Están ya cansados de que no hay privacidad

Algo extraño esta pasando en la ciudad, repentinamente niños empiezan a desaparecer misteriosamente y sin dejar rastro, son solo ellos las victimas de un enemigo que no deja pistas a la policía para resolver tal misterio. Debido al ambiente tenso y plagado de inseguridad de el lugar donde viven, los padres de familia en desesperación y como esperanza de protección deciden cerrar las escuelas, los parques son clausurados, toques de queda, las reuniones prohibidas, las llamadas de teléfono vigiladas, que sus hijos no salgan solos a las calles y vigilar cualquier cosa que sus hijos hagan con la única esperanza de no permitir una victima más de los llamados ¨chupadores¨.

Los padres los protegían, los maestros se desconcertaban, la policía no sabía como actuar ni a que se enfrentaban y el mundo entero intento protegerlos ante tal tragedia, nadie tenía una explicación verdadera, ¿eran demonios? Nadie lo sabía, tal mal indefinido venía por los jóvenes.

Con esta situación aterradora se siente la tensión en la escuela, tanto que hasta los padres desconfían de los mismísimos maestros y el miedo recorre las aulas. Los padres piden cerrarla, puesto que es un peligro para sus hijos. La escuela es cerrada y ahora a los jóvenes solo les quedan sus hogares.

Están ya cansados de que no hay privacidad, diversión o distracción alguna a este mal, así que deciden no quedarse de brazos cruzados y emprender la búsqueda de una solución para el mal que los aqueja, y de investigar y descubrir la verdad tras el misterio de las desapariciones de aquellos se rumoraba que fueron ¨elegidos¨.

Hay una aparente esperanza en todo esto. La última clase del profesor los lleva a la lectura de un texto que escribió un amigo de la clase desaparecido. Es extraño, pero gracias a ello ocho niños descubren que hay una manera de reunirse y vivir lo que ya no pueden; reunirse, pero.

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