Cultura Política

ENSAYO – TRABAJO FINAL

“Tratado de paz para Colombia Vs La Insurgencia”

Elaborado Por:

María Isabel Montoya Mesa Código 43654453

Luz Albany Úsuga Álvarez Código 43625166

Isabel Cristina Jiménez Montoya Código 43619135

GRUPO: 90007 - 388

Directora: Sandra Milena Polo

Tutor: Luis Carlos Narváez

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y ADISTANCIA (UNAD)

Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades – ECSAH

Cultura Política

Mayo de 2015

INTRODUCCIÓN

Este documento tiene la finalidad de presentar una reflexión sobre la construcción de paz en un país en guerra, Colombia y, al mismo tiempo, profundizar sobre el sentido y las condiciones del acompañamiento que sus habitantes reciben bajo la perspectiva de construcción de paz. A pesar de que Colombia pasa por una guerra de más de 40 años, cada vez más compleja e internacionalizada, existe una amplia gama de iniciativas civiles de paz que trabajan por superar las raíces del conflicto, en poner límites a la destrucción producida por los diferentes actores armados y en fomentar una opinión pública favorable a una salida negociada del conflicto. El hecho de que muchas de estas iniciativas civiles de paz persistan y perduren tantos años a pesar de los diferentes tipos de violencias que les acechan (conflicto armado, violencia estructural y cultural) indica su nivel de fortaleza así como su capacidad de construcción de paz y de resistencia.

Por tanto, son señales de esperanza y guías impulsoras de cambios a diferentes niveles y desde diferentes lugares dignos a ser apoyados desde los diversos actores internacionales locales que fomentan la paz. Pero que lamentablemente hasta el momento no han dado los resultados esperados y nuestro país sigue debatiéndose entre el bien y el mal, entre muertes de miles de inocentes y desplazamientos de tierras conseguidas a través de los años por ciudadanos honestos y trabajadores para sus familias. A continuación presentaremos nuestro punto de vista personal sobre dicha situación.

TRATADO DE PAZ PARA COLOMBIA vs LA INSURGENCIA

¿Es posible que el estado colombiano logre firmar un pacto de paz duradero con la insurgencia teniendo en cuenta que uno de los problemas fundamentales y generadores del conflicto ha sido la tierra? Si o no y ¿por qué?

Desde nuestro punto de vista como grupo y como ciudadanas de este país y después de haber culminado esta etapa del curso, donde aprendimos no solo sobre la economía, política, globalización, guerra fría entre otros, sino que pudimos aprender de personas a través de videos como el periodista Alfredo Molano Bravo del diario el Espectador, quien nos deja un gran legado sobre la búsqueda de tan anhelada paz, enseñándonos que para obtener una visión clara de los eventos y poder aportar de alguna manera a nuestra sociedad, necesitamos leer mucho, estar actualizados en el tema histórico y mediático de todo lo que tenga que ver con el desarrollo del país.

De esta manera entonces, habiendo investigado como último proceso del curso sobre la ley 1448 de 2011 Ley de Víctimas y Restitución de Tierras consideramos que obtener un pacto de paz con estos organismos insurgentes es un sueño frustrado y definitivamente un reto inalcanzable para nuestra hermosa Colombia. Porque el proceso de paz no es más que una fachada. Lo que efectivamente es posible discutir en una mesa de negociación como las llaman, es la reintregración política de la insurgencia, encaminada a que participen en las discusiones sobre las reformas, a fin de superar la escisión maestra de la guerra Colombiana.

En síntesis, los señores de los grupos armados pretenden ocupar cargos políticos, adquirir poder, seguir apoderándose de tierras para continuar sembrando narcotráfico, terror y violencia disfrazados de campesinos y lo peor de todo avalados por el gobierno. No existe proceso de paz; durante estas negociaciones las FARC continúan en su misma posición de guerra y expropiación de tierras, reclutando jóvenes campesinos que quieran o no, son tomados a la fuerza para enrutarlos en sus filas.

Es por ello, que la negociación en medio del conflicto, la falta de resultados inmediatos en los diálogos en La Habana entre Farc y Gobierno, y los últimos atentados del grupo guerrillero en el país, son las acciones que han llevado a que más colombianos pierdan la credibilidad en el proceso de paz que se adelanta desde hace tantos meses. No creemos que en esta ocasión se llegará a un acuerdo final con las Farc.

De ahí que, el modelo de negociar en medio de la confrontación armada es muy difícil de entender para la gente común y corriente, y el Gobierno no ha hecho la pedagogía suficiente para preparar a la comunidad. El escepticismo que hoy se evidencia en torno al proceso también podría darse, en el poco conocimiento que tiene la opinión pública de los avances que se dan en Cuba ante el hermetismo con el que se ha desarrollado la negociación. El desconcierto de las acciones de las Farc en Colombia y los discursos del grupo guerrillero en La Habana, impactan sobre el optimismo de los colombianos. Lo que estos grupos armados pretenden cada día es ganar terreno buscando la participación efectiva de movimientos o partidos políticos del ELN en la competencia electoral.

A su vez, el gobierno por su parte está en el deber jurídico, político, social y moral de plantear y ejecutar planes encaminados a lograr soluciones para nuestro país, especialmente para aquellas comunidades pobres y aisladas que habitan las periferias del País y que a diario se ven afectadas por la violencia asociada a las operaciones de grupos guerrilleros.

Consideramos entonces, que el gobierno debe plantear estrategias que tengan objetivos primordiales políticos, como negar a la insurgencia espacios de intermediación armada y evitar su poder hacia las comunidades. Aislar política y socialmente y de manera definitiva a la insurgencia armada de las selvas y parte civil de nuestro país.

No obstante, al hablar de paz, no nos referimos tanto a la ausencia de guerra, como al proceso de realización de la justicia en los diferentes

...