EL BARROCO ESPAÑOL
Quecutt25 de Febrero de 2014
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TEMA 17: EL BARROCO ESPAÑOL.
INTRODUCCIÓN
La España del Barroco.
Si Carlos I y Felipe II se ocuparon personalmente de los asuntos de Estado y del
fortalecimiento de su autoridad, los monarcas del XVII (Felipe III, Felipe IV y Carlos
II) delegaron sus funciones en manos de sus validos, que dirigieron la monarquía hacia
una périda de poder y un aumento del desprestigio.
En política exterior las diferencias son también grandes: España va a perder la
hegemonía continental, sobre todo a partir de mediados de siglo, frente a una nueva
potencia en ascenso: Francia.
En lo económico asistimos a una profunda crisis en Europa, que será
especialmente grave en Castilla por las medidas monetarias de los reyes. A esto se une
la aparición de mortíferas epidemias de peste causadas por el hambre y la carestía.
Desde el punto de vista político las tensiones internas son graves y causan la
separación de Portugal y varios intentos de secesión en Cataluña, Aragón, Andalucía y
Nápoles que a punto estuvieron de hacer saltar por los aires la precaria unidad
conseguida por los RR.CC.
El brillo sólo se mantuvo en el campo cultural y artístico, continuándose el llamado siglo de oro que se inicio en la etapa anterior.
Se suele decir que el Arte Barroco es el arte de la Contrarreforma. Para reaccionar contra la severidad e iconoclastia del Protestantismo, la Iglesia Católica alentó la edificación de templos con profusión de escultura.
También dirigió a los artistas a alejarse de los temas paganos que tanta aceptación tuvieron durante el Renacimiento, así como evitar los desnudos y las escenas escandalosas.
Tanto en las artes visuales como en la música, la influencia de la Iglesia sobre los artistas iba dirigida a emocionar y enardecer la devoción mediante estímulos psicológicos.
Estas normas aparentemente conservadoras y austeras derivaron, sin embargo, en este arte suntuoso y recargado que llamamos Barroco.
1 ESCULTURA BARROCA ESPAÑOLA
1.1 Introducción.
La Contrarreforma busca elementos visuales que le sirvan y el Concilio de Trento decreta
cuales van a ser los temas predominantes en la iconografía artística y va a depurar otros
¿Como llega la Iglesia del XVII a los fíeles? Por un lado debe atacar a la Reforma pero por
otro debe preservar a los católicos y reafirmarlos en la fe para que no caigan en la herejía. El método de la Iglesia es el de la persuasión mediante la imagen o la palabra en los sermones (ya que se prohibe la libre lectura de la Biblia para evitar el libre examen de ella que había propuesto Lutero). Así el único acceso que tienen los creyentes a la palabra de Dios son los sermones, los ritos y las imágenes.
Las tres cosas tienen el mismo fin, el de asegurar a los fieles en el seno de una Iglesia más popular.
Pero con las imágenes hay que ser más sutil si se quiere llegar al fiel. Por eso se buscan
imágenes sugestivas, propone al fiel que se imagine la imagen real, lo que hay detrás del símbolo. Así por la imagen se penetra en el pueblo, se llega al fiel de una forma más rápida y didáctica. Por eso hay que adecuar la imagen al gusto popular para que sea consumida. La imagen debía ser verosímil, creíble pero a la vez dramática.
Las imágenes intentan separar lo católico de lo hereje para que nadie tenga ninguna duda. Así
se potencian sobre todo aquellos rasgos de la fe que han sido eliminados por Lutero o Calvino.
Así se potencian temas como: la importancia de las buenas obras frente a la predestinación calvinista, las obras de caridad son contrarreformistas, la defensa de los Sacramentos y sobre todo la penitencia y la Eucaristía, se potencia también el Purgatorio, la vida de Cristo y sobre todo la fase de la Pasión y el martirio, todo lo relacionado con la santidad de la Virgen, las escenas de milagros y todo lo sobrenatural, lo que el fiel escucha con más avidez.
1.2 Características generales.
Sigue una evolución al margen de la escultura barroca europea. Hasta aquí no llega la
influencia de Bernini (y es uno de los pocos sitios donde no llega). Tiene una evolución particular.
Se diferencia de la europea por los materiales y por la técnica. En España la escultura barroca
es casi toda en madera policromada. La policromía llega a cambiar mucho el acabado final. Así las esculturas españolas están hechas por varias personas: primero los aprendices del taller, después entalladores y tracistas que esculpen la imagen, después el policromador o estofador. El color le da ese realismo que quiere la gente, no figuras blancas en mármol sino figuras con el color natural de la piel y de los tejidos. Además se utilizan otro tipo de postizos como pelos naturales, uñas, pieles de animales, ojos de cristal, etc. Todo para acentuar el realismo, para que el pueblo sienta a esa figura como algo cercano a él.
