La Globalizacion

La Globalización

Históricamente se remonta a finales del siglo XV cuando culmina la expansión en ultramar por parte de los pueblos Europeos (España y Portugal), lo que indica que la globalización no es un fenómeno reciente.

Con la llegada de los europeos a nuestro continente se originan un sinfín de nuevos movimientos (religiosos, políticos, entre otros), pero sin duda alguna uno de los principales obstáculos de cara a la globalización fue la imposición del sistema de dominación imperial sobre las civilizaciones nativas, esto provoco una transformación radical de la situación preexistente en la zona ya que dicho movimiento fue mucho más profundo en América Latina y el caribe que en otras partes.

Si bien fue un proceso que duro muchos años es recién hacia mediados del siglo XIX que con la llegada de la independencia surgen muchos procesos de crisis en cuanto a la legitimidad del poder, lo que llevo a la división de las posesiones españolas y fuertes tensiones políticas. Sin embargo, fue muy escaso el impacto que tuvieron las guerras de independencia sobre la globalización y el desarrollo de estos países, ya que, solo se enfocaban en defender su integridad territorial y resolver los conflictos políticos.

El verdadero cambio se da hacia finales del mismo siglo cuando empiezan a formular respuestas en base a su desarrollo global, es en este momento cuando la globalización impacta de manera profunda las economías latinoamericanas e inaugura una nueva etapa en su desarrollo. Es a partir de allí cuando entonces se expande rápidamente al comercio exterior, se incorporan capitalistas extranjeros y en varios países se instalan cientos de miles de inmigrantes debido a las diversas fuentes de trabajo que esto generó. Este hecho coloco a Iberoamérica en una posición importante en cuanto a la expansión de las relaciones internacionales y, justificadamente este periodo fue definido más tarde como Crecimiento Hacia Afuera. La respuesta generalizada de estos países al dilema de su desarrollo en la economía global fue la adhesión al sistema de división del trabajo, lo que limito a américa latina principalmente a enfocarse en la producción de materia prima exportable, a algún grado de transformación mínima de la misma y a la infraestructura.

Durante este periodo se registró un proceso de crecimiento y modernización, estabilidad institucional y consolidación de regímenes democráticos hasta que su avance fue interrumpido por las guerras mundiales a principios del siglo XX, guerras que más adelante demostraron que el sistema de división del trabajo era incompatible con América Latina puesto que las corrientes capitales y el comercio internacional no se pudieron recuperar.

Con el fin de la segunda guerra del mundo mundial (1945), los avances científicos y tecnológicos han profundizado y transformado el vínculo entre los países, lo que

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