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Para comenzar, puedes seleccionar un hecho interesante sobre el tema e incluirlo en la primera o segunda oración. Esto atrapará la atención de lector al revelar algo que este ignoraba. Alternativamente, puede escribir un breve resumen del tema en las primeras oraciones. No todos los temas tendrán algo impactante con que impulsarlo, así que un breve resumen que guíe a la tesis también es un inicio apropiado.

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Escribe una o dos oraciones de transición. Por ejemplo, si la primera o segunda oración describen un hecho, las siguientes oraciones deben pasar del hecho al meollo del ensayo y a la declaración de la tesis. Si la frase original fue un breve resumen, este puede seguir en las siguientes oraciones, puesto que, en la mayoría de los párrafos, un resumen requerirá más de una oración.

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Sitúa la tesis al final de la introducción. La tesis es la sentencia del trabajo escrito. La tesis declara todos los puntos tratados en el documento en una sola oración corta. Por ejemplo, en un ensayo sobre "Romeo y Julieta" de Shakespeare, la tesis puede declara que "Romeo era un hombre inconstante, pero su amor por Julieta trastocó su naturaleza vacilante." Esto prepara el ensayo para discutir porque es llamado vacilante y porque enamorarse de Julieta le hizo cambiar.

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