LA DECONSTRUCCION DEL DESARROLLO

LA DECONSTRUCCION DEL DESARROLLO

Desarrollo se refiere a los procesos de cambio social y económico que suceden por el crecimiento económico y/o planes y políticas, a diferentes niveles (Estado, organizaciones no gubernamentales o movimientos sociales). Todos estos procesos tienen consecuencias beneficiosas o desfavorables en las personas que los experimentan. Este concepto de desarrollo, nos hace reflexionar sobre sí realmente ha sido más favorable, si la balanza se inclina más a lo positivo. Este modelo que fue importado de Estados unidos y que durante cuatro décadas han minado nuestros países, y que los beneficiados aquí han sido quienes ostentan el poder económico y político, quienes se han desarrollado a nuestra costa. Es necesario confrontar el desarrollo en nuestro mundo dependiente, ya que en ello se juegan la autonomía, la personalidad y la cultura, las bases productivas y la visión del mundo, como seres humanos y pueblos dignos de respeto y de un mejor mundo.

El desarrollismo tiene demostrado las nefastas consecuencias de su aplicación en “el Tercer mundo”. Porque los que en verdad se han venido desarrollando, enriqueciendo y acumulando poder han sido los que en este desigual juego se han situado desde antes como los privilegiados en la estructura económica, social y política existente; ni los pobres ni los desposeídos por las injusticias del sistema capitalista se han desarrollado de la misma manera o intensidad igual, como se había supuesto. Y eso es muy peligroso, hasta para las clases dominantes. Porque de la mano del capitalismo desorbitado que importamos al “desarrollarnos”, hoy muchos países se encuentran al borde del desierto ecológico y del infierno explosivo de las miserias de las mayorías.

Por lo antes expuesto, es necesario sumar esfuerzos para ir a la deconstrucción del “desarrollo”, que hasta ahora hemos vivido para beneficio de las naciones desarrolladas, teniendo en cuenta los siguientes recursos:

1. La acción colectiva de los movimientos sociales, lo que sería el actor de un gran despertar de lucha popular. Para ello contamos con la inagotable veta de la diversidad cultural y de pueblos, la biodiversidad tropical con todos los recursos naturales que contiene, que son hechos políticos, sociales y naturales claves para nuestra defensa ante la violenta, rasante y avara explotación capitalista global.

2. El invento de un lenguaje de las diversas culturas. La acción colectiva de los movimientos sociales debe alimentarse de la mezcla cultural y étnica que ha hecho de nuestros pueblos una caldera de cambios de infinito potencial. Hay que reinterpretar la modernidad en América Latina y en el Tercer Mundo, como un buen paso para abandonar los esquemas mentales del desarrollismo colonial, porque ese hibridismo determina la especificidad moderna de América Latina.

Se trata pues, de reconocer y aprovechar el vigor de nuestra propia civilización, mestiza y mulata que, sin olvidar sus raíces, puede asimilar el progreso porque así le conviene, como lo hicieron nuestros ancestros indígenas al adoptar el hierro, el ganado de los conquistadores, etc. Estos grupos y movimientos pueden manifestar proclividad hacia lo novedoso de manera crítica, transgresiva y a veces con humor.

La estrategia de tales agrupaciones se inspira en la defensa de la diferencia cultural, no como fuerza estática sino transformadora, y en la valoración de necesidades y oportunidades económicas en términos que no son estrictamente los de la ganancia y el mercado. De allí debe surgir un discurso alterno entendible en nuestros propios términos, que son los que deben contar en última instancia.

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