Caprichos Griegos

Todavía recuerdo el día exacto en el que Paris me conto que había sido elegido por los dioses lo para entregarle la manzana de oro a la diosa más hermosa; fue justo el día después de que Hermes le diera la manzana.

Esa mañana Paris me conto como había llegado la encomienda de entregar la manzana a él.

Empezó contándome acerca del casamiento de Tetis y Peleo, de cómo todos los dioses fueron invitados menos Eris, diosa de la discordia. Eris al no ser invitada, en venganza lo que hizo fue lanzar a la mitad del banquete una manzana dorada, con una leyenda escrita que decía “para la diosa más hermosa” (en ese momento Paris saca de su bolso la manzana de oro y me la muestra).

El cometido de Eris se cumplió al momento, me comenta Paris, ya que la intención de la manzana era crear un problema entre las diosas del Olimpo, más específicamente a Hera, Atenea y Afrodita.

Una vez terminada la historia Paris me dijo que necesitaba tiempo para elegir y yo como siempre, le mostré todo mi apoyo y él solo me pidió tiempo a solas.

No volví a ver a Paris hasta esa noche, justo antes de que tomara la decisión. Lo fui a saludar y en ese momento lo note disperso, muy diferente a como estaba en la mañana, así que decidí preguntarle que tenía.

Paris me contó que durante el día las diosas le ofrecieron diferentes cosas para que él les otorgara la manzana.

Atenea le dijo que a cambio de la manzana le daría sabiduría y conocimiento infinito, Hera le ofrecía poder conquistar todo el mundo conocido y Afrodita le dijo que le daría a la mujer más hermosa que existía en ese momento.

Yo le dije que tenia que tomar la decisión con cabeza fría, viendo cuales eran las ventajas y desventajas de cada una de las propuestas pero que al final yo lo iba a apoyar, decidiera lo que decidiera.

Al final Paris eligió a Afrodita y así esta diosa le enseña a Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta y pues nosotros bien sabemos lo que ocurrió después.

Dentro de mi sabia que lo mejor para mi mejor amigo era, sin duda, elegir el poder conquistar todo el mundo conocido, para que por fin pudiera ser tomado en cuenta por su padre, porque yo recuerdo que desde chicos, Paris era el menos querido, siempre ponían a su hermano Héctor y a su hermana Casandra sobre él y a mi se me hacia algo muy injusto porque yo sabia que mi amigo era igual que capaz o aún más capaz que sus otros hermanos.

Yo me arrepiento el no haberlo aconsejado mejor, el no haberle dado un mejor punto de vista de mi parte y sobre todo me arrepiento aún más cuando miro atrás y veo todo el caos que se origino por un simple capricho de vanidad de parte de las diosas.

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