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Independencia De Las Provincias Unidas


Enviado por   •  4 de Septiembre de 2014  •  2.048 Palabras (9 Páginas)  •  275 Visitas

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La Independencia de las Provincias Unidas (1810-1820)

Dos aspectos tenía el enfrentamiento entre criollos y peninsulares. Para algunos había llegado la ocasión de alcanzar la independencia política, y con ese fin contituyeron una sociedad secreta Manuel Belgrano, Nicolás Rodríguez Peña, Juan José Paso, Hipólito Vieytes, Juan José Castelli, Agustín Donado, entre muchos. Para otros, el problema fundamentar era modificar el régimen económico favorable a los comerciantes monopolistas; y para lograrlo, procuraron forzar la voluntad de Cisneros.

Las tensiones aumentaron cuando, en mayo de 1810, se supo en Buenos Aires que las tropas napoleónicas triunfaban en España. Con el apoyo de los cuerpos militares nativos, los criollos exigieron de Cisneros la convocatoria de un cabildo abierto para discutir la situación. La reunión fue el 22 de mayo. Mientras los españoles, encabezados por el obispo Lué y el fiscal Villota, opinaron que no debía alterarse la situación, los criollos, por boca de Castelli y Paso, sostuvieron que debía tenerse por caduca la autoridad del virrey.

Computados los votos, la tesis criolla resultó triunfante, pero al día siguiente el cabildo intentó tergiversarla constituyendo una junta presidida por el virrey. El clamor de los criollos fue intenso y el día 25 se manifestó en una demanda enérgica del pueblo, que se había concentrado frente al Cabildo. El cabildo, comprendió que no podía oponerse y poco después, por delegación popular, quedó constituida una junta de gobierno que presidía Saavedra e integraban Castelli, Belgrano, Azcuénaga, Alberti, Matheu y Larrea como vocales, y Paso y Moreno como secretarios.

Comprendió la Junta que el primero de los problemas que debía afrontar era el de sus relaciones con el resto del virreinato, y como primera providencia invitó a los cabildos del interior a que enviaran sus diputados. Como habría resistencia se dispuso en seguida que la organización de dos expediciones militares. Montevideo, Asunción, Córdoba y Mendoza se mostraron hostiles a Buenos Aires. Moreno propuso enérgicas medidas de gobierno, mientras redactaba los artículos de la Gazeta de Buenos Aires, que fundó la Junta para difundir sus ideas y sus actos, inequívocamente orientados hacia una política liberal.

Morena veía la revolución como un movimiento criollo. El poeta Bartolomé Hidalgo comenzaba a exaltar al hijo del país, al gaucho, en el que veía al espontáneo sostenedor de la independencia. Pero Moreno pensaba que el movimiento de los criollos debía canalizarse hacia un orden democrático a través de la educación popular, que permitiría la difusión de las nuevas ideas. Frente a él, comenzaron a organizarse las fuerzas conservadoras.

Los liberales y los conservadores se enfrentaban por sus opiniones. Buenos Aires aspiraba a mantener la hegemonía política heredada del virreinato; y en ese designio comenzaron los hombres de interior a ver el propósito de asegurarse el poder y las ventajas económicas que proporcionaba el control de la aduana porteña. Intereses e ideologías se confundía en el delineamiento de las posiciones políticas, irreductibilidad conduciría luego a la guerra civil.

La expedición militar envidada al Alto Perú para contener a las fuerzas del virrey de Lima, consiguió sofocar en Córdoba una contrarrevolución, y la Junta ordenó fusilar en Cabeza de Tigre a su jefe, Liniers, y a los principales comprometidos. Moreno comprendió la influencia que ejercerían los diputados que comenzaban a llegar a Buenos Aires, se opuso a que se incorporaran al gobierno ejecutivo. Saavedra aglutinó los grupos conservadores y Moreno renunció a su cargo el 18 de Diciembre. Poco antes, el ejército del Alto Perú había vencido en la batalla de Suipacha; pero en cambio, el ejército enviado al Paraguay fue derrotado no mucho después en Paraguarí y Tacuarí. En el año 1811. El optimista entusiasmo comenzaba a ceder frente a los peligros que la revolución tenía que enfrentar dentro y fuera de las fronteras.

Tras la renuncia de Moreno, los diputados provincianos se incorporaron a la Junta y trataron de forzar la situación provocando un motín en Buenos Aires entre el 5 y el 6 de abril. Los morenistas tuvieron que abandonar sus cargos, pero sus adversarios no pudieron evitar el desprestigio que acarreó al gobierno la derrota de Huaqui, ocurrida el 20 de Junio. La situación hizo crisis al conocerse la noticia en Buenos Aires un mes después y los morenistas recuperaron el poner y modificaron la estructura del gobierno creando un poder ejecutivo de tres miembros, uno de cuyos secretarios fue Bernardino Rivadavia.

La junta conservadora, en la que habían quedado agrupados los diputados del interior, y por otra, la supresión de las juntas provinciales que aquélla había creado que fueron sustituidas por un gobernador designado por el Triunvirato.

Una acción tan definida debía originar reacciones. El cuerpo de Patricios se sublevó con un pretexto trivial y poco después estuvo a punto de estallar una conspiración dirigida por Álzaga. En ambos casos fue inexorable el Triunvirato, angustiado por la situación interna y por los peligros exteriores. El 24 de Septiembre Belgrano detuvo la invasión realista en la batalla de Tucumán: poco antes había izado por primera vez la bandera azul y blanco para diferenciar a los ejércitos patriotas de los que ya consideraba enemigos.

Un ejército había llegado desde Buenos Aires para apoderarse del baluarte enemigo y había logrado vencer a sus defensores en Las Piedras. Montevideo fue sitiada y los realistas derrotados nuevamente en el Cerrito a fines de 1812. El triunvirato decidió crear un cuerpo de granaderos para la vigilancia costera. La tarea de organizarlo fue encomendada a José de San Martín, después de haber combatido en España contra los franceses, en compañía de Carlos María de Alvear y Matías Zapiol. Habían estado en contacto con el venezolano Miranda, y a poco de llegar se habían agrupado en una sociedad secreta- la Logia Lautaro- cuyos ideales emancipadores coincidían con los de la Sociedad Patriótica que encabezaba Monteagudo.

El 8 de Octubre de 1812, los cuerpos militares cuyos jefes respondían a la Logia Lautaro provocaron la caída del gobierno acusándolo de debilidad frente a los peligros exteriores. Y, ciertamente, el nuevo gobierno vio triunfar a sus fuerzas en la batalla de San Lorenzo y en la de Salta.

Entre las exigencias de los revolucionarios de octubre estaba la de convocar una Asamblea General Constituyente, y el 31 de Enero

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