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Gorros Silbatos Y Corbatas

patongalantini25 de Mayo de 2012

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De gorras, silbatos y corbatas…

Pero no se trata de avatares, la constitución

política de la Educación Física Argentina

Docentes en Educación Física.

(Argentina)

Guillermo Galantini

Natalia Fiori

guiyogal@yahoo.com.ar

A lo largo de la amplia tradición de la educación física ha existido una diversidad de autores que pugnaron por imponer su visión en el campo. Los hubo provenientes de la academia militar, universitaria y deportiva. También de la clase política y empresarial. Pero, es por vuelta de los años '90, que, aliados al proceso privatizador y neoliberal de la educación comienzan a surgir Encuentros, Jornadas, Congresos donde un nuevo sector de intelectuales empieza a llevar visiones encontradas y desencontradas de la Educación Física. Las nuevas herramientas comunicacionales incentivan los intercambios, el debate parece agilizarse. Los incentivos ya no son solo para las prácticas sino para estos intelectuales que ahora intercambian papers, reciben subsidios de las Universidades, el Estado y las empresas privadas. La capacitación, se vende como necesidad de acceso al campo laboral. El perfeccionamiento se vende como necesidad de mantenimiento del puesto de trabajo y la investigación -incipiente, por cierto- se obliga para acreditar instituciones y consolidar -con muy bajo costo y salario- el lugar profesional. Y ese es el nuevo efecto simbólico de la decadencia capitalista en la educación física.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - N° 120 - Mayo de 2008

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Introducción

Cada uno de los tres elementos constituyen momentos en el desarrollo superestructural de la Educación Física Argentina

No quedan dudas que, la pasada Ley Federal de Educación, su colateral de Educación Superior y los renovados impulsos privatistas y mercantiles del sistema con la Ley de Financiamiento Educativo y la última Ley de Educación K, no han abierto ningún proceso de cambio y transformación importante en lo que hace al campo histórico de constitución socio-político de la educación física. Cuando decimos esto, nos referimos a que al interior de la educación física se fueron conformando distintas teorías pedagógicas vinculadas estrechamente con los intereses hegemónicos del sistema capitalista (Fiori, 2007).

Los hechos atestiguan que, ninguna de las leyes mencionadas ponen en juego "la definición de la educación física y su proyección social para las próximas generaciones", (Rozengardt, 2008) o cuanto menos el juego que algunos deseamos jugar.

Por el contrario, afirmamos que esta, nuestra práctica de la EF, conserva no solo sus mandatos autoritarios y disciplinantes, (Fiori, 2007; Calvo, 2002; Galantini, 2003) cuanto la renovada regimentación de "pseudocriticos" (Pereyra, 2006, 2007) y que, además, todo ese campo de constitución superestructural de la Educación Física, ha sido posible en tanto prestatario de funcionalidad al sistema capitalista (Fiori, 2006, 2007; Galantini, 2005, 2006, 2007).

Por lo tanto, nos parece alentador impulsar la reflexión, por sobre las conciencias oportunistas, que ninguna de esas leyes han servido para que el Estado burgués garantice el derecho a los deportes, el juego, la recreación, las danzas y las prácticas corporales a grandes contingentes de niños, jóvenes y adultos. Estos, se las tienen que ver entre las menesterosas infraestructuras edilicias y materiales que las escuelas ofrecen para las prácticas, o el necesario pago de aranceles para acceder a servicios de calidad en la educación física. Por eso decimos, que a pesar de algunos discursos alternativos y progresistas, todo sigue como antes… estudiar los "avatares" es una simplicidad. Estos avatares, no son sino la consecuencia de un largo proceso histórico-social de consolidación de nuestra disciplina al interior de un particular modo de producción capitalista.

Para explicar, en clave de sátira literaria, elegimos imágenes simbólicas expresadas en el titulo y que creemos, sintetizan un poco, el desarrollo de la constitución política del campo. Sin embargo, nos atenemos a ciertas y oportunas aclaraciones previas.

