El Ascenso Del Nacismo

Introducción

Para cuando concluyó la guerra, 1919, el mundo había sido transformado. Los años de contienda habían dejado consecuencias tanto en lo económico, como lo político y lo social. Sin embargo, el proceso no había concluido con la firma de la paz. Sino que se iniciaba un etapa de entre guerras (1918-1939) donde se consolidó un conjunto de ideas ultra nacionalista cuyo germen provenía de la segunda mitad del s. XIX.

En Alemania de 1919 se iniciaba un proceso de inestabilidad política cuyo inició fue dado por la República de Wëimar. Los sectores conservadores, la élite y los militares desplazados por el Tratado de Versalles se pronunciaban desconformes con la nueva República.

La joven república se alzaba por manos de los sectores de izquierda. Cuyo socialismo amenazaba los intereses de la élite. La reacción de las clases dirigentes no tardó en producirse. Quienes todavía sentían la derrota y observaban con humillante amargura, en incontables casos, la ruina personal.

Los ultra conservadores solo podían prometer hondas reformas sociales, que habrían de realizarse en un marco nacional. Porque el internacionalismo era incompatible con el afán de reivindicarse de la aristocracia y la burguesía. Les urgía combatir al socialismo en su doble aspecto de doctrina: colectivista y movimiento internacionalista. La formula que comenzaba a circular les resultaba perfecta: socialismo nacional o nacionalsocialismo. Cuyas raíces provenían de las ideologías antisemitita, pangermánicas y nacionalista del s. XIX. Pero que fueron cobrando fuerza a medida que Alemania se hundía en la miseria producto del Tratado de Versalles de 1919.

El nacionalsocialismo solo aludía al socialismo como una mera forma de captación de masas, como un primer recurso necesario para llegar al pueblo empobrecido y abatido. Pero que fue abandonando su doctrina socialista más visiblemente a mediados de la década del ’20. Cuando la extrema derecha encontró apoyo en los sectores más conservadores que buscaban acabar con el socialismo y el comunismo.

El partido Nazi aglutinó las ideologías nacionales del s. XIX. Su objetivo fue la Alemania unificada y gloriosa.

Las bases del Nacionalsocialismo

Las esperanzas nacionalistas se consumaron durante el gobierno de Bismarck, con la declaración del Imperio Alemán 1871. No obstante, “el conservadurismo de Bismark parecía incapaz de frenar las divisiones sociales que amenazaban con dividir la nación en un momento de rápida industrialización” (Mosse 1975:33)

Surgía un “conglomerado protonacionalsocialista” (Buchrucker 2008:31) que fueron un conjunto de ideas producidas por quienes consideraban insuficiente y blanda la fórmula oficialista.

“La idea central era definir al verdadero alemán con criterios de pureza cultural y racial, superando de esa manera, por la vía de una ideología unificadora, las divisiones socioeconómicas, religiosas y regionales que se mantenían en los otros partidos” (Buchrucker 2008:31)

El comunitarismo völkisch; planteaba la supremacía de la comunidad alemana. Otra rama de esta se interesaba por la formación de sectas elitistas. El antisemitismo ideológico; que trataba el asunto judeófobo desde un punto de vista mas “objetivo”. Presentaba a los arios y a los judíos como incompatibles genéticamente, y estos últimos como intentando apoderarse de Alemania y el mundo. Racismo Darvinista: sostiene que las razas superiores estaban amenazadas por fenómenos degenerativos producidos por el mestizaje. Imperialismo pangermánico presentaba la urgencia del imperialismo colonial y la unión entre Alemania y Austria.

Austria- Hungría y la Primera Guerra Mundial

La política exterior de Guillermo II redujo el sistema de alianzas que Bismarck había entablado a solo una para 1910; con Austria-Hungría.

Los alemanes representaban la cuarta parte del Imperio Astro-Húngaro, que tras la derrota en Sadowa por Prusia buscó un punto de equilibrio en el sistema de doble monarquía 1867.

Los nacionalismos al interior del Imperio representaban graves dificultades, incluso los húngaros se manifestaban por la independencia. Francisco José I tuvo que lidiar con estas fuerzas que el 28 de junio de 1914 le dieron muerte al archiduque Francisco Fernando heredero al trono . Este episodio sería el detonante de la Primera Guerra Mundial (Séller 2008:123). La alianza entre Alemania y Austria-Hungría implicó la intervención de la primera en la guerra contra Serbia. A la cual, luego, se sumaría Rusia, Francia y Gran Bretaña del lado de Serbia. La guerra concluiría con Austria firmando un armisticio con Italia, 3 de noviembre de 1918. El 11 de noviembre Carlos se refugia en Suiza. El 9 de noviembre Guillermo II abdica y huye a los Países Bajos

El nacionalismo febril de guerra y posguerra

Durante la guerra las luchas ideológicas internas fueron alineadas y dirigidas hacia el enemigo exterior. Pero con las crecientes dificultades a partir de 1918 se reanimaron el sentimiento nacionalista.

En la última etapa de la República el aparato propagandístico del partido Nazi logró marginar a sus competidores y crear la imagen de que el partido tenía las explicaciones y las soluciones a todos los problemas. Principalmente porque el resto de los partidos aparecían mas o menos culpables de los desastres alemanes desde 1918.

Los mitos que intentaban identificar a los enemigos y solucionar todos lo problemas eran: 1) El país como inocente, rodeado y atacado en 1914. 2) La puñalada traidora de 1918 y la República de Wëimar como inevitable camino hacia el marxismo. 3) El fracaso inevitable de la economía liberal de la República. 4) La “conspiración de la judería mundial”, como causa oculta de los tres desastres anteriores. Por soluciones daban: 1) El nacionalsocialismo, entendido como comunidad del pueblo, basada en el valor de la raza. 2) La primacía de la personalidad, la autoridad y el principio de liderazgo. 3) Un imperio continental germánico como espacio vital. (Buchrucker 2008:72)

La República de Wëimar

Los conflictos al interior de la República no tardaron en hacerse ver productos de las tensiones entre partidos de izquierda y derecha. Sumada a la ineficacia del gobierno para apalear la crisis económica producto del Tratado de Versalles.

El Tratado de Versalles (1919) limitaba las fuerzas armadas de Alemania, exigía el pago de compensaciones y disponía de cláusulas territoriales (Séller 2008:125).

En las primeras etapas de la República

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