EL PRINCIPE

Introducción

EL PRINCIPITO es un encantador relato dedicado a los niños pero se mezclan, junto a lo maravilloso, ciertos trazos de psicología que revelan un delicado conocimiento de las relaciones que se crean la amistad y el amor. En si es dedicado para aquellos adulto que algún día fueron niños.

La historia es un hecho maravilloso de este autor en las que nos expresa claramente el amor hacia las personas y hacia las cosas pequeñas que tengamos.

En esta obra confluyen una serie demostraciones de actitudes que permiten la revaloración.

El principito es una bella historia que nos guía para redescubrir los sentimientos y las cosas pequeñas como lo mejor que tenemos y que tendremos, para saber vivir, aprender aquello que realmente nos hará felices y que probablemente ya hemos olvidado por el sólo hecho de haber crecido o de ser adulto.

Una característica especial es que es un libro de cuentos para niños y un libro de filosofía pura para los adultos.

La moraleja nos dice que el hombre se encontrara a si mismo y encontrara sus valores, y nunca perdiera el espíritu de niño que hay en su interior. Con el paso de los años, cambian nuestra visión del mundo, nuestras fantasías, ilusiones, del afán por emprender, la búsqueda de respuestas, pero más que toda la capacidad de disfrutar de las cosas bellas y pequeñas. "El principito no renunciaba nunca a una pregunta q había hecho." Eso nos expresa que nunca debemos renunciar nuestras metas. En esta historia el aviador renuncia una meta que era de ser pintor en las que el principito le anima a retomar esa dicha de dibujar que no importara como la hacia, simplemente estaba el esfuerzo de hacerlo.

Nos hace reflexionar sobre lo que es verdaderamente es importante y lo que no lo es.

Una reflexión especial que narra en la historia es cuando el principito en buscas de amigos se encuentra con el mercader y el guardagujas en las que nos indican la velocidad con la que se vive en el mundo de los adultos, la obsesión por ir deprisa, por no perder tiempo, se dedican a poseer, comprar, hacer, trabajar pero no por sentir, ni experimentar, y no se dan cuenta por estar demasiado ocupados. De esta manera, olvidan los verdaderos valores y ni siquiera ellos mismo saben a donde se dirigen. Otra es la del el zorro que fue el amigo que le enseño una lección al principito la cual decía, que no hay que juzgar a las personas por su apariencia física sino valorarlas por su mentalidad y por lo que eran realmente en la vida.

Esta historia nos enseña diversidades de cosas pero todo consiste en el amor hacia nosotros mismo y hacia lo demás valorarnos y ser nosotros mismo de tal

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