JUAREZ ANTE LA INVASIÒN FRANCESA

ESCUELA PRIMARIA: “LA CORREGIDORA” EJ. LA VEGA

ALUMNA: AMERICA MARTÌNEZ PÈREZ

ASESORA: PROFRA. SAGRARIO ARELY TORRES MARTÌNEZ

“JUAREZ ANTE LA INVASIÒN FRANCESA”

Los hombres que combaten contra la adversidad y salen triunfantes, dejan más profunda huella en la historia de su pueblo. Por lo tanto para México permanecerá por siempre el ejemplo de Juárez; quien fuera luz y guía de nuestro agobiado pueblo.

En tosca cuna cobijada con humilde techo, de un hogar levantado, en un pueblo perdido en lo más apartado de la Sierra de Oaxaca, abrió los ojos a la vida el 21 de Marzo de 1806 Benito Juárez, hijo de humildes campesinos.

Su infancia transcurrida en el pueblo olvidado templándose en las faenas del campo, el sol penetró muy hondo en su espíritu y su hogar azotado por todas las tormentas, fue la primera escuela que le enseñó a desafiarlas.

Entregado a la honradez y a la honestidad, puedo describirlo hoy como un hombre de raíces de acero y de gran temple; lo mismo en el combate que en la tregua; lo mismo en la derrota que en la victoria.

Si bien la inmensa mayoría de los mexicanos conoce los perfiles más trascendentes de la actuación pública de don Benito Juárez García, también es cierto que un buen numero de compatriotas no está lo suficiente bien enterado de la humana personalidad del benemérito, de sus alegrías y sus angustias de tipo familiar, de sus particulares preocupaciones así como en las más intimas conexiones entre su origen y formación y en las graves decisiones que en su momento histórico le correspondieron tomar.

Para Juárez la causa más noble y sagrada era la defensa de la patria, era la defensa de la república, era la defensa de la soberanía nacional, hecho que logró dándonos y demostrándonos con su gran ejemplo de civismo, de honradez, de trabajo, de sentir patriótico y de justicia, con sus vigorosas e irresistibles aspiraciones de libertad, con su gran voluntad de servir a la patria, venció obstáculos, derrotó a la adversidad y logró ser el conductor más notable de la historia de México.

Aquel hombre cuya personalidad existió por sí mismo y por el reconocimiento del mundo, cuyo recuerdo vive perene en nuestra memoria, dijo en memorable ocasión: “Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Cuando un hombre mantiene la lealtad a sus principios, y sus acciones están sujetas a los valores más significativos como la justicia, la soberanía y la democracia, ese hombre deberá permanecer vivo con su obra en la historia universal.

Por ello recordemos la participación del licenciado Benito Juárez García en los momentos de la intervención francesa.

Hablar de este hecho histórico,

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