Jorge Eliecer Gaitan

JORGE ELIECER GAITAN

Gaitan fue un gran hombre, uno de los mejores penalistas de la época; ciudadano ejemplar que con su astucia y habilidad política quiso que Colombia tomara otro rumbo para su avance, criticado por algunos y admirados por muchos; fue el capitán del "país nacional" que se enfrentó valerosamente al "país político", señalando la politiquería, la corrupción, el fraude y el engaño como las plagas que carcomen a la Nación, oprimen al pueblo y no permiten su progreso; de este modo Gaitan se convirtió en un verdadero caudillo que despertó la fascinación y el afecto del pueblo.

No es atrevido considerar que las clases subalternas, tradicionalmente excluidas del escenario político, encontraron en Gaitán su mejor representante e intérprete, circunstancia que le permitió generar un movimiento de masas sin precedentes en la historia de Colombia, y que muchos en su momento identificaron, no equivocadamente, como revolucionario; puesto que fue él junto con su amigo Carlos Arango Vélez los fundadores de la unión nacional izquierdista revolucionaria (UNIR), desprendiéndose del partido liberal tradicional trato de formar un movimiento diferente en el que se diera una compenetración entre sus dirigentes y partidarios; movimiento que no duro mucho por los fuertes ataques y presiones de los partidos tradicionales (conservador y liberal). Gaitan después regreso con el partido Liberal, pero siguió conservando su ideología y la meta de ponerla en practica, para lograr una verdadera transformación en la forma en como se manejaban los poderes políticos en Colombia.

Este líder popular, que emergió en un contexto histórico de grandes transformaciones económicas y sociales del país, ligadas al proceso de modernización capitalista, se constituyó no sólo siendo uno de los principales protagonistas de la vida política, sino en el gran transformador de las prácticas políticas en Colombia, logro esto siendo un actor activo en la vida política gracias a que desempeño importantes puestos en la organización política de nuestro país, como siendo alcalde de Bogota, representante a la cámara y presidente de esta, ministro de educación, también fue docente de la universidad nacional y docente y rector de nuestra alma mater la universidad libre.

Para muchos colombianos, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 se convirtió en un suceso desequilibrado, después del cual no ha sido posible recuperar la estabilidad política en Colombia; puesto que las tres balas disparadas por Juan Roa segaron la vida del caudillo y con él las esperanzas de todo un pueblo que después de sentir la muerte de su representante no encontró la forma de salir de la violencia y la exclusión por el contrario aumento y tuvo consecuencias que hoy día todavía se reflejan, como lo son la ilegitimidad del estado, la violencia generada en los campos que conlleva al masivo desplazamiento de campesinos hacia las urbes que genera así pobreza e indigencia.

Otros coinciden en señalar que este hecho partió en dos nuestra historia contemporánea. De esta manera, es posible determinar el impacto de Gaitán a lo largo de tres décadas durante las cuales fue protagonista político y se consideran que ese magnicidio frustró indefinidamente las esperanzas de todos aquellos que veían en Gaitán la posibilidad de acceder a una sociedad realmente democrática, más justa, menos excluyente; ya que el pueblo proclamaba a Gaitán como una especie de Mesías que si alguna vez hubiera llegado a la presidencia, iba a solucionar muchos de los males que en ese entonces y ahora aquejan a la sociedad colombiana, por esta razón el pueblo quiso que Gaitán apareciera como el abanderado en la lucha contra las injusticias sociales, la corrupción, la exclusión política. Sin lugar a dudas es un hombre que trasciende la historia y da ejemplo a

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