Define que fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico

3-Define que fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico.

El siglo XVIII estuvo marcado por el reformismo borbónico. La primera mitad del siglo XVIII, en el que la política interior fue ejercida por Felipe V, estaba caracterizada por el absolutismo y por una reorganización administrativa de tipo centralista; y la segunda mitad estuvo dominada por Carlos III, prototipo de rey ilustrado.

Los monarcas absolutos se apropiaban de los poderes del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) y la soberanía real era de origen divino. Las Cortes votaban por estamentos y apenas eran convocadas. Además, los borbones imponen la ley Sálica.

Felipe V iniciaría la unificación del reino mediante los “Decretos de Nueva Planta”. Estos eran una serie de normas que se aplicaban a los reinos y territorios de la Corona de Aragón, en los que suprimía los fueros e instituciones ya que sintió una traición de estos territorios: (En 1707 Valencia y Aragón; 1715 Mallorca; 1716 Cataluña).

Quedaban excluidos País Vasco y Navarra por su lealtad a Felipe V. Se extendería la organización de la Corona de Castilla a todo el territorio; se introduce un sistema administrativo; se suprimen las cortes salvo las de Castilla, que se convierten en Cortes Generales del Reino (Salvo Navarra), aunque pierden importancia por el absolutismo de los borbones. Además, desaparecen los cargos e instituciones (como los virreinatos).

Se inicia una reforma en la administración central del Estado. Se cambia los Consejos por Secretarios de Estado y del Despacho, quienes despacharán directamente con el rey y sólo se mantendría el Consejo de Castilla, que adquiere un rango máximo (redacta leyes y ejerce de Tribunal Supremo de Justicia).

Los virreinatos se sustituyen por una división provisional en 13 organismos independientes, en los que al mando estaría un Capitán General. Con Fernando VI (1749), se refuerza esta división con el cargo de la figura administrativa del intendente, quién ejercerá de representante del Estado en las provincias. Se conservan las Audiencias, se mantiene los alcaldes y corregidores de nombramiento real y la nobleza baja adquiere cargos en la administración.

La mala organización en la Hacienda y el gasto excesivo obligaron a realizar cambios. Felipe V obliga a colaborar a los territorios de la Corona de Aragón y Fernando VI intentó distribuir las contribuciones en el reino de Castilla, pero fracasó por la oposición de los privilegiados. En cuanto a la relación con la Iglesia, viene marcada por el regalismo (superioridad del monarca sobre la iglesia). Los reyes ya poseían el patronazgo regio (nombramiento de cargos eclesiásticos y cobreo de rentas de sedes libres) sobre los reinos de Granada y de América. La corona, finalmente logra sus objetivos con la firma del Concordato

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