Guerra del Pacífico

GUERRA DEL PACÍFICO

Bolivia nace como republica con una superficie de 2.363.769 Km2, con el transcurso de los años fue perdiendo territorio por diferentes circunstancias principalmente a través de la vía diplomática, tratados y conflictos bélicos, como ser la Guerra del Acre, del Chaco y la del Pacífico, perdiendo no solo tierras, sino el acceso único al Océano Pacífico.  

Estas pérdidas territoriales determinaron que el país pierda más de la mitad de su territorio, pues ahora solo cuenta con una extensión territorial de 1.098.581 Km2. Todos los países limítrofes se apoderaron con diferentes dimensiones 40 territoriales, siendo parte del territorio boliviano con Perú se perdió 250.000 Km2, con Argentina 170.758 Km2, con Brasil 490.430 Km2, con Paraguay 234.000 Km2 y con Chile 120.000 Km2 de territorio.

En este contexto de perdidas territoriales una “perdida” bastante sentida y dramática es al que se tiene con Chile. Desde 1872, se produce el cierre de numerosas pequeñas minas de propietarios nacionales para ser incorporadas o anexadas a grandes empresas mineras vinculadas a capitales chilenos e inversiones extranjeras que no solo invierten en la producción minera de la plata, sino que también amplían sus inversiones hacia la explotación del guano y el salitre en la zona del litoral boliviano. Pero además el Estado otorga amplias facilidades para que trabajen en este territorio grupos industriales y 41 comerciales sobre todo chilenos ligados a la inversión extranjera y que con el transcurso del tiempo logran controlar el sistema bancario, comercial y de transporte entre los centros de explotación y los puertos marítimos.

Según Mitre (1981), aquí radica la esencia de la guerra del Pacifico, pues “las compañías organizadas y reorganizadas con capital extranjero fijaron sede fuera del país. Esta situación, y el hecho de que buena parte de los accionistas eran connotados miembros de la clase dirigente chilena, incidieron para que las disputas entre las empresas y el gobierno boliviano amenazaran en degenerar en confrontaciones de carácter internacional.” Albo y Barnadas (1990), afirman que hubo algunos intentos bolivianos para la explotación del guano, el salitre y el nitrato.

Pero en el fondo la explotación de estos recursos fue absorbidos cada vez más por los capitales e intereses chilenos vinculados sobre todo al capital inglés, situación que provoca constantes disolutas por límites territoriales. Entre 1866 y 1874, se firmaron algunos tratados para resolver el litigio territorial sobre el desierto de Atacama que albergaba ricos yacimientos de nitrato y salitre. A través de dichos tratados se determina como línea limítrofe entre los países de Chile y Bolivia el paralelo 24 de latitud sur. Asimismo, se otorga a Chile diversos derechos arancelarios y ciertas concesiones mineras en la Atacama boliviana.

Las últimas disposiciones acentúan el litigio entre ambos países y el 14 de febrero de 1879 Chile se apodera del puerto boliviano de Antofagasta. En el transcurso de la guerra en defensa del pacífico, Bolivia y Perú como aliado, fueron derrotados por Chile, situación que provoco que se pierda la única posesión costera que posibilitaba el acceso al mar. En 1904, se ratifica un tratado que reconoce a Chile el dominio absoluto a perpetuidad del territorio ocupado en 1879. Asimismo, Chile acordaba construir el ferrocarril entre Arica y La Paz, realizar un pago de 300.000 libras esterlinas y garantizar a Bolivia a perpetuidad el libre acceso al mar. Según algunos historiadores este tratado solo vinculaba intereses a nivel de la oligarquía chilena y boliviana que consideran que el desarrollo de los 2 El guano que existía en grandes cantidades en las costas de Perú, Bolivia y Chile fue un importante recurso para impulsar la “revolución verde” en Europa.

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