Just Goy Dumpet

El hombre mediocre.

El ser humano es un ser muy complejo, creado por Dios y echo de una forma tan perfecta que no hay ser igual a este, somos racionales, pensantes y con una excelente anatomía, bien pareciera por todo lo anterior que Dios no es un ser mediocre, que deja las cosas a medias, por el contrario, cada cosa que hizo así sea la mas mínima partícula tiene su función en la tierra, cabe entonces preguntarse, que si la humanidad siempre tiende a parecerse a Dios, un ejemplo claro es el echo de querer crear vida por medio de la clonación, entonces, ¿Por qué esta no se preocupa por ser perfeccionista? ¿Por qué siempre tiende a dejar la perfección de lado e inclinarse por la mediocridad?

Comencemos por evocar a José Ingenieros quien en su obra “el hombre mediocre”, divide al hombre principalmente, en dos grandes categorías bien diferenciadas: El hombre mediocre y el idealista.

Se comprende por hombre idealista aquel que se destaca por tener una personalidad muy definida, con unos ideales incorruptibles, que no teme a que lo cataloguen

de loco por pensar diferente, que se cuestiona a si mismo, además de ser capaz de dar su propia vida por la ideología que defiende y profesa.

A diferencia del hombre mediocre que se define como un ser vulgar, quien se conforma con ser igual a los demás, conformista, sin ideales y falto de personalidad.

Cabe destacar que no existen hombres iguales, y se dividen a su vez en tres tipos: ‘El hombre inferior, el hombre mediocre y el hombre superior. Seria prudente entonces destacar la diferencia que existe entre el hombre y la sombra, el hombre es un ser con un carácter fuerte, digno e inconfundible que lucha contra la corriente, y a la sombra es aquel que hace parte del rebaño, sin personalidad, y que cae en vanidad porque dejan que los demás los juzguen; “El ser excelente hace todo aquello que el mediocre no sería capaz de realizar y está convencido que solamente a través de su entrega incondicional y generosa el mundo puede mejorar, es protagonista del cambio, es el arquitecto social de su tiempo, el ser excelente es por supuesto

un triunfador.”…. Miguel Ángel Cornejo, ---, enciclopedia de la excelencia, Tomo III, pág. 1339.

Detengámonos entonces a cuestionarnos e imaginarnos ¿Cómo seria el mundo si todos los seres humanos dejáramos de lado la mediocridad? En mi opinión creo que seria un mundo mejor, trabajaríamos todos, en equipo, no solo unos pocos y nos daríamos cuenta de que nosotros mismos estamos acabando nuestro entorno, nuestro hogar.

Por todo lo anterior podemos concluir que son más los hombres mediocres que los idealistas, sin embargo, la sociedad avanza por aquellos pocos, por aquellos que no se conforman con ser común, por aquellos que buscan mejorar

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