Primera parte

Nos parece justo, en esta parte, considerar a la Educación Física no desde los diferentes quehaceres a los que fueron invitados sus habitantes. De esta forma estamos en desacuerdo con aquellos autores que, en la intención de definir la "identidad" del campo, se dedican simplemente a describir las tareas del mismo como si estas fueran adquisiciones "cuasi-naturales", "propias" o incluso, "neutras y comunes"; y como si sobre ellas, entre ellas, para ellas y, desde ellas no se hubieran tejido los diferentes intereses de las clases dominantes, la subordinación (de tales quehaceres) al mundo de la producción y el consumo, para consolidar el proyecto capitalista y la educación física a su servicio (Fiori, 2007). Esto es lo esencialmente diferente y contradictorio frente a los que pretenden reconciliarse y olvidar, no tan solo las profundas injusticias de la sociedad capitalista sino los obvios golpeteos de la historia que, solo memorias venales, podrán no registrarlas.

De esta manera, nos esforzaremos por ubicar cada momento en un contexto más amplio y desde allí, realizar un análisis sobre las relaciones que se entrecruzan entre el estado, la sociedad capitalista y la educación física. Negar estas vinculaciones es quedarse en un análisis anecdótico y fragmentario de la constitución de la EF en tanto espacio de poder y de construcción de hegemonía funcional a un determinado modo de producción económica y un modelo de organización política.

Segunda parte

El hecho que hiciéramos las aclaraciones precedentes, no implica el desconocimiento de fragmentos y fracciones de la realidad, pero entendemos que ellas, por sí solas no indican ni determinan las claves para la comprensión total. De ahí que, frente al fenómeno del "campo de la educación física" preferimos entenderlo desde sus cambios continuos y transformaciones y, desde las condiciones materiales que se producen y ejercen para que un fenómeno deje de ser una cosa y se convierta en otra. No nos interesa reflexionar sobre los "avatares" de la educación física en tanto fenómenos y procesos aislados, hacerlo, significaría dar paso a la lógica del "cambio gradual y paulatino", bases de la teoría reformista. Sí llaman nuestra atención, cada uno de los aspectos aislados del "campo de la Educación Física", pero entendidos en un estadio mayor que es la propia evolución del sistema capitalista, de ahí que sostenemos que "la función social otorgada, (a la EF) así como los contenidos y metodologías de su práctica, se habrían ido estableciendo en estrecha relación con cada fase del capitalismo, ya que las características que fueron asumiendo los diversos modos de producción para cada etapa, y los intereses dominantes habrían influenciado de forma diversa sobre la educación física" (Fiori, 2007).

Tercera parte

Nos cabe ahora sí, realizar nuestras colocaciones, no sumidos en un "vertiginoso ritmo de cambios sociales, económicos, políticos y científicos…" sino en los vaivenes de la crisis del sistema capitalista. Crisis que, sin dudas ha afectado la dinámica de nuestro campo, pero caracterización ineludible e imprescindible a la hora de analizarlo. Sabemos, de antemano, que en este recorrido se levantaron y seguirán haciéndolo, "identidades" irreconciliables. No es nuestra intención aquí, buscar la manera de mediar para congeniarlas. Absolutamente. Tampoco, para nosotros, entender el campo es reconocer las características de los "perfiles" que han adquirido o defendido los profesores de EF.

No caben dudas que ninguna alusión al campo lúdico o a cualquier forma de juego tiene los primeros "avatares" de esta nuestra educación física1. Desconocer los primeros pasos de nuestra fundación, en nombre de "un juego personal, sin pretensiones de ofrecer verdades…" (Rozengardt, 2008) significa, cuanto menos, romper con el vínculo histórico y académico que los mismos citólogos, en los balbuceos de la investigación del área han traído como contribución importante a su reconocimiento, a su legitimidad, a su comprensión. Imponer el silencio social y político sobre los mecanismos de poder, proyectando una sencilla ilusión lúdica, tiene mucho menos de juego y sí mucho más de complicidades conceptuales, orgánicas e intelectuales con las nuevas formas del poder. Desconocer esa situación implica no aceptar que el Estado es la forma bajo la que los individuos de una clase dominante hacen valer sus intereses comunes (Fiori, 2007) y que, por lo tanto todas las instituciones comunes tienen como mediador al Estado y adquieren a través de él una forma política (Fiori, 2007).

Cuando abreviamos la realidad para simbolizar con la gorra militar pretendemos nada más que explicar las formas que adoptó el Estado para organizar la Educación Física, forma que, a lo largo de su desarrollo ha tomado y toma

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