La Primera Republica

La primera República

Introducción

El tiempo conocido como la primera república (1810-1816), es un grandioso período para la investigación en nuestro país, pues tiende a ser ignorado en la mayoría de estudios, o suele ser mal reconocido. Llamado por muchos la “patria boba”, pues los sucesos que se dieron en dicha etapa finalizaron en la posterior reconquista española, se le ha denominado también “La patria niña” o infantil, por Roberto María Tisnes,3por su presencia en la mayoría de países latinoamericanos.

Este estudio sobre el período de la primera república gira alrededor de dos personajes muy célebres, Camilo Torres y Antonio Nariño, líderes de dos corrientes conocidas como centralismo y federalismo, que agitaron el panorama político en el gobierno de la naciente república.

Centralismo y federalismo

El centralismo se considera como el sistema político que, desde un centro de poder, reglamenta, emplaza y regenta la economía, la política y la sociedad de un territorio. El federalismo, es la unión de varios estados con sus propias leyes, que aceptan una alianza bajo determinados principios y que renuncian a su soberanía, la cual depositan en una autoridad determinada, lo que no permite que se separen por voluntad propia, y es lo que se denomina régimen federal.4

Pero es importante saber de dónde nacieron estas dos corrientes ideológicas. Preliminar al 20 de julio, sucedieron otros levantamientos de notable importancia en lugares como Cartagena, Mompox, Cali, Pamplonay El Socorro. La relevancia de lo ocurrido en Santafé se debía a que ésta era la capital del Virreinato de la Nueva Granada, pero la opinión de todos los criollos con respecto a la independencia no era general, lo que ocasionó que se constituyeran dos bandos, “pateadores” y “carracos”.5Los primeros querían formar una república independiente, comandados primero por José María Carbonell6 y después por Antonio Nariño; estos personajes estaban influenciados por el liberal espíritu de la Revolución Francesa, por lo cual hablaban de soberanía popular y fueron quienes movilizaron al pueblo para evitar que el proceso independentista fracasara. Los “carracos”, en cabeza de Camilo Torres, eran más dados a una dependencia de España, pero con una dirigencia criolla sin intermediarios peninsulares. Declaraban intereses de casta y por esa razón muchos sectores populares optaban por una administración española más que por una de sus mismos compatriotas, pues la élite de este sector repudiaba o temía a las “clases inferiores”, la “indiada” o el “populacho”.7

El miedo hacia el populacho que sentía la junta formada en Santafe, el 20 de julio de 1810, era bastante intenso. En palabras de José Miguel Pey al pueblo: “Retiráos y que no se oigan más en adelante las tumultuosas voces de el pueblo pide: el pueblo dice, el pueblo quiere, cuando talvez no es más que un individuo, una pequeña fracción, un partido que se aprovecha de nuestra reunión para usurpar vuestro nombre”8, refiriéndose aJosé María Carbonell y el grupo de directores de la maquina popular ochisperos, como los llamó Groot en su obra, dentro de los cuales estaba el Escribano García, llamado el patriota; el doctor don Francisco Javier Gómez (alias Panela) y el doctor Ignacio Herrera.9

Para este momento ya se evidencia la primera división partidista de nuestra historia. El federalismo incipiente de nuestra república estaba fundamentado en abolir la figura del dictador español (virrey) para ser reemplazado por criollos, sin dejar de ser fieles al rey, y el poder central que estaba representado en Santafé, pues el aislamiento de la capital con respecto a las demás provincias del virreinato hacía ver esta ciudad como el sujeto origen de todos los males y de la cual no recibían nada. Por otro lado, el centralismo cimentaba sus teorías en las lecturas hechas por muchos de nuestros dirigentes como Nariño y Carbonell, quienes evocan a Rosseau y la defensa de la república en detrimento de la monarquía y la tesis del tiranicidio de los jesuitas Francisco Suárez y Juan de Mariana para buscar una independencia de España.

La primera República camina a su reconquista

Para el 22 de diciembre de 1810 se reúne el primer Congreso General del Nuevo Reino de Granada, al cual sólo asisten seis provincias, lo cual impide un intento de crear la constitución granadina y desemboca en el retiro de Camilo Torres. Mientras tanto, Jorge Tadeo Lozano es elegido como Presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada el 1 de abril de 1811, Antonio Nariño trabaja en su primer número de La Bagatela, que saldrá el 14 de julio de 1811 y meses más tarde, el 17 de septiembre, este personaje será elegido presidente del Estado de Cundinamarca.

El 27 de noviembre de 1811 se instala el primer Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada donde se proclama su Acta de Federación, aunque sólo asistieron cinco provincias: Antioquía, Cartagena,Pamplona, Tunja y Neiva. Muchas de las provincias que no estaban de acuerdo con el sistema federal de gobierno se anexaron al Estado de Cundinamarca, lo cual generó un descontento en las Provincias del Norte. Esta situación se agravó cuando los celos y la idea de formar provincias independientes en cada rincón del territorio originaron diferentes problemas entre los partidarios del sistema federal y los centralistas, contrariedades que remitían al inicio del proceso de independencia en la Nueva Granada.10

Las cosas no marchaban bien en 1812, y las divisiones que no habían desaparecido entre carracos y pateadores, seguían con sus enconadas luchas. Los carracos eran más antinariñistas y los pateadores o nariñistas odiaban la federación y por consiguiente al Congreso, lo que ocasionó la renuncia de Nariño el 20 de agosto de ese año para cesar estos enfrentamientos. No obstante, Nariño era muy ingenuo a pensar que era él la causa de los desacuerdos, pues no se daba cuenta que los federalistas no estaban de acuerdo con ceder territorios al centralismo. Por pedido expreso del pueblo de Cundinamarca y sus anexiones, Nariño volvió al poder el 10 de septiembre, viendo que no era sólo su persona la causante de todas las diferencias con el gobierno de Tunja.11

El 4 de octubre de 1812, el Congreso se instala definitivamente en la Villa de Leyva y asisten seis delegaciones: Cundinamarca, Casanare, Cartagena, Antioquia, Pamplona

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