Hernán Cortés como poblador de la Nueva España

Hernán Cortés, ¿sanguinario conquistador o hombre que buscaba paz?

Como punto de partida tenemos a Hernán Cortes, y me la pregunta es ¿en verdad este hombre es el malo de la historia? Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, este osado hombre nace en Extremadura castellana en 1485, integrante de una familia noble, hijo único, graduado de la Universidad de Salamanca como escribano, terrateniente y con un título de bachiller en leyes y humanidades, creyente de la virgen de Guadalupe y como cualquier hombre de conquista este era un narcisista, esto y mucho más era el gran Hernán Cortes. No era un hombre benevolente, pero mucho menos era un genocida, simplemente fue un hombre.

Bajo estas premisas, presento mi investigación que ayudara a plantear que, si bien Hernán Cortés no era del todo buen hombre, este fue un hombre con inteligencia política impresionante y alguien que defiende sus ideales hasta sus últimos días, por lo que se trató de una persona que busco dejar su nombre marcado en la historia.

Por un lado, a Hernán Cortes la historia no lo pone en buen lugar, como bien afirma Francisco López de Gómara, (2010) menciona en su libro “Ningún historiador humano contenta jamás a todos; porque si uno merece alguna, no se contenta con ninguna y la paga con ingratitud; y el que hizo lo que no quería oír, luego lo reprende todo”. (p.3)

Como cualquier hombre con ganas de comerse al mundo, Hernán Cortes adopta una actitud de osadía, y esto no se veía muy bien para la familia Colon y para Diego de Velásquez, ya que, Hernán Cortés tenía como encomienda la pacificación entre los indígenas y los españoles, te preguntaras ¿cuál era el fin de la pacificación? esta era simplemente para masacrar a todos los indígenas, con el objetico de que los españoles pudieran estar a gusto en fracturada Isla de Haití, Hernán Cortes se encargó de la tarea de integrar a los españoles con los nativos para que los nativos dieran conocimientos de como sobrevivir y cultivar en su isla.

Después de que Hernán Cortes haya realizado 7 años de arduo trabajo en los tribunales y por supuesto seguir en desacuerdo con las políticas de la familia Colon y de Diego Velásquez. Harto de esta situación este intrépido hombre se decide a indagar en las tierras que había más adelante. Hernán Cortes parte de Cuba con 10 barcos, 500 hombres, diversos animales y variedad de semillas con la tosca intención de quedarse del otro lado, este viaje en su mayoría fue pagado de su bolsa.  

Llega a la isla de Cozumel y conoce a La Malinche más adelante, que lo aconsejara todo el tiempo. Pasan por Tabasco y llegan a Veracruz todo el tiempo, interactuando con los líderes de comunidades importantes, todo esto siempre en son de paz. Esto clave para que Cortés no fuera asesinado antes de llegar al templo mayor.

Hasta que el 8 de diciembre de 1519 se da el encuentro más importante de la humanidad, Hernán Cortes se ve cara a cara con el gran el emperador mexica, Moctezuma. Se dice que Moctezuma se percibía benevolente y al mismo tiempo se percibía vigoroso.

Como sugiere Bernal Díaz Del Castillo, (1584) menciona que:

Era el gran Montezuma de edad de hasta cuarenta años y de buena estatura y bien proporcionado, cenceño, y pocas carnes, y el color ni muy moreno, sino propio color y matiz de indio, y traía los cabellos no muy largos, sino cuanto le cubrían las orejas, y pocas barbas, prietas y bien puestas y ralas, y el rostro algo largo y alegre, y los ojos de buena manera, y mostraba en su persona, en el mirar, con un cabo amor y cuando era menester gravedad; era muy pulido y limpio; bañábase cada día una vez, a la tarde. (p.1)

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