LAS CIUDADES Y LA VIDA CULTURAL.

LOS GREMIOS

estos son agrupaciones que controlaban y regulaban todo lo relacionado con el oficio. Elaboraban un estatuto en el que especificaban las normas de oficio, derechos, y obligaciones de sus asociados. También distribuía la materia prima necesaria para fabricar las mercancías, controlaba severamente el número de trabajadores, la calidad del producto y establecía los precios.

Cada Oficio se dividía en 3 categorías:

Maestro: era el que dirigía y controlaba el gremio, dueño del taller y de las herramientas.

Oficial: era un trabajador experto con sueldo, que para convertirse en Maestro debía pasar una prueba difícil.

Aprendiz: era un joven que quería aprender el oficio, trabajaba durante años sin recibir salario, vivía y era mantenido por el maestro.

LAS CIUDADES Y LA VIDA CULTURAL.

El renacimiento de las ciudades provocó una serie de cambios en el arte y la cultura.

En primer lugar, provocó un autentico furor arquitotectónico. Se necesitaban estructuras para cubrir las distintas necesidades de los habitantes: como iglesias, catedrales, galerías donde realizaban intercambios comerciales y ayuntamientos donde se dirigía la vida de las ciudades.

En segundo lugar las obras de arte dejaron de ser encargadas exclusivamente por la iglesia. Cuando los nobles y los burgueses enriquecidos construyeron los palacios para vivir, encargaron obras para decorar.

Pero no solo eso, también empezaron a ver el mundo y la vida de una manera distinta. Por ejemplo, en vez de resolver los conflictos con guerras, buscaron la paz y seguridad.

También empezaron a creer que en vez de necesitar una guía sagrada, los humanos podían crear y dirigir su propio destino. Un ejemplo es que los burgueses se ubicaron en una buena posición económica a pesar de no haber nacido nobles.

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