Las Jarchas, Meter De Juglaría Y Mester De Clerecía.

Las jarchas, surgen durante el siglo XI y son descubiertas por Samuel M. Stern en el año 1948. La lengua de las jarchas era el árabe clásico o el hebreo. Estas, eran cancioncillas de amor cantadas por muchachas en donde predominan temas de amor, de suplicas hacia un amor, ausencias…

yâ mamma mio al-habîbi ¡Oh madre, mi amigo

bay-sê e no me tornade se va y no vuelve!

gar ke fareyo ÿâ mamma Dime qué haré, madre,

in no mio 'ina' lesade si mi pena no afloja.

Otra de las jarchas es la siguiente:

Vayse meu corachón de mib. Mi corazón se va de mi

Ya Rab, ¿si me tornarád? Oh Dios ¿acaso volverá a mí?

¡Tan mal meu doler li-l-habib! ¡Tan fuerte mi dolor por el amado!

Enfermo yed, ¿cuánd sanarád? Enfermo está ¿Cuándo sanará?

En estos pequeños poemas, se pueden observar la gran melancolía que transmiten. Es importante resaltar, que estas composiciones eran producto de la vida de la escritora, la cual le contaba sus experiencias amorosas y de tristeza como resultado de éste, a su madre y hermanas.

El poema épico o cantar de gesta son aquellas narraciones que cuentan la historia de un héroe. Aparecen durante el siglo XII con motivo de entretener a los habitantes de los pueblos a cambio de comida, ropa o dinero. Así, estas personas encargadas de este oficio reciben el nombre de mester de juglaría, entendiéndose por mester, un ministerio encargado de ese oficio. Las historias que narran los juglares, suelen tratar de historias, hazañas hechas por un héroe o guerrero popular. Estas historias están escritas en versos.

Los poemas épicos o cantar de gesta poseen ciertas características que lo definen. Una de ellas es que son anónimos; por el hecho de que no puede atribuírsele su autoría a una sola persona, ya que eran un ministerio, es decir un grupo que narraban improvisadamente basándose en contextos. Así como también, que su destino es para ser recitado o cantado y se transmiten de padres a hijos. Los juglares solo se centraban en contar las acciones de los héroes: que hacían, donde se encontraban, sus relaciones sociales… es decir, que todo lo que giraba en torno al héroe era cantado por el juglar. En tanto que, para ese entonces, era lo más relevante, y las demás personas, el pueblo en general, no era tomado en cuenta para esto.

El cantar del Mio Cid, es el primer texto épico hispano que se conserva, aparte es el más extenso escrito en lengua española. Aunque suele afirmarse la desaparición de algunas hojas de la historia. Este poema, cuenta la historia de Rodrigo Díaz de Vivar y la situación difícil que paso luego de su destierro. Consta de tres partes: la primera es el destierro del Cid en el cual lo acusan de robar al Rey moro de Sevilla. El segundo canto, se titula la boda de las hijas del Cid, y el tercero la Afrenta de Corpes.

El Mio Cid, como cantar de gesta cumple con todas las características que lo distingue como tal: principalmente, es anónimo. El juglar, narra aquellos hechos

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