Bandolerismo- Mate Cocido

ENSAYO

MATE COSIDO, ANALISIS DEL BANDOLERISMO EN LA PATAGONIA ARGENTINA

Cátedra: Metodología de la investigación

Trabajo practico

Objeto:

Analizar determinadas figuras del mundo del delito a través de distintas perspectivas.

Figuras para el análisis: bandoleros y femicidas y/o feminicidos

Introducción

Bandido es un término que suele utilizarse como sinónimo de delincuente o ladrón. Puede decirse que es un fugitivo de la justicia, una persona que engaña o estafa y que, desde el punto de vista de la ley, es cualquiera que pertenezca a un grupo de hombres que ataque y robe usando la violencia. Supone una dimensión colectiva de su desafío al orden, que los distingue de la aventura individual del simple delincuente. El término bandido, puede tener muchos significados e interpretaciones. Desde distintas perspectivas, se lo puede dividir en diferentes categorías: bueno, malo, bandido social o criminal.

En este ensayo vamos a analizar la categoría bandido desde el caso de uno de los bandidos rurales más famosos de la Argentina de principios del siglo XX “Mate Cosido”. El mismo, fue el enemigo número uno de las fuerzas del Chaco, donde sus aventuras conmovieron a todo el país en la década de 1930. Este, además, fue conocido por su estrecha relación con otro bandido, Vairoleto, un par de años mayor, con el cual compartía muchos rasgos en común. Sin embargo, Mate Cosido era más cerebral, su carrera y sus atracos mucho más calculados y ambiciosos. Vairoleto robaba para ir tirando, repartía y se conformaba con poco.

Una de las cualidades de “Mate Cosido” fue que los pobres del campo le brindaban ayuda, celebraban sus hazañas y lo convirtieron en mito. A través de sus cometidos, vamos a recorrer los distintos significados de bandido en todas sus dimensiones y de esta manera, como afirma Rafart “…aceptar que el estudio del mundo del crimen brinda una excelente oportunidad para conocer un aspecto más de la dinámica que asumió la vida social y política Argentina, especialmente de su porción periférica”

Desarrollo

En primer lugar, se describirán los aspectos centrales del bandolerismo, para luego, analizar el caso particular de “Mate Cosido” desde los diferentes aportes teóricos que se han hecho sobre el tema, especialmente los propuestos por el historiador Eric Hobsbawn y el historiador Gabriel Rafart.

Los hombres que fueron capaces de valerse de sus armas y no dudaron en usarlas, más allá de cierta administración racional de la violencia, la inevitable escasez, improvisación y precariedad de los medios de los que se convirtieron en bandas para servirse de mercancías, que una vez obtenidos debían ser utilizados como moneda de cambio en algún lugar para asegurar nuevos recursos.

El silencio cómplice de muchos habitantes de la región y sus hombres dispuestos a todo con tal de evadir perseguidores, sabiendo que en algún momento podían enfrentarse con la muerte o la prisión; el respeto de los delincuentes sobre determinadas reglas y códigos de conducta, con una cierta decencia y moral, y otras causas disparadoras de la conducta delictiva.

Todas las sociedades rurales del pasado estaban acostumbradas a carecías periódicas, es decir pérdida de cosechas y otras catástrofes naturales. Pero también por catástrofes que sabían que vendrían, tales como guerras o conquistas, todas estas catástrofes multiplicaban el bandidaje de uno o de otro tipo; estas transformaciones de la sociedad lograron que hombres que se encontraban excluidos de la trayectoria normal de la gente, se vieran forzados a quedar fuera de la ley y caer en la delincuencia.

Para la sociedad campesina el bandolerismo constituye una forma de autoayuda para escapar de determinadas circunstancias; el programa de los bandidos termina con los abusos, elimina y vengan los casos de injusticia, y al hacerlo ponen en práctica un criterio más general de relaciones justas e imparciales entre los hombres ricos y los pobres, en el que dejan a los ricos el derecho de explotar a los pobres.

Las formaciones de bandas son, en cierta forma contra esta desigualdad. Eran de un grupo de no más de cinco integrantes, debido a que esta parecía la forma más adecuada para provocar atracos; una porción importante de las bandas estaba compuesta o integrada por individuos con un grado de relación previa con el delito. Cuando la autoridad policial daba cuenta de la existencia de una banda muy numerosa con la detención de decenas de individuos, resultaba evidente que la acusación de vandalismo estaba destinada a una comunidad completa.

Hubo bandidos que en pocas semanas y a veces en días, completaron su bibliografía delictiva, mientras que otros lo hicieron a lo largo de su vida, como en el caso que vamos analizar en particular, el del famoso bandolero conocido como Mate Cosido.

Segundo David Peralta, conocido como Mate Cosido, nació en Monteros, provincia de Tucumán, el 3 de marzo de 1897. Vástago de una familia humilde y numerosa, fue a la escuela primaria y trabajó en una imprenta siguiendo el oficio de su padre, hasta que empezó a tener problemas con la autoridad. Era un muchacho esmirriado, de tez blanca y cabello castaño, labios finos y orejas grandes, de 1,65 metros de estatura.

Su apodo Mate Cosido se debía, al parecer, a una cicatriz cortante que ostentaba en la frente. Se puede decir que era un buen gaucho que se descarrilo en el camino. “Muchas veces intenté rehacer mi vida y volver al camino que un día me descarrilé. ¡Vano intento! Caerá en un craso error y pecará de utopista aquel que crea que es posible realizarlo donde la policía conozca sus antecedentes, lo primero que hacen es quererlo conquistar como delator, si no acepta vienen las persecuciones (...)”

Lo detuvieron por primera vez en Tucumán en octubre de 1918, acusado por un robo, cuando tenía 21 años. Fue sentenciado a seis meses de prisión en suspenso por falta de antecedentes, pero poco después lo detuvieron nuevamente y le aplicaron una condena de nueve meses y medio por hurto. A partir de entonces la policía no dejo de perseguirlo lo que también pone en duda que si la misma policía hostigó a Mate Cosido muchas veces sin justificación, lo convirtió en un “delincuente”. Es que

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