Isaias Medina
anoria851 de Agosto de 2012
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Isaías Medina Angarita
Medina Angarita
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32º presidente de Venezuela
5 de mayo de 1941 – 18 de octubre de 1945
Predecesor Eleazar López Contreras
Sucesor Rómulo Betancourt
________________________________________Datos personales
Nacimiento 6 de julio de 1897
San Cristóbal, Venezuela
Fallecimiento 15 de septiembre de 1953 (56 años)
Caracas, Venezuela
Partido
Partido Democrático Venezolano
Cónyuge
Irma Felizola
Profesión
Político, Militar.
Religión
Católico
Firma
Isaías Medina Angarita (San Cristóbal, 6 de julio de 1897 - Caracas, 15 de septiembre de 1953), fue un político y militar venezolano, Desempeñó los cargos de Ministro de Guerra y Marina entre 1936 y 1941 y de Presidente de la República desde 1941 hasta 1945. A pesar de que fue elegido para el período 1941-1946, no terminó su periodo presidencial, pues fue derrocado por un golpe de estado llevado a cabo por un sector del ejército alentado y aliado con dirigentes y militantes del partido Acción Democrática. Fue un modernizador del Estado, introduciendo audaces reformas que convirtieron a Venezuela en una república moderna y plenamente integrada al siglo XX.
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Carrera militar
Hijo del General José Rosendo Medina y de Alejandrina Angarita García, cursó estudios de primaria y bachillerato en su ciudad natal. Se traslada a Caracas en 1912 para inscribirse en la Escuela Militar, donde obtendría el grado de subteniente el 23 de julio de 1914. Colaborador del presidente Juan Vicente Gómez, fue nombrado por éste Jefe del Estado Mayor. A la muerte de Gómez se desempeñó como Ministro de Guerra y Marina bajo el gobierno de Eleazar López Contreras, desde 1936 hasta 1941.
Campaña presidencial
Medina se separa del cargo de ministro para emprender el camino hacia la Presidencia de la República, aceptando su postulación como candidato en un manifiesto dirigido al pueblo venezolano el 13 de marzo de 1941. Previamente, el 6 de febrero, un grupo de independientes había lanzado la candidatura del escritor Rómulo Gallegos, a quien apoyaban también los principales miembros del clandestino Partido Democrático Nacional. A pesar de que la elección del presidente no era directa en aquella época, hubo una campaña electoral movida, con mítines, discursos, manifiestos apoyando o criticando a los 2 principales candidatos, e incluso afiches con propaganda electoral en las paredes de la capital. La agitación preelectoral duró hasta el 28 de abril de 1941, cuando el Congreso Nacional eligió al General Isaías Medina Angarita como presidente Constitucional de la República para el período 1941-1946 con 120 votos contra 13 obtenidos por Gallegos. Medina tomó posesión del cargo el 5 de mayo.
Presidencia
Medina llegó a la presidencia arrastrando una leyenda negra acerca de sus simpatías por el fascismo y de su inclinación por Benito Mussolini, que lo acompañó durante los años en que había sido ministro de Guerra y Marina. Según crónicas del periodista Miguel Otero Silva, durante ese período lo hicieron responsable de todos los actos del gobierno que se consideraran antidemocráticos, como el destierro de un dirigente de la oposición o la clausura de un periódico. En cambio, si López Contreras tomaba una medida de índole democrática, se decía que lo hacía «a pesar de Medina». Debido a estos antecedentes, existía el temor de que la elección de Medina como presidente significara un retroceso en la evolución política desde la muerte de Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935.
Legado
El General Medina fue un hombre de grandes convicciones, sencillo y plural; su temple de estadista propició la dinámica necesaria para convertir a Venezuela en una república moderna. Su legado más importante es la siembra del espíritu democrático en la conciencia del pueblo venezolano y el estímulo que entregó al colectivo nacional para tomar protagonismo decisivo en la lucha por la igualdad social. No obstante, el impacto a largo plazo de su obra de gobierno abarcó prácticamente todos los ámbitos del desarrollo.
