La Union Europea
alejandro1906897 de Octubre de 2013
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INTRODUCCIÓN
La integración económica europea, tiene sus comienzos a finales de la segunda guerra mundial, época en la que Europa quedó devastada y estados Unidos propuso para la reconstrucción de la misma, la aplicación del Plan Marshall, con la intensión de que los europeos hicieran su propio organismo para la reconstrucción de Europa.
En la segunda mitad de los 80, el proceso de integración va a recibir un importante impulso político, propiciado en gran medida por la llegada del francés Jacques Delors a la Presidencia de la Comisión Europea en 1985. El primer paso hacia la integración europea lo dio el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman. El 9 de Mayo de 1950, propuso un plan para integrar y gestionar en común la producción franco-alemana de carbón y acero.
En Venecia el 29 y 30 de mayo de 1956, se tomó la decisión de organizar una Conferencia Intergubernamental sobre el Mercado Común y Euratom, centrado en la unidad económica, dando lugar a los Tratados de Roma que se firmó en 1957, que estableció la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) entre los miembros.
EL PROCESO DE INTEGRACIÓN EN EL CONTINENTE EUROPEO
Después de la Segunda guerra Mundial (1945 final de la II Guerra Mundial), Europa se tenía que reconstruir y los Estados Unidos propusieron el Plan Marshall, nombre por el que se conoce el Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso en la universidad de Hardware el 5 de junio de 1947 el cual estaba destinado a contener un posible avance del comunismo, con la promesa que los Estados europeos crearan una organización para su propia reconstrucción , pero dentro esta Organización no todos los Estados Europeos tenían el mismo grado de desarrollo. Es por este motivo, que nace el plan de Robert Schumann, ministro francés en su famosa carta al ministro Alemán de poner en común la producción de carbón y acero, así nace la C.E.C.A, en la cual los estados miembros renuncian a una parte de su soberanía y delegan en las instituciones u órganos comunitarios, naciendo así el derecho comunitario que prevalece sobre el derecho interno. Al inicio era más fácil ponerse de acuerdo para objetivos económicos, pero también para objetivos sociales, políticos, de seguridad interna, posiciones comunes sobre la política exterior, etc. la característica fundamental de la unión europea es, que es una unión que se basa en el respeto de las diferencias lingüísticas, culturales, religiosas, políticas, entre otras, sobre todo, por el respeto de los derechos humanos.
La Unión Europea (UE) es una comunidad política de Derecho constituida en régimen de organización internacional, nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los estados de Europa. Está compuesta por veintisiete estados europeos y fue establecida con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993.
Con ese acto, la supraestructura «Unión Europea» aunaba y se fundaba sobre las tres Comunidades Europeas preexistentes (CECA, Euratom y CEE/CE) y les añadía la política exterior común y la cooperación judicial y policial, formando un sistema complejo conocido como «los tres pilares». Sin embargo, con la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de Lisboa, la Unión Europea sucedió, por completo aunque con ciertas particularidades, a las Comunidades Europeas y asumió con ello su personalidad jurídica única como sujeto de Derecho internacional. CECA: Comunidad Europea del Carbón y del Acero (EURATOM) Comunidad Europea de Energía Atómica CEE: Comunidad Económica Europea
El territorio de la Unión comprende el de todos sus estados miembros, que son: Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía y Suecia.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El Imperio Romano constituyó el primer gran esfuerzo para integrar una parte importante de nuestro continente y el conjunto de las tierras bañadas por el Mediterráneo. La Edad Media trajo la idea de unificación bajo el común denominador del cristianismo, y de ella surgieron las ideas de "eurocentrismo" y de la "superioridad" de Europa y de la civilización europea. Es evidente que sin el Renacimiento y la Ilustración no podemos entender las ideas de tolerancia, libertad, respeto de los derechos del hombre y democracia en la que se trata de basar la construcción europea. Hay una realidad evidente que debemos señalar: la idea de Europa es algo que no podemos entender en su plenitud sin tener en cuenta la evolución histórica de nuestro continente anterior a la Segunda Guerra Mundial y al reciente proceso de integración concretado en la Unión Europea.
