Desplazamiento En Colombia

Durante la conferencia Soluciones para la Población Desplazada, que se llevó a cabo en Bogotá, varios ponentes nacionales e internacionales propusieron diferentes alternativas para las víctimas del desplazamiento forzado en el marco de un postconflicto.

El evento, organizado por el Gobierno nacional en cooperación con el Proyecto de las Naciones Unidas para el Desarrollo -Pnud- y la Agencia de las Naciones Unidas para la Atención a los Refugiados -Acnur-, se llevó a cabo en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá y continuará hoy con ponencias de casos internacionales sobre desplazamiento forzado.

Problema vigente

El desplazamiento en Colombia es un problema vigente, así lo afirmó el viceministro del Interior, Aníbal Fernández de Soto, quien agregó que esa es una de las razones por las cuales “el Gobierno le está apostando a la paz” con las negociaciones de La Habana.

Fabrizio Hochschild, Coordinador del Pnud en Colombia, también mostró su preocupación por la persistencia del desplazamiento, tema que, según él, debe cesar para que la paz colombiana sea sostenible.

También aseguró la gravedad de que en Colombia existan cerca de cuatro millones de desplazados, cifra que equivale a la población de un país pequeño como Singapur.

La razón para ello, según Paula Gaviria, directora de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, es que hasta el momento “la atención que ha brindado el Estado colombiano a las víctimas ha sido meramente asistencial, por no decir asistencialista”.

Este modelo genera que las personas que reciben esta asistencia comiencen a depender económica y socialmente del Estado y no tengan un desarrollo y una reparación integral por lo que han sufrido.

A partir de esto se motivó al actual Gobierno a diseñar un programa de atención a la población desplazada que no solo se basa en la asistencia humanitaria primaria, sino, también, busca que las personas desplazadas puedan reiniciar su vida en condiciones de autosostenibilidad.

Este nuevo proyecto, que entrará en vigencia en julio de este año, separa la atención al desplazado en tres fases: atención, asistencia y reparación, las cuales considera independientes y complementarias.

De esta forma, las personas desplazadas no permanecerán en ese estado, sino que encontrarán formas de reconstruir su vida, ya sea en su tierra restituida o en la ciudad a la que llegaron luego de su desplazamiento.

GENERAR CONFIANZA ENTRE LAS VÍCTIMAS

Para reparar integralmente a las personas desplazadas, se requiere que estas recuperen su confianza en el Estado. Así lo afirmó Rossana Dudziak, directora de la Oficina de Crisis del Pnud para Latinoamérica y el Caribe, quien agregó que para ello, el momento justo después de la firma del acuerdo de paz es fundamental.

“Éste es el momento en que el Estado debe brindar toda su atención a las víctimas, para que confíen en que, durante el postconflicto, sus derechos serán reivindicados”, afirmó.

La anterior afirmación fue respaldada por Volker Türk, director del Departamento de Protección Internacional de Acnur, quien agregó al respecto que “hay que garantizar a las víctimas que no habrá repetición de las condiciones que los condujeron al desplazamiento”.

“Esto no solo se basa en la seguridad personal de cada víctima, sino en que se atiendan todas las necesidades de las comunidades desplazadas y se ataquen las causas del mismo”, puntualizó.

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