La Historia

RESEÑA HISTÓRICA DE LA COMUNIDAD

El caserío El Hatico es una comunidad de tradición aborigen que tiene más de 100 años de fundada.

Entre los habitantes o familias que vinieron a este caserío están los: Castillo, Tamayo, Gutiérrez, Barreto y Alvarado. Destacan debido a la labor que desempeñaban las siguientes personas:

Felipe Alvarado era tamunanguero (murió)

Antonio Leal tamunanguero (murió)

Jesús Alvarado (rezandero)

Cecilio Gutiérrez (rezandero)

Alcira Alvarado partera o comadrona (murió)

Liliana castillo aguinaldera

Eustaquio Pérez tamunanguero

Josefa González partera (murió)

Estanisla castillo capitana y comadrona (murió)

Armanda leal comadrona

Antiguamente se conocía esta comunidad con el nombre de “El Callao “debido a que en él había una hacienda con el mismo nombre; algunas personas dicen que es porque era una zona donde existía mucho silencio. Se conoce ahora con el nombre El Hatico porque en sus terrenos existió un hato de cerdos pequeño, hecho que ocurrió muchos años antes de su población y fundación.

Entre los acontecimientos más importantes que han sucedido en este caserío recuerdan una misión religiosa que vino en el año 1964 y trajo las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, san pascual Bailón y Rafael Arcángel. El capitán de esta actividad era el señor Cecilio Gutiérrez encargado de recoger dinero para las fiestas.

También existió en la comunidad un grupo de tamunangue que conformaban: ramón González, Domisiano González, Efigenio Alvarado, Eustaquio Pérez, quienes tenían sus bailarinas conformadas por: Alcira Alvarado, Guadalupe González Estanisla castillo Armanda leal. Además los días miércoles se llevaba a cabo la procesión al Nazareno; las personas devotas realizaban altares frente a sus casas en donde hacían la estación con el santo acuestas.

Se acostumbraba además bailar la Burriquita en festividades locales a cargo de la señora Inés de Carrillo.

En los que respecta a mitos y leyendas cuentan las personas mayores que en 1995 ellos sentían que por los caminos de esta comunidad se escuchaban unos jinetes de caballos también La Llorona pues se escuchaban los gritos de una mujer y un niño, luego de repetir los gritos varias veces no se oía mas nada. Según ellos este era un “espíritu malo”.

La primera escuela funciono en un cuarto

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