Arquitectura
MariaFernanda01211 de Septiembre de 2014
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LA BUENA ARQUITECTURA
En este ensayo no deseo apartar ningún tipo de ideal, pero si deseo aconsejar e identificar la buena arquitectura en comparación a la hedonista y la mala arquitectura, la que solo busca una buena impresión, simplemente agradar como si fuera un espectáculo, la arquitectura no es un lujo es arte.
Quiero introducir al tema mediante unos pequeños textos durante el ensayo que forman parte del documento “Paulo Mendes Da Rocha” de Helio Piñon un reconocido arquitecto.
Pienso comentar varios de sus pensamientos que han comentado de manera crítica la actual situación de la arquitectura que ya no parece llamarse moderna.
"La consistencia formal es, condición de la corrección estilística, que jamás constituye un objetivo en sí mismo, sino una consecuencia de la identidad del artefacto: ahí radica la diferencia entre la gran arquitectura y aquella que sólo es valorada por su discreta presencia y su aspecto aseado."
Se afirma que el resultado formal es consecuencia y no objetivo y lo que el ojo observa deberá ser el verdadero rostro de un proyecto, rostro de sus materiales y su composición.
"Naturalmente, la situación que describo es un ideal al que tiende quien proyecta con el propósito de concebir un artefacto genuino, no quien se limita a ejercitarse en la práctica de uno u otro estilo, como si de una actividad deportiva se tratase."
Cabe recordar que la crítica y mucha documentación actual no es la más apropiada, los críticos contemporáneos encasillan a una obra o a un arquitecto dentro de un ismo como si se tratara de un estilo.
El catálogo formal es muy extenso e incluso eres más talentoso o extraordinario si logras mezclar estos estilos o tendencias .¿A caso uno fracasa si no se une en ninguna tendencia? ¿Dónde están los valores universales de la arquitectura?
“Es precisamente en esos “rasgos personales”, mediante los cuales los arquitectos tratan de encubrir a menudo las dificultades que deben afrontar en la formación del artefacto, donde los críticos suelen ver los rasgos de artisticidad, la garantía de que se está ante la obra de un “genio”. Tal es la idea de arte y de genio que acaba configurando, la mayoría de las veces, tanto la mentalidad de los arquitectos como la de sus promotores y publicistas.”
En esta situación nos encontramos ante verdaderos MAESTROS de arquitectura, ante un proceso imparable de formación, perfección y dominio del "proyectar obras de arquitectura". Hay iconos internacionales de la arquitectura, muchísimos admirados, otros criticados y hasta ignorados (en cierto modo). Tenemos figuras mundiales como Frank Gehry, Koolhaas, Mendes da Rocha, Gordon Bunshaft, todos los premios pritzker. En mi opinión bastante personal, llegué a concluir en esta frase: "los genios dejan mucho por admirar, y los maestros mucho por aprender".
En la actualidad Koolhaas es un "genio", su obra es muy publicada y la crítica la recibe con actitud de respeto, sin embargo es un "falso maestro" que no debería ser seguido como maestro o imitarlo. Lo mismo sucedió con Gaudí, su obra esta ahí, monumental, única; contemplar su obra y rápidamente identifica su genialidad por su capacidad imaginativa de formas y colorido, casi un escultor.¡Y Calatrava de repente entra a este grupo! El mismo Gehry que a pesar de no haber construido aún en Lationamérica es también un genio que ha generado por ahí un admirador descriteriado capaz de imitarlo. Sin embargo, todos estos arquitectos pasan a ser nada y los proyectos puros remedos y pésimos artefactos producto del egocentrismo y carencia de cultura.
¿Qué sería de la construcción en acero sin personajes como Mies van Der Roche?, ¿Qué tan lejos hemos llegado con la construcción puramente en concreto armado sin figuras como
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