Política
Contrariamente a lo esperado por sus detractores, Medina permitió una amplia apertura democrática, permitiendo la confrontación de distintas ideologías y la expresión de criterios diversos en torno a los problemas del país y a sucesos internacionales, incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Es precisamente durante el gobierno de Medina, gracias a la legalización de las agrupaciones políticas, cuyos grupos de origen habían tenido una vida política discontinua y accidentada debido a las limitaciones impuestas a los mismos en los períodos de Gómez y de López Contreras, que tienen su origen los partidos políticos modernos en Venezuela: Acción Democrática, formado por fracciones del Partido Democrático Nacional (PDN) del periodo Lopezcista, fue el primer partido en ser legalizado, al poco tiempo de asumir Medina la Presidencia, en junio de 1941. AD se convertiría con el tiempo en uno de los iconos más importantes de la lucha por la democracia en la Venezuela moderna.
Ese mismo año los comunistas -que todavía eran ilegales- se agruparon en Caracas en la llamada Unión Municipal. Siguiendo su ejemplo, se formaron ligas similares -todas de tendencia comunista- en 11 estados del país y luego todas estas uniones se fusionaron en un gran partido a escala nacional llamado Unión Popular Venezolana, nombre que fue cambiado el 9 de octubre de 1945 a Partido Comunista de Venezuela, gracias a una reforma constitucional introducida por el gobierno de Medina. Otro partido, Acción Nacional, aparece en el panorama político en 1942; sus miembros, que procedían de la Unión Nacional Estudiantil y de Acción Electoral, se agruparon luego en COPEI (Comité de Organización Política Electoral Independiente). En mayo de 1943 los partidarios del gobierno se reunieron en una nueva agrupación que en septiembre de ese año dio origen al Partido Democrático Venezolano (PDV).
La actividad partidista se pudo desarrollar gracias al clima de respeto y de libertad de expresión que supo imprimir a su gobierno el General Medina. La creencia que había entre los líderes políticos preocupados por el progreso de una democracia que apenas empezaba a cristalizar, de que el sufragio universal directo y secreto acabaría con todas las imperfecciones del sistema iniciado por López Contreras y continuado y profundizado por Medina, minimizaba los rasgos positivos del mismo en el aspecto electoral: la elección uninominal de concejales, que permitía a los votantes escoger como su representante a una persona realmente preocupada por los problemas de la comunidad y con la cual se sintieran plenamente identificados. Otro fue la renovación del Congreso por mitad cada 2 años. Fue intenso el movimiento electoral durante el gobierno del General Medina Angarita; bien para elegir popularmente concejales o bien para que los concejos municipales eligieran a los diputados y las asambleas legislativas a los senadores, lo cierto es que durante su período presidencial hubo elecciones todos los años.
Seguridad social, Derecho laboral e Infraestructura
La apertura política que permitió la legalización y actuación de los partidos facilitó, igualmente, la permanencia de los sindicatos existentes y la legalización de los que se iban organizando. En el sistema de democracia burguesa que Medina estaba empeñado en fortalecer, junto a la oligarquía tradicional, apareció una nueva burguesía en proceso de crecimiento y una clase obrera más organizada y que, con la experiencia adquirida en años de represión, venía preparándose para hacerse sentir. Por ello, la democratización en la esfera sindical no se presenta en este período en términos de una lucha de clases, sino más bien, como una lucha partidista por el control de los sindicatos, entre los dos partidos de mayor arraigo popular en los inicios de la década de 1940: Acción Democrática y el Partido Comunista. Este enfrentamiento y las denuncias entre ambos bandos por el ventajismo alegado llevaron a que 93 sindicatos, junto con 3 centrales obreras, fueran disueltos por el Ministerio del Trabajo, por ser apéndices de un partido político.
Entre los aspectos de la política laboral del presidente Medina, merecen destacarse:
• La puesta en marcha de la Ley del Seguro Social Obligatorio, promulgada en 1940 con la creación del Instituto Central de los Seguros Sociales y el funcionamiento de la primera Caja Regional en 1944;
• La ampliación de los servicios de cultura obrera;
• La fijación de salarios mínimos;
• La abolición del trabajo nocturno en algunas industrias;
• La reglamentación de la Ley de Sociedades Cooperativas; y
• La reforma parcial de la Ley del Trabajo y la promulgación del reglamento del trabajo en el campo.
Mención aparte merece la firma del primer contrato colectivo para la industria petrolera, el 14 de junio de 1945, pero que no pudo ser presentada ante el Congreso en 1946, debido a la ruptura de la normalidad constitucional por
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