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Enviado por • 2 de Diciembre de 2014 • 372 Palabras (2 Páginas) • 133 Visitas
ENSAYO
Ya basta de workaholism
¿Quién dijo que entre más horas de trabajo, mayor productividad? ¿Y quién nos dijo que entre mayores las jornadas laborales, más felicidad?
Hoy, la productividad no tiene nada que ver con el esfuerzo físico, sino con el esfuerzo mental. El poder creador de nuestra mente es 100 veces más eficiente que el poder creador de nuestras manos, espalda y piernas.
Esta lectura nos hace en parte reflexionar acerca de la mala cultura que hemos tenido, ya que se nos ha indicado que depende de nuestro esfuerzo físico y de las horas que dediquemos al trabajo que haya una buena productividad o que seremos mejores.
Ahora bien todo esto es falso, para mi tener buena productividad y ser eficientes en el trabajo no es matarte en el trabajo y dejar a un lado tu vida social, familiar y emocional por dedicarle más horas al trabajo, sino que es un complemento de esfuerzo físico y principalmente mental, sin embargo las personas que se aferran al esfuerzo físico en el trabajo sienten las ganas de estar ocupado todo el tiempo, hasta el punto de que a menudo realizan tareas que no son requeridos o necesarios para la finalización del proyecto. Como resultado de ello, tienden a ser trabajadores ineficientes, ya que se centran en ser ocupados, en lugar de centrarse en ser productivo. Además, tienden a ser menos eficaces que otros trabajadores porque tienen dificultades para trabajar como parte de un equipo, problemas para delegar o encomendar los compañeros de trabajo, o los problemas de organización debido a asumir demasiado trabajo a la vez.
Sin embargo ninguna adicción es buena, pero si compartes tus conocimientos, tus ideas y puntos de vista y esto lo complementas con una iniciativa de trabajo físico podremos rendir más en el trabajo y a la ves sentirnos contentos y satisfechos con lo que estamos haciendo,
Sin embargo algo muy importante que la lectura menciona es hacernos reflexionar para que nos demos cuenta que por esforzarnos físicamente por más horas no nos hace más eficientes y productivos, que el esfuerzo mental es muchas veces más poderoso que el físico. El esfuerzo mental lo puedes aprovechar hasta tus 80 o 90 años; el esfuerzo físico sólo hasta los 60 o 65.
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