Había algunas imágenes de vestir, en ellas sólo se esculpía la cabeza y las manos y después se cubría con ropas verdaderas que podían cambiarse cada cierto tiempo. Así se abarataba la figura. La escultura con función didáctica también se localiza en los retablos.
Es en el siglo XVII cuando se crea la imagen procesional, es la imaginería, el arte en la calle.
Estos pasos profesionales introducen elementos nuevos:
Son imágenes en madera policromada que se ven andando, con un cierto movimiento que hace
más realista a la imagen, que le da a la vez un aire de misterio que es el que arrebata al pueblo.
Las procesiones se hacían de noche y la imagen va iluminada con fuego. Así su imagen se
recorta en la noche produciendo unos efectos de tintineo de la luz. Así aumenta ese misterio y el respeto que se siente por ella.
Además de imágenes también se construían para estas procesiones otros tipos de construcciones provisionales: Arcos de triunfo de cartón-piedra con figuras, banderas y estandartes,etc.
Otra característica es que los nuevos encargantes ya no son la Corte, la nobleza o el alto clero,
sino gentes de escala social más baja, parroquias pequeñas y cofradías que podían ser gremios de artesanos o cofradías de apoyo mutuo para socorrer a los más necesitados. Estas cofradías encargaban obras para sacarlas en procesión y todos los miembros de esta cofradía llevaban el mismo traje y la misma capucha y sentían auténtica devoción por su imagen.
1.3 Hay dos grandes focos de imaginería barroca: Castilla y Andalucía.
1.3.1 Castilla.
La ciudad principal de este foco es Valladolid porque casi era la capital de España (estuvo a
punto de serlo) y porque allí había una gran tradición de escultura en el siglo anterior con Alonso
Berruguete y Juan de Juni.
Pero el creador de la imaginería castellana y vallisoletana fue Gregorio Fernández. Formado
con Francisco Rincón, insiste en la tradición anterior de Berruguete pero con elementos ya barrocos. Tras él, Valladolid pierde importancia.
Su estilo es muy peculiar, domina perfectamente el oficio y hace una escultura bien acabada en
todas sus partes. Le interesa el realismo y la verosimilitud. Trata con cuidado la anatomía y las texturas de la piel, en sus obras, cabeza y manos son fundamentales, las cabelleras las peina en mechones cortos y aplastados, como mojados y pegados a la cabeza. Las manos son expresivas, los dedos los suele colocar hacia delante, con el envés. Sus ropajes y plegados son acartonados, duros, porque en esos ropajes busca un contraste expresivo, con las superficies pulimentadas de la piel. La policromía es mate, sin brillo (eso es una característica de toda la imaginería castellana en general).
Cristo muerto. En el museo de Valladolid. CRISTO MUERTO
Hay un tratamiento anatómico perfecto en su desnudo, el cual contrasta con el plegado geométricamente. Sus cabezas son
siempre expresionistas, con rostros desencajados, heridas con sangre, con mucho morbo, con más patetismo que realismo. En la escuela castellana era frecuente presentar al Cristo crucificado muerto y en Andalucía agonizando)
1.3.2 Andalucía
Tiene a su vez dos focos: Sevilla y Granada. En Sevilla trabaja un escultor de éxito: Juan
Martínez Montañés, el cual nace en 1568 y muere en 1648. Con él se forma Alonso Cano, el
principal escultor de la escuela granadina. Con Montañés hay una mayor continuidad con la tradición pero su estilo crea escuela y todos los escultores pequeños de taller siguen los preceptos dictados por él. Tiene un estilo diferente a Gregorio Fernández ya que Montañés se formó en un ambiente clásico tardo-manierista. Por eso sus figuras son reposadas, solemnes, no expresan rasgos tan patéticos como las de Gregorio Fernández. Emplea esquemas anatómicos todavía manieristas. Su escultura es serena, realista pero sin patetismos. Su policromía es más rica y variada que en la escuela castellana y va siempre en brillo.
CRISTO DE LA CLEMENCIA a fue realizado en 1603 y es el encargo de un canónigo de la Catedral de Sevilla donde todavía está. El encargante le dijo como había que representarlo, vivo pero agonizando, que mire a cualquiera que le mire, desde cualquier punto de la capilla donde está situado y Montañés así lo hizo. La sangre es menor que en Castilla, son chorritos pequeños. El paño de pureza es real, cae reposadamente con plegados minuciosos y más naturalistas
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