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Callejon del diablo


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  631 Palabras (3 Páginas)  •  253 Visitas

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Aquí, desde donde hoy le envío un saludo con mis deseos de que tenga un excelente día, se siente una sensación que por algún motivo, pone la piel de gallina. Estoy en la delegación benito Juárez, en el antiguo pueblo e Mixcoac en un callejón macabramente famoso, tanto como su nombre mismo: el callejón del diablo. Así se llama y es que cuenta la leyenda, que este pasadizo que durante algún tiempo estuvo custodiado por frondosos árboles, atravesaba un paraje solitario que comunicaba al pueblo de Mixcoac con el río que lleva el mismo nombre y que hoy en vez de tener una cauce da agua tiene uno que es vehicular. Ese paraje, además de los árboles que le daban una sombra tenebrosa, tenía una choza de la cual nadie sabía quien era su ocupante. Este frío que se siente y que invita a alejarse del lugar, lo tenía desde aquel entonces por lo que las personas lo evitaban, sobre todo de noche.

Pero un día, cuenta la leyenda, un hombre de nombre Lorenzo, no nativo de aquí sino procedente de Papantla Veracruz, a quien se le conocía más como Lorencuaz, se hizo el valiente con sus amigos de juerga se aventuró a internarse en el pasadizo ignorando las advertencias que le suplicaban no hacerlo. A la mitad del camino entre el río y el pueblo observó una extraña figura que con paso firme y lento se le acercó; venciendo el miedo Lorencuaz lo retó diciendo ¡a mi me haces los mandados! Y embistió a aquella figura que de momento se iluminó dejando ver su horripilante aspecto: ojos rojos, fauces de lobo con grandes colmillos, patas de chivo y una risa maligna. Lorencuaz dejó su postura de valiente y corrió de regreso a donde sus amigos preocupados le esperaban con bastante incertidumbre; les contó lo sucedido y la fama del paraje, del pasadizo y de la zona entera comenzó a crecer de tal manera que ni de día ni de noche persona alguna atrevía a acercarse ahí.

Las autoridades de Mixcoac, y de la Nueva España decidieron tomar cartas en el asunto que era de la incumbencia de aquellos que mayor conexión tenían con lo divino, así que se formó una comisión que designó a un sacerdote especialista, según decían en exorcismos, para que resolviera tan penoso asunto y erradicará de ahí a las fuerzas malignas, su nombre era Fray Antonio, famoso evangelizador de la zona de Cuetzlala puebla, quien rápidamente se avocó a su diligencia.

Poco tardó Fray Antonio en llegar Fray Antonio con una solución para los habitantes de Mixcoac: había, dijo, que darle tributo a diablo que ahí vivía, todos los pobladores de la zona tendrían que entregar en la choza del paraje, a través suyo por supuesto, parte de sus tesoros, y así, fray Antonio llenó baúles con oro y piedras preciosas, plata y ropajes, incluso, quienes menos tenían entregaron animales y granos.

Fray Antonio cumplió con lo que decía era parte de su responsabilidad, aseguró haber dejado junto a la choza el tesoro, se fue de Mixcoac y jamás se volvió a saber de él. ¿Y del demonio?

Cuenta la leyenda que a los pocos meses, regresó al pueblo un leñador que se pensaba había muerto, contó que cerca de donde cortaba un sauce que hab

Ía derribado cayó un rayo produciéndole graves quemaduras que le causaron tal debilidad que le impidieron regresar al pueblo por lo que se refugió en la choza del paraje y se alimentó de frutas y flores silvestres, y bebió de las aguas del río Mixcoac. También contó que en una ocasión, en una de sus idas al río, vio a lorencuaz a quien intentó pedir ayuda, pero que él corrió sin permitirle siquiera saludarlo, y el tesoro, ah, de eso el leñador, no tenía ni idea.

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