EL MONACATO PRIMITIVO
Carogg11126 de Julio de 2013
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Pontificia Universidad Católica Argentina
"Santa María de los Buenos Aires"
Facultad de Teología
Pbro. Lic. Ernesto R. SALVIA
Año 2006.
UNIDAD V I I
EL MONACATO PRIMITIVO
1. Manifestaciones monásticas en ambientes ajenos a la Revelación.
2. Orígenes del monacato cristiano.
3. San Antonio, padre de los monjes. Los anacoretas;
4. San Pacomio y la vida cenobítica;
5. Las primeras mujeres anacoretas y los cenobios femeninos.
6. El monacato en Asia;
7. San Basilio de Cesarea y sus escritos monásticos;
8. Los inicios del monacato en Roma y el resto de Italia;
9. La Galia monástica;
10. El monacato en Africa y España.
El estudio del monacato cristiano conforma una de las páginas más ricas más llenas de
la historia de la Iglesia, escuela de vida y santidad, foco de cultura para toda la humanidad.
1. MANIFESTACIONES MONÁSTICAS EN AMBIENTES AJENOS A LA
REVELACIÓN1:
Nos referimos primero, a las características comunes que encontramos en las
principales religiones como expresión universal del ansia del hombre por la trascendencia y
por su concurrencia en elevarse hacia la unión con la divinidad. Después de un breve análisis,
recorriendo la sociología de las religiones paganas descubrimos semejanzas y ciertos
paralelismos con el monacato cristiano.
En el siglo XIX se suscitó una fuerte polémica con los historiadores protestantes
quienes afirmaban que el origen del monacato cristiano no era genuino de la doctrina
evangélica sino que debía su nacimiento y desarrollo en las otras expresiones religiosas. Por
otra parte, consideraban poco verosímiles o más bien legendarias las primitivas vidas de los
padres del desierto, como la vida de San Antonio (el padre del monacato cristiano), o bien San
Pablo de Tebas, de San Hilarión, etc. Todas ellas, según los protestantes habían sido poco
menos que ideadas para silenciar el origen pagano del monacato cristiano2.
Desde el lado opuesto, la reacción católica no se hizo esperar, ya que la polémica
originó una corriente de interés en el estudio por los orígenes del monacato, al principio
-reconocemos-, sin mucho orden, llegando al extremo de ubicar los orígenes del mismo en la
voluntad expresa de Jesucristo, cerrando así toda posibilidad de conexión con las demás
religiones circundantes.
Como vemos, ambos caminos estaban lejos de descubrir la solución al tema del origen
del monacato. Durante el s. XX, y gracias a los estudios de las religiones comparadas, los
aportes de la psicología religiosa y el avance ecuménico fue posible encontrar una solución
más científica y reposada que las anteriores. El documento del Concilio Vaticano II sobre las
relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, fue, como el corolario de un largo
1Cfr. ALVAREZ-GOMEZ, J, Historia de la vida religiosa, Madrid, 1987, 3 vols.
2 WEINGARTEN, H, Origen del monacato en la época postconstaniniana, obra publicada en 1876.
proceso de marchas y algunas contramarchas, pero de todas formas, bastante elocuente en
éste sentido:
“ya desde la antigüedad y hasta nuestros días se encuentra en los diversos
pueblos una cierta percepción de aquella fuerza misteriosa que se halla presente
en la marcha de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana, y a veces
también el conocimiento de la suma Divinidad e incluso del Padre Esta
percepción y conocimiento penetra toda su vida con un íntimo sentido
religioso”3
De allí, antes de introducirnos a los distintas expresiones ascéticas en las distintas
religiones paganas, es conveniente intentar una síntesis sobre el tema de la recurrencia de la
expresión ascética en las demás religiones y detenernos especialmente en lo genuino o
específico del monacato cristiano.
1) Se puede decir que existen semejanzas y aún influencias entre las instituciones
religiosas, entre los diversos pueblos, como puede ser el monacato.
2) Pero a pesar de las influencias, también es cierto que existe una fuente en las que
todas las religiones han bebido y ella es la dimensión antropológica de toda religión,4.
3) Así mismo, desde las características comunes del monaquismo los autores actuales
están de acuerdo en que el hombre, aparte de ser homo faber, homo sapiens, homo religiosus
es también homo monasticus.
