Historia Para Que

Historia ¿Para qué?

La historia es algo necesario para cada uno de nosotros, para conocer la necesidad que experimenta cada grupo humano, en cada época de evolución, para buscar y tratar de comprender los hechos y los acontecimientos que han se han realizado atreves del tiempo. Durante un buen tiempo la historia fue creída como si su deber consistiera en mantener vivo todos los acontecimientos más importantes en la humanidad. En cambio la historia está enfocada primeramente en la memoria social es decir un suceso decisivo para la unión de la sociedad, la legitimación de sus gobernantes, el funcionamiento de las instituciones políticas y esclavistas así como de los valores y símbolos populares. En cuanto a la pregunta de Historia ¿Para qué? El autor Carlos Pereyra pone a analizar el problema de la situación o de la necesidad del saber histórico. La historia se trata de cuestiones relacionadas, unos son los criterios conforme a los cuales el conocimiento histórico comprueba su legalidad teórica y otros son los rasgos en los cuales este saber desempeña cierta función y resulta útil más allá del plano del conocimiento y el aprendizaje. El valor del discurso histórico no se reduce a su función de conocimiento sino que posee también una función social cuyas modalidades no son exclusivas ni primordialmente de carácter teórico. Todo discurso histórico interviene en una determinada realidad social en donde es más o menos útil para las distintas fuerzas de oposición. La función teórica de la historia(es decir explicar el movimiento anterior de la sociedad) y su función social (organizar el pasado en función de sus requerimiento del presente) son completarías. La función social exige y obliga a identificar responsables es decir “los culpables y los héroes”. El papel de la historia como ideología es un obstáculo para la elaboración o realización del papel de la historia como ciencia. Aunque todas la formas del saber se desarrollan ligadas a resortes ideológicos que intervienen con vigor en la selección de temas y enfoques como la utilización posterior de conocimientos, en el caso de la historia la intervención estos resorte ha sido decisiva. Nuestro conocimiento del pasado es un factor activo del movimiento de la sociedad, es lo que se realizan en las luchas políticas e ideológicas. El pasado, el conocimiento histórico puede funcionar al servicio de conservatismo social o al servicio de las luchas populares. La historia penetra en las luchas de clase y jamás será neutral. La reflexión histórica aparece como una tarea urgida precisamente por las luchas y contradicciones que caracterizan a una época. La historia desempeña un papel muy destacado en la confrontación ideológica. Para Chesneaux “la reflexión histórica es regresiva, funciona normalmente a partir del presente, en sentido inverso de fluir del tiempo, esta es su razón de ser fundamental. La historia no es juzgar, es comprender y hacer comprender. El estudio del pasado es indispensable para el servicio del presente.

La función del historiador no es ni amar el pasado ni emanciparse de él, sino dominarlo y comprenderlo, como clave para la comprensión del presente. En conclusión podemos decir que la historia es una necesidad que experimentan todos los grupos humanos para buscar dar valor a los hechos del pasado. Mientras que antes se le consideraba como si su tarea fuera el mantener vivos los recuerdos de acontecimientos importantes. Desde el principio se le ha visto como una colección de hechos memorables y situaciones y su entendimiento prepara a las personas para la vida en la sociedad. La historia jamás va ser neutral ya que es por la lucha entre clases, otra de sus funciones es conocer las condiciones ideológico-culturales para así saber el porqué de la dominación. También podemos decir que nuestro conocimiento del pasado es un factor activo del movimiento de la sociedad, el pasado,

...