Conclucion G20

La reunión de jefes de estado acaecida la semana pasada en Londres del denominado Grupo de los Veinte o G-20 más algún país más invitado fue la cumbre internacional más relevante en los últimos 60 años. La declaración de Londres marca algunos hechos promisorios.

Sin lugar a dudas, se esperaba que los líderes mundiales “tomaran al toro por las astas”, en consideración de la monstruosa crisis financiera y económica que esta pasando el mundo, la más difícil desde la Gran Depresión de los 30.

La cumbre ha tenido varios ejes de consenso, pero quizá el más significativo ha sido que tuvo un diagnóstico más realista y algunos hechos concretos. Lo más destacable es que, si bien aún subyace alguna retórica neoliberal, emerge la necesidad de un Estado interventor. La idea tiene décadas de olvido, pero ha sido reflotada para tratar de sobrepasar la tormenta.

Lo más saliente de la cumbre ha sido la disposición de otorgar fondos adicionales al Fondo Monetario Internacional por un valor equivalente a 850.000 millones de dólares, destinados a países emergentes para financiar indispensables políticas contracíclicas. Esto implica triplicar los recursos del organismo multilateral, aunque se posponen las reformas para mejorar la representitividad democráticas hasta el 2011.

El G-20 acordó una inyección de fondos sin precedentes dicen que la suma ascenderá a 5 billones de dólares para que la economía global, según el organismo, crezca un 4% en 2010. Parece ser un objetivo realmente ambicioso. Aunque esto responde a la necesidad de crear o salvaguardar unos 20 millones de empleos en los próximos 2 años, en lo que significa un grave problema para las economías desarrolladas, que ven como sus tasas de paro aumentan significativamente.

La regulación de los mercados financieros fue el tema central del que se hablaba previamente. Un tema escencial en este sentido, para poder regular eficientemente al sistema financiero internacional es concretar estándares globales aceptables para todos los países. Esta nueva regulación debería terminar con el secreto bancario de los paraísos fiscales. Los fondos de inversión riesgo los hedge funds serán regulados con más firmeza. Los paraísos fiscales off shore firmaron acuerdos de cooperación tributaria. Pero algunos de esos paraísos fiscales subsisten aún dentro de los países desarrollados. Por ejemplo, Gibraltar o algunos estados de EEUU.

Otros ejes de consenso alcanzados son:

• Los países se comprometieron a no realizar devaluaciones competitivas

• Los bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros, recibirán unos 100.000 millones de dólares.

• La ayuda para programas sociales será de 50.000 millones de dólares, a cargo de las organizaciones correspondientes en la ONU, que deberá medir el impacto de la crisis.

• Los ingresos extra provenientes de las ventas anunciadas de oro podrían representar unos 6.000 millones de dólares, que irían a parar a los países más pobres.

Sin embargo, para que esta cumbre sea igualada a la legendaria de Bretton Woods, falta bastante. Por lo pronto, las invocaciones de terminar con la Ronda de Doha y el proteccionismo al que están abrazando algunos países centrales es preocupante. Tampoco se avanzó en un verdadero saneamiento de la banca global para evitar seguir inyectando dinero inútilmente. Aún hace falta una fuerte presencia pública para orientar el crédito, prácticamente inexistente en estos momentos.

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