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Bola “Nos han dado tierra”


Enviado por   •  9 de Abril de 2018  •  Tareas  •  1.331 Palabras (6 Páginas)  •  276 Visitas

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COMENTARIO DE UN CUENTO

“No han dado tierra”

DESCRIPCIÓN BREVE

Es la forma de como comprendí e interprete un relato en forma de cuento.

Pablo Barrios Balboa

ESPAÑOL 2


Comentario de un cuento

Pablo Barrios Balboa

14/11/2017

“Nos han dado tierra”

El cuento del que voy hablar es “nos han dado tierra”, creado por el mexicano Juan Rulfo en el año 2009. El cuento se puede clasificar como un cuento de aventuras en el posible norte de México.

Esta historia trata sobre 4 ensombrerados bigotones mexicanos llamados Melitón, Faustino, Esteban y el narrador que cuenta su aventura en todo el cuento. Estos cuatro en un principio fueron 20 máximo pero en todo el cuento no se dice por qué al final fueron 4 los que quedaron, aunque si estamos seguros de que caminaron por todo el desierto en busca de un pueblo con comida y agua.

Su estructura es con inicio, desarrollo y un final; al principio el protagonista empieza a contar una historia con sus tres amigos involucrados y terminando con su llegada en un  pueblo con lo que desean (comida, agua y descanso).

Los personajes no tienen mucho rollo que digamos, ya que ser ese típico grupo de amigos en busca de algo, además de que se hacían entre ellos poca conversación, como se muestra en la siguiente cita:

 _“Del pueblo para acá es de usted”

_” ¿El llano? ”

_”Si, el llano. Todo el llano es grande”

Al ser el cuento en México, no hay ninguna diferencia lingüística. Elegí el cuento porque me pareció una historia interesante de la mano de un mexicano y me parece que el valor del cómo es la amistad es muy bueno.

mos a

Hemos vuelto a

No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se nos acabaron las ganas de hablar. Se nos acabaron con el calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero aquí cuesta trabajo. Uno platica aquí y las palabras se calientan en la boca con el calor de afuera, y se le resecan a uno en la lengua hasta que acaban con el les1E-qio. Aquí así son las cosas. Por eso a nadie le da por platicar. Cae una gota de agua, grande, gorda, ha-ciendo un agujero en la tierra y dejando una plasta como la de un salivazo, Cae sola. Nosotros esperamos a que sigan cayendo más y las bus-camos con los ojos. Pero no hay ninguna más No llueve.Ahora si se mira el cielo se ve a la nube aguacera corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento que viene del pueblo se le arrima empu-jándola contra las sombras azules de los cerros Y a la gota caída por equivocación se la come la tierra y la desaparece en su sed. ¿Quién diablos haría este llano tan gran-de? ¿Para qué sirve, eh? caminar. Nos habíamos detenido para ver llover. No llovió. Ahora volve-caminar.Y a mí se me ocurre que hemos caminado más de lo que llevamos andado. Se me ocurre eso. De haber llovido quizá se me ocurrieran otras cosas.Con todo,yo sé que desde que yo era muchacho, no vi llover nunca sobre el llano, lo que se llama llover. No, el Llano no es cosa que sirva. No hay ni conejos ni pájaros. No hay nada. A no ser unos cuantos y una que otra manchita de con las hojas enroscadas;a no ser eso, no hay nada. Y por aquí vamos nosotros. Los cuatro a pie. Antes andábamos a caballo y traíamos lo una carabina. Ahora no traemos ni siquiera la carabina. Yo siempre he pensado que en eso de quitarnos la carabina hicieron bien. Por acá resulta peligroso andar armado. Lo matan a uno sin avisarle, viéndolo a toda hora con "la 30" amarrada a las co-rreas. Pero los caballos son otro asunto. De venir a caballo ya hubié-ramos probado el agua verde del río,y paseado nuestros estómagos por las calles del pueblo para que se les bajara la comida.Ya lo hu-biéramos hecho de tener todos aquellos caballos que teníamos. Pero también nos quitaron los caballos junto con la carabina. Vuelvo hacia todos lados y miro el Llano. Tanta y tamaña tie-rra para nada. Se le resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga. Sólo unas cuantas lagartijas salen a asomar la cabeza por encima de sus agujeros, y luego que sienten la del sol corren a esconderse en la sombrita de una piedra. Pero nosotros, cuando tengamos que trabajar aquí, ¿qué haremos para enfriarnos del sol, eh? Porque a nosotros nos dieron esta costra de para que la sembráramos. Nos dijeron: —Del pueblo para acá es de ustedes. Nosotros preguntamos: —¿El Llano? —Sí, el Liano.Todo el Llano Grande.

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