Marco Legal

Película invictus

La película "Invictus" es un manantial de inspiración para toda persona que quiera ir más allá. Mandela llegó al poder en 1994 y comprendió que el equipo de rugby podría ser un punto de encuentro nacional ante el racismo que había desangrado al país.

Usó su liderazgo para apoyar a los Springboks, contra la voluntad de sus propios asesores y administradores. Sabía que el orgullo y la unión de la nación debían estar por encima de rivalidades raciales y posiciones particulares. Su pensamiento fue tan grande que muchos no le entendieron y se quedaron -al inicio- aferrados a modos de pensar que solo conducen a las derrotas, a las frustraciones y a la inculpación de pecados propios a otros.

Como él le expresó al capitán del equipo, el pilar para alcanzar una gran meta es que todos los actores excedan sus propias expectativas, vayan más allá de lo esperado, y se entreguen inspirados por una gran causa, pues es allí, en la altura de los principios, donde todos podemos coincidir y hacer realidad los sueños que los cínicos, críticos o escépticos, dicen que no se pueden lograr.

Contra los pronósticos, Sudáfrica fue Campeón Mundial de Rugby en 1995; la visión de Mandela sorprendió al propio capitán de los Springboks, Francois Pienaar, a quien convirtió en aliado expresándole respeto, admiración y ofreciéndole ayuda pese a las críticas de medios de prensa hacia él y el equipo. En un gesto de humildad, Mandela le sirve el té al capitán; sí, servir y no buscar ser servido, ¡liderazgo puro!

"Mandiba", como le dicen sus amigos, demostró la fuerza de los principios, del criterio propio y sensato por encima de las emociones sesgadas de sus allegados, fue constante en sus posiciones, y actuó conforme lo consideró justo y verdadero. Pero lo más importante, inspiró al equipo con su ejemplo, haciendo real su poema favorito, "Invictus", cuyas líneas finales dicen: "¡soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma!" .La historia de un país bien puede escribirse por sus más o menos adecuadas y eficaces políticas económicas, sociales y culturales, pero si por encima de todo ha existido una política humana y emocional promotora de conciencias y sensibilidades, ese país marca la diferencia por ser capaz de vencer obstáculos, actitudes negativas, creencias erróneas y antivalores desde dentro de cada ser, desde la conciencia de cada ciudadano, tal y como lo hizo el Nóbel de la Paz, Nelson Mandela, evitando que en Sudáfrica se instalaran las bases para una guerra civil de fondo racial.

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