Barroco Mexicano

“Herencia del barroco español en la formación del barroco mexicano”

​El barroco es una degeneración del estilo clásico, una complicación de estilo y presenta tres divisiones: el barroco sobrio, el barroco rico y por último el barroco exuberante. Una de los principales factores que influenciaron en la arquitectura española en la mexicana fue el simple hecho de ser una colonia española, es por esto que también se le conoce como la Nueva España.

​El primer estilo barroco que se desarrolló en América, puede decirse que es una reproducción del barroco español, un barroco sobrio y mesurado, éste barroco conserva los órdenes arquitectónicos, pero tiene un sentido de libertad como lo demuestran las columnas alteradas en sus proporciones, rompe los establecimientos, multiplica las formas de los frontones, de los vanos y nichos.

​En México, el estilo barroco aparece principalmente en los templos de una forma bien definida, esto lo podemos ver en las partes ornamentadas, especialmente en las fachadas.

​La arquitectura en Latinoamérica va a ser fundamentalmente religiosa, marcado por el poder de las principales órdenes religiosas llegadas del viejo continente. En el trazado reticular de las ciudades, a través de los españoles quienes las proponen, además aparecen las plazas y los monumentos. A pesar de la uniformidad que las órdenes religiosas van adoptando, las nuevas formas artísticas vas cambiando conforme a la región étnica y geográfica. La gran decoración del barroco en España fue una de las herencias que dejaron al barroco en México, aunque se podría decir que el barroco adquirió mayor significado en América que en España. El barroco en Hispanoamérica es esencialmente decorativo, se aplica un lenguaje ornamental a esquemas constructivos y estructurales.

​Uno de los rasgos característicos del barroco mexicano en el manejo de los materiales, tales como la piedra y el yeso, para crear ricas decoraciones tanto en el interior como en el exterior. Otro punto importante es que en comparación con el barroco español, en México el barroco encuentra su propio estilo, gracias a la fusión del nuevo estilo con el sustrato indígena y la tradición mudéjar. Y tres son los principales impulsores del barroco en México: la Corona, la burguesía y los jesuitas, todos estos representando a la Iglesia. Esta arquitectura también fue un vehículo para la evangelización.

​Las dos culturas que se fusionaron para formar la arquitectura barroca en México, la Indígena y la española, poseían un profundo sentido religioso en el que se mezclaron ritos, leyendas y antiguas creencias que desembocaron en una nueva concepción, una nueva cultura que dio paso a lo que hoy es México. El indígena todavía no se recuperaba de la sorpresa causada por la invasión, cuando

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