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1° Revolución De La Historia De La Cultura Escrita


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2012  •  1.831 Palabras (8 Páginas)  •  743 Visitas

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Comparación la biblioteca de Alejandría y las organizadas durante la época imperial romana.

El prestigio intelectual del mundo griego, se debió al legado de las bibliotecas helenísticas, de las cuales, la de Alejandría y Pérgamo fueron las más célebres.

La biblioteca de Alejandría llegó a ser la biblioteca más grande de la antigüedad y el prestigio de los sabios de todo el mediterráneo estuvo preservado dentro de sus paredes.

El carácter colosal de la biblioteca de Alejandría, no necesariamente significaba que albergara en su interior gran cantidad de títulos, en Alejandría el texto se presentaba todavía bajo la forma de rollos, pero la biblioteca disponía en realidad, de una cantidad de obras mucho menor, puesto que una sola obra podía ocupar diez, veinte y hasta 30 rollos. Sólo el catálogo de la biblioteca estaba compuesto por ciento veinte rollos.

En la biblioteca alejandrina, el estudio de los textos escritos, su control, transcripción y comentario produjo la reducción de las obras literarias. Estas producciones se remitían a una lectura de amplios y sólidos conocimientos. Es decir los libros tenían una función investigadora, se hacían comentarios sobre diversos textos o tratados sobre diferentes disciplinas.

La biblioteca de Alejandría fue el “arquetipo de las grandes bibliotecas helenísticas” por ser universal y racional: se consideraba universal debido a que su función era la conservación de libros de todas las épocas y racional, debido a que los libros se encontraban organizados según su autor, obra o contenido. Estas características constituyeron un sistema de titulación y signos para dividir los textos (los parágrafos y guiones), técnicas que propiciaron la creación de grandes bibliotecas.

Por otra parte pese a sus grandes dimensiones las viejas bibliotecas helenísticas no alojaban una gran cantidad de títulos. En Alejandría el texto se presentaba todavía bajo la forma de rollos. Con más de quinientos mil rollos, la biblioteca de Alejandría disponía en realidad, de una cantidad de obras mucho menor, puesto que una sola obra podía ocupar diez, veinte y hasta 30 rollos, Sólo el catálogo de la biblioteca estaba compuesto por ciento veinte rollos.

Por otra parte, las grandes bibliotecas helenísticas no eran bibliotecas de lectura eran, manifestaciones de poder . Es decir que el libro al igual que las joyas o cualquier otro elemento suntuario, en algunos casos a manera de estatus solo se iban acumulando como forma de ostentación.

En cuanto a Roma, durante la época imperial se crearon grandes bibliotecas con sus correspondientes secciones: latina y griega.

Como la creación de bibliotecas imperiales se disparó en Roma, se creo el cargo de “procurator bibliothecarum”, - algo así como el director general de bibliotecas- , pero más que nada en la época imperial romana hacia el siglo I a.C, prosperan las colecciones privadas de la que es posible que todos los personajes poseedores de fortuna tuvieran una.

Roma heredó de los griegos los “modos de estructuración física”. Pero a diferencia de la cultura griega, en la romana, los usos de la cultura escrita solo llegaban hasta las manos de la casta sacerdotal y de las clases dominantes. Posteriormente se extendió un poco más el uso de los libros hacia las demás castas, libros que sin duda habían sido heredados de la cultura griega. Como antes habíamos dicho, los libros habían comenzado a constituir colecciones privadas, y por esto seguían siendo elementos demostrativos de poder, en la cultura romana entre las clases acomodadas, se dice que los libros son destinados para el embellecimiento de las paredes. Incluso los libros constituían parte del botín de guerra en muchos casos.

Aunque según Chartier no se conoce realmente la función de las bibliotecas públicas en Roma, el presume que estaban abiertas al público en general y que seguramente habría una operación selectiva de obras, registradas por el estado para enaltecer o difamar, las figuras de ciertos funcionarios.

La época imperial dejó como legado un difusión mayor de la cultura y de no haber adquirido de los griegos el gusto de coleccionar obras escritas, una parte esencial de ellas se habrían perdido para siempre.

Prácticas de lectura y escritura en la transición del rollo al códice.

Debemos tener en cuenta lo mencionado por Chartier: las formas producen sentido y un texto esta revestido de significado y un estatuto, cuando cambian los soportes que le proponen a la lectura. Toda historia de la lectura es, pues, necesariamente una historia de los objetos escritos y las palabras lectoras .

Es por eso que se torna tan importante el cambio del rollo al códice en las prácticas de lectoescritura, que evoluciona la manera de relacionarse el escritor y el lector con el texto al cual le dan sentido.

Este cambio se produce en respuesta de una demanda mas extensa de lectura a partir del S II d. C., en Roma por herencia grecolatina

En cuanto a la lectura. En una fecha que podría datarse muy cercana al siglo I d.C, el cambio en el uso de códice -que había sido reemplazando por el uso del rollo- posibilitó en primera medida, recuperar partes del texto que, anteriormente iban quedando tapadas, a medida que avanzaba la lectura del rollo, haciendo que se pierda la posibilidad de una vuelta atrás para la revisión de ideas. El códice, una invención netamente romana, posibilitó que se pudieran rever las ideas, y a su vez permitió una lectura fraccionada, cosa que era imposible de realizar en los volúmenes.

El códice ya mostraba características cercanas al formato de libro como hoy conocemos, eran folios, hojas de pergamino. Tenía su éxito asegurado por su coste mucho menor, ya que el soporte material se utilizaba

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