EL RENACIMIENTO

EL RENACIMIENTO:

Movimiento literario, artístico y científico que tuvo lugar en Europa en los siglos XV y XVI, basado en gran parte, en la imitación de la antigüedad.

El término renacentista apareció en 1568, en la segunda edición de las Vidas de Vasari, aunque para expresar un fenómeno que se remonta al siglo anterior: la renovación de las artes bajo la influencia del redescubrimiento de la antigüedad, lo que permitió sustraerse a la pretendida barbarie del estilo gótico.

La historia del arte del siglo XX ha relativizado esta visión, por una parte poniendo el acento en la vitalidad del gótico, fuera de Italia, hasta el siglo XVI y por otra estudiando los renacimientos, carolingio, románico, que dejando aparte el de Giotto, punto de partida de Vasari, precedieron al renacimiento de los siglos XV y XVI. Este sin embargo, va mucho más lejos que la mera copia de temas aislados de las épocas precedentes: el retorno a las fuentes antiguas se traduce en un sistema coherente de arquitectura y de decoración, planos, trazados modulares, sistemas de órdenes, un repertorio nuevo de temas mitológicos y alegóricos, donde el desnudo adquiere un lugar relevante.

Asimismo, va acompañado de aspiraciones estéticas, que en pintura se traduce por la búsqueda del espacio y del relieve respecto a los cánines grecorromanos, científicas, intentó poner fin a la separación entre las artes, la técnica y el pensamiento, e incluso estéticas, exaltación de la inteligencia, de la individualidad, del héroe, que se superponen a los valores cristianos. Fue en Florencia, a partir de la primera mitad de quattrocento, donde todos estos elementos se conjugaron en el arte de los Brunelleschi, Donatello, Masaccio, y en el pensamiento de L. B. Alberti.

Este primer renacimiento de una robustez y un sabor primitivos que reflejaban la espontaneidad y el enriquecimiento de Italia en su conjunto, encontró nuevos aliados en Urbino, Ferrara, Mantua, Milán y Roma. En 1494, la llegada de los franceses trastornó el equilibrio italiano y Roma recogió la antorcha del modernismo, hasta la dispersión de los artistas que siguió al saqueo de 1527.

Este fue el segundo renacimiento, alto renacimiento, obra de artistas de orígenes diversos, reunidos por los papas y realizaron en el más alto grado las aspiraciones florentinas de universalismo, polivalencia y libertad creadora: Brahamante, Rafael y Miguel Angel, Leonardo da Vinci, no obstante tras sus años en Milán, se vio empujado a una carrera nómada. Otros focos contribuyeron a este apogeo cíclico del renacimiento: Param de Correggio y sobre todo Venecia, con Giorgione y más tarde con el largo apogeo de Tiziano, que acompañaría más tarde al de palladio en arquitectura.

Esta época dio comienzo de la difusión del nuevo arte en Europa. Durero se impregnó del primer renacimiento veneciano Giovanni Bellini, y el viaje de Gossart a Roma, en 1508, abriría a la pintura de los países bajos la vía del romanicismo. España y después Francia se verian influidas por el sesgado en la decoración: arebescos, follajes, pilares y órdenes chapados sobre una arquitectura tradicional reemplazaron las tendencias góticas.

En España, esta primera arquitectura, que retoma elementos ornamentales renacentistas para sobreexponerlos a edificios, aún de estructura gótica, se denominaría plateresca. De hecho no iba a ser sino hasta el segundo tercio del siglo XVI cuando se adoptase racionalmente

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