Si graficáramos lo que queremos explicar el tema estaría planteado de la siguiente
forma:
REALIDAD ANTROPOLOGICA
Así el monacato es la expresión, la manifestación concreta del ascetismo propio que
se ve en toda religión.La finalidad de todo ascetismo es el tender a colocar en el primer plano
de la vida cotidiana únicamente aquello que nos haga entrar en contacto con lo sagrado. Este
ascetismo, no es por tanto monopolio de ninguna religión, sino patrimonio común de todas las
religiones.
4) En nuestro caso, la originalidad del monacato cristiano no debe ser confundida.
A pesar de los elementos antropológicos comunes con otras religiones y las proyecciones
socio-culturales coincidentes, lo específico del monacato cristiano tiene sus raíces en la unión
con el Dios revelado por Jesucristo5.
Del estudio de las variadas religiones que presentan desarrollado un cierto
monaquismo entre los que descubrimos los siguientes elementos comunes a saber:
- organización de la propia vida en una cierta separación del mundo o de la sociedad.
- se practica la continencia y la virginidad
- preeminencia de la oración dentro de la organización del día.
3Cfr. CONCILIO VATICANO II, Nostra Aetate, 2.
4 ALVAREZ GOMEZ, J. o.c., I, 37.
5 Es posible pues que encontremos en el monacato cristiano ciertas estructuras organizativas comunes a las otras
religiones, de allí que se busquen múltiples paralelismos, no solo en el aspecto individual, como el caso del
eremitismo, sino también en el aspecto colectivo, es decir, la vida de los monasterios.
2
Ascesis
Monacato
- prácticas penitenciales, y la austeridad como hábito.
- sujeción a una regla o norma de vida
- sumisión a un superior
- pobreza, mendicidad
- exige un tiempo de iniciación o noviciado.
- se le coloca al sujeto un nombre nuevo
- uso de vestimenta diferente a los demás
- sistema penitenciario para quien quebranta las normas de vida.
1.1. Monacato en la India:
No es raro, en un país donde la ascésis es tan practicada y conocida, el monacato
forme parte de la expresión del genio religioso hindú, en su ardiente búsqueda por el ser
supremo, en lo hondo de sí mismo, en lo hondo de todo y más allá de todo.
Ya antes del siglo V a.C. se conocen monjes que recorren el país como peregrinos en
número considerable, visitando santuarios y mendigando la subsistencia. Otros monjes eran
aquellos que vivían en la soledad de los bosques, ocultos de la mirada de los hombres, en
forma de ermitaños.
Cuando aparecieron las reformas de Buda (567-483 a.C.) y de Jina estos enseñaron a
sus seguidores, la reclusión monástica como el mas seguro el camino de perfección. Aunque
la peregrinación mendicante, siguió subsistiendo, se fue creando poco a poco, un tipo de
organización comunitaria, con la correspondiente regla de vida, en la que se insiste mucho en
la práctica de la pobreza.
El monacato budista, en cuanto su estructura, es el más parecido a monacato cristiano,
aunque existe una gran diferencia en cuanto a las motivaciones fundamentales. En cuanto a las
diferencias, hay que decir que la cosmovisión budista de la vida, consiste en un fuerte espíritu
trágico y negativo de todas las cosas, todo lo que sea humano es vanidad y constituye un
obstáculo para alcanzar la felicidad. El monje busca solamente saber morir a todo. La santidad
budista se consigue por la aniquilación más completa de todas la facultades sensoriales, por la
victoria sobre el sufrimiento que lleva a la quietud y al reposo definitivo. Al carecer de Dios
personal, hay que pasar por varias vidas, varias reencarnaciones, para poder llegar a la
perfección.
La difusión del monacato budista, se realizó a partir de la llegada de los griegos a la
India en el siglo IV a.C. y que fueron expresados en los escritos griegos considerando a los
hindúes como hombres de contemplación.
1.2. Enclaustrados de Serapis en Egipto:
Estos se encuentran en el país justamente donde el monacato cristiano tuvo su origen y
desarrollo primitivo, de allí que algunos autores como Weingarten, sostenían que las raíces
del monacato cristiano provenía de ésta modalidad egipcia.
Sin embargo estudios posteriores nos indican que éstos eran personas que se
encerraban en el templo sagrado de Serapis, a fin de recibir un oráculo, o bien destinado a
conseguir una curación para ellos mismos o para otras personas a quienes suplían mediante el
pago de un salario.
Esta forma de monacato estaba muy lejos del ideal del monacato cristiano; aquí no
existía servicio a
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