Absolutismo

ABSOLUTISMO

El absolutismo monárquico fue el régimen político que se caracterizó por el poder ilimitado del rey durante la Edad Moderna europea, sobre todo durante los siglos XVI y XVII. El rey recuperó el poder que había cedido en la Edad Media a los señores feudales, y contra él se levantó la burguesía durante la Revolución Francesa de 1789, que sentó los cimientos del sistema democrático.

Desde fines de la Edad Media se fue produciendo un proceso de afirmación de la autoridad de los reyes. Este proceso culminó con el establecimiento del absolutismo monárquico, aunque no fue igual en todos los países ni llegaron en la misma época.

El monarca absoluto reunió en su persona todos los atributos de la soberanía:

• Elaboraba las leyes y las hacía cumplir.

• Sometía a los jueces a su autoridad.

• Dirigía la economía.

• Fija los impuestos sin el consentimiento de sus súbditos.

• Controla la Iglesia dentro de sus dominios.

• Formación de un ejército estatal centralizado, integrado mayoritariamente por mercenarios, con nuevo armamento y estrategia militar, o que sofocaba cualquier rebelión interna así como enfrentarse al resto de los estados europeos para obtener un papel hegemónico en Europa.

Surgieron nuevos símbolos de autoridad y de poder: el palacio de Versalles en Francia y el Escorial en España mostraron la grandeza de los monarcas.

FACTORES QUE FAVORECIERON SU ESTABLECIMIENTO

- Enfrentamiento entre nobles y burgueses por su predominio en la sociedad hicieron que el rey fuera el árbitro de estos conflictos. El Rey se apoyó en la burguesía para limitar el poder de los nobles, que mantuvieron los altos cargos en el ejército y la diplomacia. La burguesía le dio préstamos al rey para financiar los gastos del Estado y a cambio recibían títulos nobiliarios y beneficios económicos.

- Deseo de un poder fuerte que restableciese la paz y el orden, debido a los conflictos entre los estados, las revueltas internas y las guerras por motivos religiosos.

- Resurgimiento del Derecho romano que defiende la idea de un rey con poderes ilimitados, cuya voluntad era fuente de ley.

LÍMITES

Aunque en teoría nada ni nadie limitaba el poder del rey absoluto, en la práctica eso no era así.

La extensión del reino, las distancias, las dificultades de las comunicaciones y del transporte unidas a la escasez de funcionarios y la falta de dinero para cubrir los gastos del Estado, hacían imposible el cumplimiento de las órdenes reales.

También fueron límites los principios cristianos en los cuales creían los monarcas; el respeto a las leyes fundamentales del reino, como ser la “ley sálica” en Francia, que establecía que sólo lo hijos varones podían heredar la corona, y algunos derechos de la población, como el respeto a la propiedad privada.

También fue un límite el ascenso de la burguesía como clase predominante y será la que luchará contra el sistema.

La falta de unidad lingüística y jurídica también dificultó el estado centralizado.

LUIS XIV: MODELO CLÁSICO DEL ABSOLUTISMO

Reinó Francia durante 54 años, desde 1661 a 1715.

La idea de una monarquía de origen divino no era nueva en Francia pero él definió en su obra dedicada al príncipe heredero:

- Instaura en Francia un sistema de gobierno personal. El sistema del Ministerio anterior había regularizado las funciones de las instituciones de gobierno y llevó a las cuestiones públicas de los príncipes de sangre. Para afirmar su poder no respeta las funciones de los organismos, los superpone y trata de que rivalicen entre sí.

- Prescinde de la nobleza en los asuntos del estado.

- Ejerce el poder directamente y los príncipes y la reina son descartados.

- Los Ministros ocupan sus cargos por la convocatoria exclusiva del Rey. El Rey trabaja solo con cada uno de ellos. Utilizó 16 ministros durante todo su reinado. Los cargos se acumulan según capricho del rey.

- Cuando el rey por su propia voluntad decidía eliminar algún organismo inadecuado o inconveniente para él, no lo eliminaba, sino que, creaba uno nuevo y le quitaba atribuciones al más antiguo.

- No admitía la representación política de los súbditos ni el contralor financiero realizado por ellos. Los Estados Generales no fueron convocados y se reunirán recién en 1789.

- Los parlamentos, en especial el de París, tenían el derecho de registrar los edictos reales y solicitar enmiendas en los mismos, que consideraban un control sobre las decisiones del rey. El parlamento también era un órgano judicial que atendía las apelaciones de los tribunales locales. Luis XVI limitó esos poderes y exigió registro de sus decisiones, sustituyendo

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