Lorena Ramirez Gonzalez

Museo Frida Kahlo

Lo que hace especial a la llamada “casa azul” es que aquí nació, vivió y murió Frida Kahlo.

Esta casa nos brinda la oportunidad de presentar al público una exposición de dos artistas de carne y hueso, de vivir esta muestra como si ellos, en persona, nos recibieran para compartirnos su vida intensa.

Para tal fin, seleccionaron más de 50 dibujos hechos por Frida que destacan por su calidad y cantidad.

Aquí se muestra algunos de sus dibujos y diseños de la pintora Frida Kahlo.

No logro comprender que quiere decir esta imagen, ya que siento algunos aspectos de contradicción.

La Casa Azul es también un homenaje tanto para artistas del siglo XX Clausell, Orozco, Tanguy, Velasco como para el arte popular, en este también se muestran cartas de reconocimiento entre ellos: Sonia Sekula, Helena Rubestein, Nelson Rockefeller, Pablo Neruda e Isamu Noguchi.

El ultimo chiste de política de conciliación.

Aquí no sólo se exponen los cuadros de una de las pintoras latinoamericanas más reconocidas, sino que también se descubre la parte cotidiana y casi anónima de una mujer, de una familia, de un matrimonio y de los amigos que rodearon a la pareja Kahlo-Rivera

En 1947, Diego construyó después del divorcio, dos cuartos separados, que fueron ocupados por ellos hasta que murió Frida.

En esta casa llena de contrastes, conviven sin agravio los dolorosos corsés, unos de yeso decorado, otros de cuero y metal con la algarabía que se adivina en cocina y comedor.

Y hablando de cocinas en esta casa también hay.

La cocina es uno de los aspectos que más habla de la cotidianeidad de la artista. En La Casa se hacían fiestas y se recibía a los amigos, cuyas obras o cuyos nombres adornan los muros. El tamaño del comedor y las terrazas en el jardín hablan de una casa abierta a las visitas.

Este es el estudio acondicionado que le hizo Diego a su esposa Frida, el cual como se puede apreciar, era todo de madera y tenía

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