ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL HANAL PIXAN


Enviado por   •  30 de Junio de 2014  •  1.044 Palabras (5 Páginas)  •  268 Visitas

Página 1 de 5

EL HANAL PIXAN

UN ENCUENTRO MISTICO ENTRE VIVOS Y MUERTOS

Por: L.T. Irazú Acevedo Solís

La cultura de un pueblo está basada en sus costumbres y tradiciones. La tradición del día de muertos representa una actitud específicamente mexicana ante la muerte, este día 2 de Noviembre "Día de los Difuntos", es un día consagrado a los muertos queridos.

Es extraña y muy característica, la idea, todavía arraigada entre una gran mayoría de mexicanos, de que en el más allá se la licencia a los difuntos para visitar a sus parientes que se han quedado en la tierra, un huésped ilustre, a quien se ha de festejar y agasajar en la forma más atenta.

En el caso de la cultura maya la celebración del Hanal Pixán tiene sus raíces en costumbres extendidas por los evangelizadores y ciertos rasgos mayas prehispánicos. Al correr los años, sus costumbres fueron sufriendo cambios con la llegada de los conquistadores y los misioneros, que adecuaron las antiguas tradiciones a las creencias religiosas y que son las que conservamos hasta nuestros días. Los orígenes de esta celebración se remontan al año 835 en que la iglesia cristiana designa el día 1 de noviembre como el día de los santos difuntos cambiándolo, luego en el año 1222 en el concilio de Oxford en Francia, al día 2.

Del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas "reciben permiso" para visitar a sus familiares.

El primer día se dedica a los niños y le llaman u hanal palal. El segundo día, 1 de noviembre, está dedicado a los adultos muertos y le llaman u hanal nucuch uinicoob, y el tercer día es el u hanal pixanoob llamado en algunos lugares misa pixán, porque ese día se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población. Se acostumbra, principalmente en el interior del Estado, que los niños usen durante esos días una cinta de color rojo o negro en la muñeca derecha, a fin de que las ánimas no se los lleven. También se acostumbra amarrar a los animales de la casa, porque podrían ver a las ánimas e impedirles el paso hacia el altar.

La tradición incluye varios ritos, pero el principal consiste en poner una mesa que funciona como altar, alumbrada con velas de cera, debajo de los árboles del patio y cerca de las sepulturas de los familiares, donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, pibes o mucbipollos, jícamas, mandarinas, naranjas, xec (mezcla hecha con naranja, mandarina, jícama y otras frutas, así como chile molido), dulce de papaya, coco y pepita, tamales de x'pelón, vaporcitos, balché (bebida embriagante que se hace con la corteza de un árbol que se llama así), pan dulce y jícaras de sabroso tan-chucuá (atole que se fabrica con masa de maíz, cacao, pimienta y anís). Todo eso adornado con veladoras, flores, ramas de ruda y las fotografías de las personas fallecidas.

El día de los niños difuntos el altar es decorado con un mantel bordado en tonos alegres, en el que se colocan, además de los alimentos, dulces y juguetes, y se adorna con flores de xpujuc (de tipo silvestre y color amarillo), xtés en color rojo y virginias.

Estas viandas pasan toda la noche del 1 al 2 de noviembre, en esos pequeños altares, debajo de los árboles. Y cuando las almas de los

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (6.1 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com