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Alvaro Obregon Como Perdio El Brazo


Enviado por   •  3 de Marzo de 2013  •  9.156 Palabras (37 Páginas)  •  2.384 Visitas

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Obregón Salido Álvaro

1880-1928

Hijo del agricultor Francisco Obregón y de Cenobia Salido, nació en la hacienda de Siquisiva, Sonora, el 19 de febrero de 1880, mismo año en que falleció su padre. Perteneció a la clase media provinciana; sus estudios de primaria los realizó en Álamos y en Huatabampo, en una escuela dirigida por su hermano José; además, tuvo tres hermanas profesoras que también se ocuparon de su educación. Posteriormente trabajó como tornero mecánico, y después como jefe del taller del ingenio de Navolato. Por un breve periodo llegó a desempeñarse como profesor, tarea que abandonó para dedicarse a la agricultura en 1904.

En 1905 compró la finca "Quinta Chilla", cerca de Huatabampo, a orillas del río Mayo. Aunque desde principios del siglo XX fue lector del periódico editado por los Flores Magón "Regeneración", no participó en la lucha contra Díaz.

Un año antes se casó con Refugio Urrea, con quien procreó cuatro hijos; sin embargo, en un accidente perdió a su esposa y a dos de sus vástagos en 1907.

En 1909 inventó una máquina cosechadora de garbanzo, la que le brindó cierta prosperidad económica. Cuando estalló la revolución maderista, Obregón se mantuvo al margen. En 1911 inició su participación en la política como candidato perdedor a una diputación, pero después ganó la presidencia municipal de Huatabampo con el apoyo de su hermano José, del presidente interino del pueblo, del gobernador de los mayos y del diputado Adolfo de la Huerta, su amigo.

Al darse la rebelión de Pascual Orozco, esta vez sí ofreció todo su apoyo al gobierno de Madero, por lo que fue nombrado teniente coronel en el 4° Batallón de fuerzas irregulares de Sonora. Operó al mando de trescientos hombres, bajo las órdenes del general Sanginés. Con este grado participó en las batallas de Ojitos, Agua Prieta y San Joaquín, donde empezó a dejar ver sus extraordinarias dotes militares. Tras liquidarse al orozquismo en el estado, regresó a su cargo en el gobierno municipal.

Cuando Victoriano Huerta se apoderó de la presidencia de la República, Maytorena dejó la gubernatura de Sonora para no enfrentar a Huerta y lo sustituyó Ignacio Pesqueira, quien nombró a Obregón, Jefe de la Sección de Guerra con el grado de coronel. Salvador Alvarado, Benjamín Hill y Plutarco Elías Calles se opusieron porque lo consideraron advenedizo, pero quedaron bajo su mando. A partir de entonces empezó a crecer su prestigio militar por sus sucesivas victorias en Nogales, Cananea, Naco y Santa Rosa, tras las cuales fue nombrado general brigadier. Después de triunfar en las batallas de Santa María y San Alejandro, el 20 de septiembre de 1913, Carranza lo designó comandante en jefe del Ejército del Noroeste. El 20 de noviembre siguiente, tomó Culiacán y de ahí en adelante, Obregón fue el apoyo militar de Carranza y la lista de sus victorias fue impresionante, racha que culminó con su entrada triunfal a Guadalajara en julio de 1914. Meses antes, en el mes de mayo, había ordenado el bombardeo desde el biplano Sonora del buque cañonero General Guerrero en Topolobampo, acción de guerra aeronaval que ocurrió por primera vez en la historia militar mundial.

Detenido el avance de Villa por órdenes de Carranza, pese a que con sus “dorados” había terminado prácticamente con el ejército federal en Zacatecas, Obregón apresuró su marcha hacia la capital de la República; el presidente Francisco S. Carbajal le ofreció pactar la rendición, pero Obregón se negó por lealtad a Carranza; siguió su avance por los estados de Michoacán, Guanajuato y Querétaro, y el 13 de agosto de 1914 firmó en nombre del Ejército Constitucionalista el tratado de Teoloyucan, por el que se disolvió el ejército federal y capituló la ciudad de México. El día 15 del mismo mes, Obregón tomó la capital; a su llegada impuso pena de muerte a todo aquel que alterara el orden público y prohibió la venta de bebidas alcohólicas. El día 20, hizo su entrada triunfal al lado de Carranza.

Por órdenes del Primer Jefe, durante varios días cumplió sin éxito la peligrosa misión de tratar de someter a Villa y a Maytorena a la jefatura de Carranza, intento en el que estuvo varias veces a punto de ser fusilado por el enojo que la actitud de Carranza provocaba en Villa. Ante la amenaza de la muerte respondió a Villa: "Desde que puse mi vida al servicio de la Revolución he creído que sería una fortuna para mí perderla. A mí personalmente, me haría usted un favor, porque con la muerte me daría una personalidad que jamás he soñado en tener. El único perjudicado será usted." Por qué, preguntó Villa indignado: "porque sería una derrota sin que tuviera usted el gusto de disparar un tiro". Fue dejado en libertad.

También asistió como delegado a la Convención de gobernadores y generales convocada por Carranza, que se inauguró en la ciudad de México el 1º de octubre de 1914 y continuó en Aguascalientes durante varias semanas más. Destituido Carranza y nombrado presidente Eulalio Gutiérrez por la Convención, el 24 de noviembre Obregón abandonó la capital y el mismo día el general zapatista Antonio Barona entró a Palacio Nacional.

Obregón permaneció leal a Carranza, que estableció su gobierno en Veracruz, y fue nombrado general en jefe de las fuerzas carrancistas contra el gobierno convencionista apoyado por Villa y Zapata. Pero Obregón no sólo preparó la contraofensiva militar contra los convencionistas con el apoyo del general Cándido Aguilar, sino logró que Carranza aceptara dar un giro radical a su causa para restarle base popular a los convencionistas, lo cual se plasmó en las reformas y adiciones al Plan de Guadalupe.

Asimismo, siendo militar, varias veces pidió a Carranza que los militares no figuraran en el gobierno al triunfar la revolución: “Hondamente preocupado por las desgracias que vienen afligiendo a nuestra Patria, desde épocas remotas, en que se iniciara como Republica, he llegado al convencimiento de que el principal origen de todas ellas, han sido las desenfrenadas ambiciones del odioso militarismo, que en estos últimos tiempos ha venido manifestándose con mayor brío en una serie de cuartelazos, asesinatos y traiciones, con que nuestra pobre Patria se exhibe a la faz del mundo como un país irredento, de brutales ambiciosos, que no miden las consecuencias para llegar a ocupar cualquier puesto público que este más al alcance de su jerarquía militar… para demostrar al mundo que el Ejército

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