Cien años De Soledas

Aureliano y Remedios se casaron un domingo de marzo. Remedios había ya crecido, aunque sin dejar de lado las cosas de la infancia, pero se fijo la tarea de que dejara esos vicios de infancia que tenia, ya que la boda se había fijado para dentro de un mes, en ese tiempo Remedios, aprendió las cosas del mundo como sus otras hermanas, hasta que el día llego, y Remedios, fue llevada a la iglesia por Apolinar, en su recorrido por el pueblo recibía halagos, y ella los aceptaba con sutileza; pero Aureliano estaba pálido, parecía tener miedo, un miedo incluso mayor que el que tenían las hermanas de Remedios en la ceremonia, pero Remedios, demostró su firmeza ante situaciones de presión. Ella fue la que llevo un pedazo de pastel a José Arcadio, el cual, amarrado a un árbol, tomo el pastel con sus manos. La única persona infeliz era Rebecca Buendía, ella se casaría en esa misma fecha, pero Pietro Crespi, su prometido, recibió una carta que afirmaba la muerte de su madre, aunque era falsa, no se supo quien la escribió.

El padre Nicanor Reyna, había sido traído para celebrar dicha ceremonia, este al ver que Macondo daba la espalda a Dios decidió quedarse para otorgarle a este pueblo el cristianismo. El padre predicaba en el desierto, pero se canso de esto, y se dispuso a construir una capilla, la más grande el mundo, recaudaba dinero en un charol, el recaudaba mucho, pero quería mas. Un sábado empezó a predicar en la plaza, muchos se acercarían solo por curiosidad, pero no hubieran sabido que presenciarían un acto asombroso, ya que el pastor se tomaría una taza de chocolate caliente, y levitaría, este acto ayudo a recaudar más fondos para la construcción de la capilla, este acto se repitió varias veces, hasta que José Arcadio mostro escepticismo hacia esta prueba.

Un día en una cena con el padre se hablo de la construcción de la capilla y que gracias a los fieles podría ser termina en tres años, entonces, Amaranta interrumpió diciendo que Rebeca podría Inaugurar la capilla con su boda. Cuando Pietro se entero del nuevo aplazamiento de su boda se desilusiono, aunque Rebeca le había dicho que se podía escapar, el no era un hombre de aventuras. Pero Rebeca era astuta, aunque Pietro no, y estos fueron vigilados por tres meses por la mama de Rebeca, desde una mecedora; el esperaba impaciente su boda así que le dio al padre el dinero que faltaba; a dos meses de terminar el templo, Amaranta deposito en el vestido de novia de Rebeca unas bolitas de Naftalina que destruyeron el vestido, tanto así que pareció destruido accidentalmente por polillas, así que Amparo tuvo que probarle a Rebeca otro vestido por última vez. Acordaron que el vestido estaría para el último viernes antes de la boda.

Pero un inconveniente mayor ocurrió con la muerte de remedios, de la cual Amaranta se sentía culpable, y decía que no quería hacer lo mismo con Rebeca, ella derramaba alegría en la casa a su vez, a su vez,

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