanos y sus descendientes y en el sector evangélico un Inspector de Misión decía que en la piel negra del bosquimano de Papua solamente veía “las características del hombre primitivo, distorsionado y materializado por el pecado”.
Sí, en la forja del racismo, participaron algunas de las mentes más brillantes de Europa. Linneo en su Systema Naturae de 1758, Pieter Camper desarrollando su pseudociencia llamada cranografía, según la cual medía el ángulo craneal de los africanos para compararlos con los europeos, intentando demostrar científicamente por su tamaño y forma las supuestas diferencias en cuanto a capacidad intelectual. Nómbrelos: Voltaire, Hegel, David Hume, todos tocan la misma música de la supuesta superioridad blanca y la supuesta inferioridad negra. En el Caribe Edward Long, sostenía sin ambages el criterio de que los negros en general carecen de inteligencia mientras que en la América del Norte surgía la tesis del infantilismo crónico e incurable del negro propulsado entre otros por John Caldwell Calhoun. Y en Nuestra América del Sur, el psiquiatría José Ingenieros, afirmaba que “Los hombres de raza de color no deberán ser política y jurídicamente nuestros iguales; son ineptos para el ejercicio de la capacidad civil y no deberían considerarse personas en el concepto jurídico y Carlos Bunge afirmaba que el africano tenía una capacidad de pensamiento y de trabajo menor que la europea.
Pero a fe que nuestros tatarabuelos nunca se tragaron el cuento. A escondidas, muchos de ellos aprendieron a escribir y dejaron evidencia de que nunca perdieron su dignidad, su garbo. José de San Martín el libertador de Argentina afirmaba que “El mejor soldado de infantería que tenemos es el negro y el mulato”. Durante siglo y medio los maestros arquitectos de la familia afroguatemalteca de apellidos Porres construían la Iglesia de Esquipulas, la Catedral de Antigua, la Catedral de León Nicaragua y cuanta obra maestra se construyera en Centro América. Y contemporáneos a Bunge y en América
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