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El hombre como ser biopsicosocial


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2015  •  Apuntes  •  2.217 Palabras (9 Páginas)  •  296 Visitas

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1.1 EL HOMBRE COMO UNIDAD BIOPSICOSOCIAL

El hombre es un animal biológico con necesidades de supervivencia, que se conduce primitivamente por los impulsos derivados del instinto y que se expresan en los actos que realizamos para conservar la vida y la salud corporal. Aristóteles, dice: “el hombre es un animal racional”, porque alude la doble naturaleza humana, por un lado y, por otro lado, como producto de la evolución y de una organización

El ser racional, la conciencia de las cosas, es la que le otorga al individuo la dimensión propiamente humana y espiritual.

La existencia biológica y ser espiritual le confieren al humano un doble tipo de necesidades, debe atender su alimentación, descanso, reproducción, ya que son las primeras que reclaman su atención y las primeras que deben satisfacerse. Esto nos indica que cuando la necesidad biológica no se encuentra satisfecha, difícilmente puede el sujeto concentrarse, para determinar cuál es su misión en el mundo.

El hombre tiene tres grandes dimensiones en las que se desenvuelve y actúa: la biológica, la racional y la socialización.

Aristóteles dice “el hombre es un animal social” eso distingue a la especie humana de las del resto del reino animal “asociación de los individuos”

Por todo esto el hombre es un ser biopsicosocial que tiene integradas en su persona tres grandes dimensiones la biológica, la psicológica y la social, dimensiones que están estrechamente ligadas y son las partes entre las que el individuo debe distribuir su atención para desarrollarse armónicamente.

HOMBRE – NATURALEZA  

El hombre, como ser vivo forma parte de la naturaleza y con su sola existencia física que implica el respirar, comer, etc., transforma en forma inconsciente el escenario natural de su existencia, su hábitat, el individuo no se limita a existir, busca ser y realizar sus aspiraciones racionales a través de sus obras, con el barro hace ladrillos, con los ladrillos hace paredes, con estas hace casa, pirámides, y catedrales. El hombre ejerce una influencia consciente  sobre los recursos para transformarlos  y adaptarlos cada vez mejor  a la satisfacción de sus necesidades

HOMBRE – SOCIEDAD  

El hombre se dio cuenta que existen ciertas empresas que por su tamaño o duración son superiores a sus fuerzas como individuo aislado, también se percató que la división del trabajo multiplicaba el resultado de su esfuerzo, si cada uno se dedicaba  a desarrollar la actividad en que tuviera mayores aptitudes, habilidades y destrezas, por esta y muchas causas el hombre se asoció,

El hombre busco principalmente incrementar las ventajas resultantes de la división del trabajo y la especialización, y hubo necesidad de establecer reglas para organizar, y formalmente se creó la sociedad.

1.2 LA SALUD PÚBLICA HACIA LA SOCIOLOGÍA DE LA SALUD

La salud pública aparece como un fenómeno socialmente institucionalizado donde intervienen contradictorios intereses, y llegan a determinar sobre la vida y la muerte del individuo

“La salud pública es la ciencia y el arte de promover salud y prevenir enfermedad, mediante esfuerzos organizados de la sociedad.” Esta definición ratifica la imposibilidad de identificar una actividad colectiva que lleva por nombre dos términos indefinibles: salud y público.

La sociología “es el estudio de las formas y modos  cómo se organiza socialmente la vida humana” (Joas y Knöbel, 2004).

Lo social está en el centro de la salud pública y de la sociología, este vinculo se vuelve aún más firme cada vez que se reitera que salud poblacional depende: de los “determinantes socioeconómicos”, las relaciones entre pobreza y enfermedad, salud y bienestar material, desigualdad y prevalencia de enfermedades eran reconocidas desde los albores de la salud pública por clásicos como J. P. Franck  y R. Virchow.

La salud pública se relaciona con el Estado, y el potente movimiento de la Nueva Salud Pública, que entrega gran parte de las tareas y responsabilidades preventivas al individuo y a su capacidad económica de promover su propia salud y evitar enfermedades. La sociología, es la estructura y las normas que ordenan la sociedad, o más bien debe observar las acciones individuales en su relación con el colectivo. Las políticas públicas operan con el concepto de que política, economía y comunidad constituyen una unidad nacional, y la sociología entiende la nación como una forma de sociedad influida tanto por los subgrupos y las poblaciones que en ella conviven, como interactuando en el espacio transnacional y las tendencias globales.

La sociología detecta que el nivel socioeconómico de la familia así como su proveniencia social, siguen siendo los factores predictivos determinantes del estatus que alcanzan sus hijos.

El individuo existe para el sociólogo solo en plural, pues el ser humano siempre vive en una comunidad, que se plasman como “figuras” o “modelos procesales”. Cada persona encarna una figura con una diversidad de valores, ya que cada figura contiene matices familiares, políticos, laborales, lúdicos, emotivos y otros, los procesos sociales consistiendo justamente en las modificaciones que las figuras sufren a lo largo del tiempo. Figuras semi-autónomas y procesos sociales producen un equilibrio de poderes que se denomina “balance nosotros-yo”, aunque detecta una tendencia de desviación hacia un balance yo-nosotros. Todo ser humano está sometido a poderes, pero a su vez tiene algún poder sobre otros. (Norbert Elias 1897-1990)

La sociología desarrolla de inicio una mirada específica y propia a hechos sociales que son externos al individuo y coercitivos por cuanto necesariamente deben ser internalizados, mediante una socialización primaria, familiar, y una secundaria de orden escolar, como identificara muy tempranamente. Para concederle el estatus de una ciencia, estableció las tres reglas que deben guiar la investigación de hechos sociales:

1) Descartar prejuicios;

2) Identificar y delimitar el problema a estudiar;

3) Extraer conclusiones objetivas y no matizadas por ideologías o creencias.

La sociedad se estructura en torno a determinados valores y creencias, un lenguaje que anticipa al estructuralismo.

Las sociedades contemporáneas tienen una solidaridad orgánica que logra la cooperación de  tareas comunes gracias a la división del trabajo y a los roles o funciones, anticipándose así, también, al lenguaje de las funcionalidades sociales. Cuando la sociedad pierde organicidad, sus normas se desploman, se vuelve anómica. La anomia es enfermedad de la sociedad donde los acuerdos no se basan en normas compartidas, sino en contratos formales. (Emil Durkheim 1858-1917)

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