Lectura De Investigacon

LA LECTURA DE LA INVESTIGACION

Un primer momento sustancial para quienes pretenden iniciarse en la investigación, es la aprehensión de los contenidos en la lectura del texto. Para ello es necesario identificar el contexto o marco de referencia, a partir de qué o desde dónde surge el tema a desarrollar, en qué ámbito se contextualizarán sus contenidos. Además, es importante identificar cuál es la propuesta del autor, cómo la argumenta y hacia qué propósito se dirige. Esto significa una identidad con los contenidos del texto y con el mismo autor. En un segundo momento vendrá el análisis, esto es a partir de la curiosidad y búsqueda, en una actitud de reflexión y abstracción, lo cual implica diferenciar y descomponer el texto en sus partes. A esto le sigue la interrelación recíproca de las partes. De aquí pasamos a la síntesis, el proceso revertido de las partes hacia el todo: la unidad. Y finalmente la interpretación, para ésta será necesario hacer a un lado la expectativa, propia o de cualquier otro interés, sea este institucional o de grupo. Por otra parte, la interpretación no será unívoca, se tendrá que significar desde la diversidad y multiplicidad, sopesando la significación en función de las circunstancias y del momento, estas son las circunstancias espaciales y temporales. De acuerdo con Paul Ricoeur (1999) en la interpretación no hay ninguna significación de verdad o de conocimiento, ésta sólo se obtiene al cumplir la meta de la interpretación, que consiste en compartir la propia interioridad con los demás. Leer es comprometerse, involucrarse, ser responsable, no escatimar esfuerzo. Es vivenciar una experiencia de entrega en cuerpo, mente y espíritu, no acto técnico ni frío, sino de fe y pasión. Como refiere Paulo

Freire: “leer no es mero entretenimiento, ni tampoco ejercicio de memorización mecánica de ciertos fragmentos del texto. Leer es una forma de ser inteligente, activa, exigente y gratificante. Leer auténticamente es asumirse frente al texto u objeto de curiosidad, la forma crítica de ser, y de estar siendo sujeto de la curiosidad” (Freire, 1999:30). Es compromiso con una experiencia creativa alrededor de la comprensión. Leer la palabra en la extensión del texto y por tanto de los objetos referidos en él, es leer el mundo. Leer en el otro, mi semejante, las palabras escritas en su cuerpo, en su carne, en su rostro, en el tono y timbre de su voz, en su mirada y en sí en su ser. Y sobre todo, por principio leer en mí, aquello que emana de mi interior mostrando mi ser en un mundo de lenguaje, ser que sólo es mostrado por aquél que sabe leer. Reiteramos, en la lectura y comprensión del texto, consideramos cuatro momentos fundamentales:

Aprehensión, análisis, síntesis e Interpretación. Cuatro momentos que más que decir o leer deberán ser vivenciados en la práctica del ser y hacer.

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