Claves de la cultura actual . La revolución Francesa

Andrés Rueda

Claves de la cultura actual

La revolución Francesa

La Revolución Francesa de 1789 tuvo muchas causas de largo alcance. Las condiciones políticas, sociales y económicas de Francia contribuyeron al descontento que sentían muchos franceses, especialmente los del tercer estado. Las ideas de los intelectuales de la Ilustración trajeron nuevos puntos de vista al gobierno y la sociedad. La Revolución Americana también influyó en la llegada de la Revolución Francesa. Los Philosophes plantaron las semillas de la Revolución Francesa. Sus objetivos eran exponer y destruir las desigualdades del antiguo régimen (antiguo orden).

El descontento político de Francia fue una de las causas de la Revolución. En los siglos XVII y XVIII, Francia fue gobernada por un gobierno absoluto. El rey tenía todos los poderes políticos. Cualquiera que critique al gobierno puede ser arrestado y encarcelado sin juicio. Luis XVI fue rey en el momento de la Revolución Francesa. Estaba más interesado en la caza que en gobernar Francia. Él y su reina austríaca, María Antonieta, vivieron una vida extravagante en el Palacio de Versalles. Realmente no les importaba el estado de su país. La gente del tercer estado sintió una sensación de traición cuando el rey apoyó la votación en bloque sobre la votación principal. Los dos primeros estados trabajaron juntos para superar en votos al gran tercer estado para evitar que se convirtieran en una amenaza para el poder. Lord Acton, un inglés, afirma que el derrocamiento de la monarquía no fue la chispa de la Revolución. Reconoce la Independencia de Estados Unidos como la chispa de la Revolución Francesa. El gobierno francés fue ineficiente, injusto y corrupto. Había numerosos departamentos gubernamentales, diferentes leyes en diferentes partes del país y funcionarios. Mucha gente se puso furiosa por la forma en que se gobernaba Francia. La gente no pudo hacer nada para lograr un cambio. El parlamento francés se llamaba estados generales. No se había reunido desde 1614 y no podía sin el consentimiento del rey. Básicamente no tenía poder. afirma que el derrocamiento de la monarquía no fue la chispa de la Revolución.

Los problemas económicos creados por los reyes franceses también contribuyeron a la Revolución. Durante el siglo XVIII, el gobierno francés gastó más dinero del que recaudó en impuestos. En 1788, el país estaba en quiebra. Arthur Young, un inglés y observador, que viajó a Francia de 1787 a 1789 describe con enojo las condiciones de vida de los campesinos en su libro Travels in France. La cantidad de impuestos que debe pagar cada persona es injusta. Los terratenientes que se encontraban en la nobleza no pagaban muchos impuestos. Los terratenientes que se encuentran en los plebeyos pagan fuertes impuestos. Faltaba pan, el precio del pan era mucho más alto que la capacidad de pago de uno, lo que causó una gran miseria a la gente de Francia. La mayor parte del dinero se gastó en guerras. Francia había estado en guerra durante casi 50 años de los cien años anteriores. Francia apoyó a los estadounidenses en la Guerra de la Independencia estadounidense. Después de eso, Francia quedó en ruinas financieras. También se gastó una gran suma de dinero en palacios, entretenimiento y obsequios de los reyes de Francia. El gobierno gastó mucho dinero que generó altos impuestos. El sistema tributario fue injusto. Los nobles y el clero apenas pagaban impuestos. La Iglesia poseía una décima parte de la tierra en Francia y no pagaba impuestos. Los campesinos fueron víctimas de fuertes impuestos. Luis XVI intentó reformar el sistema fiscal pero la nobleza y el clero se negaron a aceptar las nuevas reformas. Por lo tanto, el rey no pudo realizar ninguna reforma financiera. Los reyes franceses también aplicaron la gabelle, el impuesto a la sal. Cuando Jacques Turgot intentó imponer el corvee, impuesto sobre la propiedad de la tierra, la nobleza se opuso a él.

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