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La Conquista


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2014  •  4.890 Palabras (20 Páginas)  •  197 Visitas

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Evangelización

Al mismo tiempo que se realizaba la conquista militar de Mesoamérica, un grupo de frailes llevaba a cabo la evangelización de los naturales, lo cual representó un factor de consolidación fundamental para la conquista en todos los ámbitos geográficos.

Para los españoles, la conquista y la explotación de los indios solo se podía justificar si se planteaban como medios para llevar a cabo la conversión de estos al cristianismo, así que entre 1524 y 1560 llegaron a Mesoamérica cerca de 400 frailes franciscanos, dominicos y agustinos que se distribuyeron en las zonas más ricas y pobladas.

A pesar de que Mesoamérica era un territorio de grupos sedentarios, las grandes concentraciones humanas, como la que existía en el Valle de México, cerca de los lagos, eran escasas; las pequeñas aldeas dispersas y los pueblos construidos en los cerros constituían la forma de poblamiento más común.

Para facilitar la predicación se hizo necesario obligar a los indígenas a congregarse en los pueblos construidos en los valles en torno a los conventos.

Se implicó el trazado de calles y plazas, la dotación de agua por medio de acueductos y cisternas, entre otras cosas ya que los misioneros pensaban que darles a los indios una forma de vida similar a la suya era un requisito necesario para cristianizarlos.

La enorme labor de tanto la evangelización como de la colonización, no hubiera sido posible sin la ayuda de los caciques indios y de sus hijos quienes recibieron de los frailes una educación muy esmerada en los conventos y colegios de Tlatelolco. Ellos ayudaron a destruir las pirámides, los códices y los ídolos considerados por los cristianos como objetos demoniacos; pero fueron también ellos junto con un grupo de religiosos, quienes conservaron con sus escritos la memoria del mundo prehispánico.

Para finalizar, cabe mencionar que durante todo este proceso, la iglesia siempre estuvo dividida en dos grandes órdenes: el clero secular —integrado por los sacerdotes que no pertenecen a ninguna orden y que están sometidos al poder de los obispos— y el clero regular, formado por las órdenes religiosas de hombres y mujeres, sujetos a las reglas que su orden les imponga. Esta estructura fue traída a la Nueva España, donde sufrió algunos cambios pero la esencia se mantuvo a lo largo de la colonia.

Virgen de Guadalupe

La evangelización en la Nueva España no fue tarea fácil, especialmente en los primeros años de la Colonia, cuando aún estaban arraigadas las costumbres prehispánicas religiosas. Fue en este ambiente de tensión religiosa que en 1531 apareció (según la leyenda) la Virgen de Guadalupe, que al paso de los tiempos fue convirtiéndose en un símbolo de la nación, fortaleció el mexicanismo y fue la más importante evangelizadora del Virreinato de Nueva España.

La Virgen de Guadalupe ha representado un papel importante en la historia, desde la transición ideológica y religiosa de los mesoamericanos al catolicismo, siendo un símbolo importante para la unificación de ideas como ocurrió con la Independencia de México, donde Miguel Hidalgo y Costilla utilizó la imagen guadalupana como estandarte para el levantamiento de armas contra los españoles.

La tradición guadalupana, refiere a que se apareció la Virgen Santa María, madre de Dios, al indio Juan Diego, cuando pasaba por el cerro del Tepeyac. Pidió que le construyeran allí una iglesia, mandato que Juan Diego llevó al obispo fray Juan de Zumárraga, quien no lo tomó en serio durante tres ocasiones. En la tercera pide una prueba. Entonces la Virgen le manda a Juan Diego cortar algunas flores y resulta que son rosas de Castilla (flor traída a América por los conquistadores) y llevarlas al obispo. El indio obedece, corta las rosas, las envuelve en su manto y las lleva al obispo Zumárraga. Desenvolvió luego su blanca manta y se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyácac.

Posadas, Piñatas & Pastorelas

El origen de las posadas data de la época colonial, y se cree que fue tomada de las fiestas de los indígenas en honor al Huitzilopochtli, dios de la guerra que de acuerdo al calendario juliano correspondía del 2 a 26 de diciembre.

Durante la evangelización, los misioneros tomaron las costumbres de estas fiestas paganas cambiando sus características y dándoles un sentido cristiano, pero manteniendo la época.

Se cree que se celebraron por primera vez en 1587, en el pueblo de San Agustín Acolman, un pueblito cerca de la ciudad de México, cuando el Papa Sixto V autorizó a Fray Diego de Soria la celebración en la Nueva España de las misas de aguinaldo, en las que se representaban escenas del nacimiento de Jesús, y había fuegos artificiales, cantos, y luces.

En sus inicios estos festejos no fueron como los conocemos ahora, primeramente se les llamó "fiestas de aguinaldo" como atractivo se le agregaban a la celebración luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos, cantos populares que se ejecutaban en diferentes festejos, entre ellos la Navidad. Estos cantos fueron conocidos y recreados por la población de México. En el siglo XVIII, Carlos III prohibió estos cantos. Aun cuando a su muerte se volvieron a poner en práctica

Así pues, las posadas no fueron en sus inicios como las conocemos ahora. Desde las misas de aguinaldo en los atrios de las iglesias, pasaron a formar parte del ritual familiar y del barrio en el siglo XVIII, y aun cuando en las iglesias no desaparecieron del todo en las casas, adquirieron mayor popularidad. Esta transición, del templo al pueblo, se dió con el interés de que más gente tuviera acceso y participación en estas celebraciones, y es como se ha ido transformando de acuerdo a sus posibilidades y a sus propias características culturales.

En 1587 cuando los frailes agustinos de Acolman recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar lo que se llamó “misas de aguinaldo”, como se mencionó anteriormente, que más tarde se convirtieron en las posadas. Fue en esas misas que tuvieron lugar en los días previos a la Navidad que los frailes introdujeron la piñata.

Ellos usaron la piñata como una alegoría para ayudarse en sus esfuerzos por evangelizar a los pobladores de la región. La piñata original tenía la forma de una estrella con siete picos. Los picos representaban los siete pecados capitales y los brillantes colores de la piñata simbolizaban la tentación. La piñata se transformaba en una representación

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