Educación De La Mujer Entre Los Indios De Yucatán
lettyyaz26 de Septiembre de 2014
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ESCUELA NORMAL SUPERIOR “PROFR. MOISÉS SÁENZ GARZA”
MODALIDAD MIXTA 2º SEMESTRE
LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO HISTÓRICO DE MÉXICO I
BLOQUE I: LA EDUCACIÓN EN EL MÉXICO PREHISPÁNICO
NOMBRE: Leticia Yazmín Treviño Alexander Anderson
Maestra: Irene Morales Sandoval
FECHA: 26/ABRIL/2014
PRODUCTO 4
Educación de la mujer entre los indios de Yucatán Fray Diego de Landa
Castidad y educación de las indias de Yucatán
Sus relevantes cualidades y su economía
Su devoción y especiales costumbres en sus partos
Preciábanse de buenas y tenían razón porque antes que conociesen nuestra nación, lo eran a maravilla.
Acostumbraban volver las espaldas a los hombres cuando los topaban en alguna parte, y hacerles lugar para que pasasen, y lo mismo cuando les daban de beber, hasta que acababan de beber.
Acostumbraban volver las espaldas a los hombres cuando los topaban en alguna parte, y hacerles lugar para que pasasen, y lo mismo cuando les daban de beber, hasta que acababan de beber.
las riñen mucho y se los untan con su pimienta
si no son honestas, las aporrean y untan con la pimienta en otra parte, por castigo y afrenta.
Dicen a las mozas indisciplinadas que parecen mujeres criadas sin madre.
Crían aves de las suyas y las de Castilla para vender y para comer. Crían pájaros para su recreación y para las plumas, con las que hacen ropas galanas; y crían otros animales domésticos, de los cuales dan el pecho a los corzos
tienen costumbre de ayudarse unas a otras al hilar las telas, y páganse estos trabajos como sus maridos los de sus heredades
Tienen por gran fealdad mirar a los hombres y reírseles
Son muy fecundas y tempranas en parir y grandes creadoras, por dos razones: la una, porque la bebida de las mañanas que beben caliente, cría mucha leche y el continuo moler maíz y no traer los pechos apretados les hace tenerlos muy grandes, de donde les viene tener mucha leche.
Emborrachábanse también ellas en los convites, aunque por sí, ya que comían solas, y no se emborrachaban tanto como los hombres
Tienen pocos secretos y son tan limpias en sus personas y en sus cosas, por cuanto se lavan como los armiños
Eran muy devotas y santeras quemándoles de sus inciensos, ofreciéndoles dones de ropa de algodón, comidas, bebidas pero con todo eso no tenían por costumbre derramar su sangre a los demonios, ni lo hacían jamás
Para sus partos acudían a las hechiceras, las cuales les hacían creer sus mentiras y les ponían debajo de la cama un ídolo de un demonio llamado Ixchel
Nacidos los niños los bañan luego y cuando ya los habían quitado del tormento de allanarles las frentes y cabezas, iban con ellos al sacerdote para que les viese el hado y dijese el oficio que había de tener y pusiese el nombre que había de llevar el tiempo de su niñez
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