La lista de importantes y a veces, tristemente célebres, figuras históricas que de una manera u otra persiguieron una idea de Europa es también prolija: Carlomagno, Carlos V, Napoleón, Metternich, Hitler, entre otros.
Lo mismo podríamos decir de intelectuales y filósofos. De Rousseau a Marx, de Kant a Leibniz, son múltiples los pensadores que han propuesto la idea de una Comunidad europea como un objetivo político deseable a largo plazo.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) el objetivo principal era consolidar la paz entre las naciones victoriosas y vencidas de Europa y asociarlas en un marco de instituciones compartidas regidas por el principio de igualdad. El primer paso hacia la integración europea lo dio el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman. El 9 de Mayo de 1950, propuso un plan para integrar y gestionar en común la producción franco-alemana de carbón y acero. La unificación política sería posible gracias a la “fusión de intereses” creada entre las naciones europeas. Al llamamiento de Schuman respondieron, además de la República Federal de Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. La Declaración de Schuman se hizo realidad el 18 de abril de 1951 con el Tratado de París. Nacía así la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA).
En Venecia (29 y 30 de mayo de 1956), se tomó la decisión de organizar una Conferencia Intergubernamental sobre el Mercado Común y Euratom, centrado en la unidad económica, dando lugar a los Tratados de Roma que se firmó en 1957, que estableció la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) entre los miembros.
Las dos comunidades se crearon por separado de la CECA, si bien comparten los mismos tribunales y la Asamblea común. Los ejecutivos de las nuevas comunidades fueron llamados comisiones, a diferencia de la "Alta Autoridad". La CEE fue dirigida por Walter Hallstein y Euratom fue dirigida por Louis Armand. La misión Euratom sería integrar a los sectores de la energía nuclear, mientras que la CEE se desarrollaría una unión aduanera entre los miembros.
Seis años después, el 25 de marzo de 1957, los Seis decidieron con el Tratado de Roma, construir una Comunidad Económica Europea (CEE) basada en un mercado común más amplio que abarcara toda una gama de bienes y servicios. En su preámbulo, los estados signatarios estaban "determinados a establecer los fundamentos de una unión sin fisuras más estrecha entre los países europeos". Así quedaba claramente afirmado el objetivo político de integración progresiva entre los diversos países miembros. Se acordó un proceso transitorio de 12 años para el total desarme arancelario entre los países miembros. Ante el éxito económico que trajo la mayor fluidez de los intercambios comerciales, el plazo transitorio se acordó y el 1 de julio de 1968 se suprimieron todos los aranceles internos entre los estados comunitarios. Al mismo tiempo, se implantaron las políticas comunes, especialmente la política agrícola y la política comercial.
El Reino Unido y la CEE:
El principal problema político con el que arrancó la CEE fue el que un país de la importancia del Reino Unido se mantuviera al margen. No deseaba tomar parte en una Unión Aduanera y menos aún en un mercado común con políticas comunes. Por ello, propició la creación de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), a la que se adhirieron Suecia, Suiza, Noruega, Dinamarca, Austria y Portugal. Esta asociación, que huía de cualquier proyecto de integración política, fue una mera zona de libre comercio, esencialmente de productos industriales.
Los británicos se dieron cuenta muy pronto de su error. Mientras la CEE protagonizaba un crecimiento económico espectacular, con unas tasas de crecimiento superiores a las norteamericanas, Gran Bretaña continuó con su tendencia decadente con respecto a los países del continente. Así, en agosto de 1961, el primer ministro británico, solicitó el inicio de negociaciones para el ingreso del Reino Unido. Sin embargo, tras diversos intentos negociadores, el líder francés, Charles De Gaulle, receloso de la estrecha vinculación británica a Washington, vetó en 1963 el ingreso británico en la CEE. Cuando, en 1967, el Reino Unido volvió a solicitar su ingreso, contó de nuevo con el ‘no’ de Francia, que seguía desconfiando del compromiso europeo de los
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