Marianela

Escuela secundaria técnica # 62

Bloque 1

Español

EL AVARO

Nombre del alumno:

Mario Abel Piedra Montoya

Nombre de la maestra:

Cristalina Romo Lara

Introducción

El motivo por el cual realice este trabajo, no fue uno, sino dos, el primero fue porque es un proyecto que tengo presentar para la clase de español, ya que este cuenta como una calificación, sin embargo, conforme estuve buscando algún cuento que me llamara la atención y comencé a leer, me gusto mucho este cuento, que voy a presentar.

Lo mas importante en este trabajo, es el comentario que yo mismo realice de este cuento, así como su importancia, para esto debemos de saber que, un comentario, es la opinión que tengamos acerca de un documentos, sin necesidad de juzgarlo para bien o para mal.

Existen diferentes tipos de comentarios, como lo son: Los críticos, los filológicos, así como históricos, literarios y bíblicos.

Lo que yo, escribiré en este trabajo será simplemente mi punto de vista del cuento, para que pueda ser mejor entendido para quien guste leerlo, ya que la principal función del comentario, es está, poder interpretar de una manera difícil, algún texto complicado.

El comentario de un texto en si, es un escrito (pudiendo ser oral) de cualquier cosa que pueda permitir la comprensión plena del documento.

El cuento

Biografía del autor

Luis Loayza

Estudió Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Loayza participó en la creación de varias revistas literarias y fue bajo el sello de una de ellas —Cuadernos de Composición—, que hacía con Abelardo Oquendo, que publicó en 1955 publicó su primera colección de cuentos, El Avaro.1 A finales de los años cincuenta, Loayza partió a Europa y regresó al Perú en 1961. Comenzó entonces a colaborar con el diario Expreso, pero luego, en 1963, abandona nuevamente su país para ir a Estados Unidos y de allí nuevamente a Europa.

Luis Loayza fue amigo de Julio Ramón Ribeyro (cuya correspondencia ha sido publicada a fines del 2005 en la revista Hueso Húmero2 ), de Abelardo Oquendo, director de la citada publicación y de Mario Vargas Llosa (quien le dedica cálidas páginas en sus memorias). Con estos dos últimos publicó a finales de los años cincuenta, en Lima, la revista Literatura (reeditada por la UNMSM. A diferencia de ellos se alejó de la ficción y se dedicó a su trabajo como traductor de organismos internacionales en Ginebra, Suiza, donde vive desde 1974.

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