Origen Del Hombre

EL ORIGEN DEL HOMBRE

Evolución y Creación

1. Explicar la Evolución. ¿Evolución de dónde?

Según Darwin, la Evolución consiste en una selección natural que favorece los cambios más útiles para la supervivencia y facilita la adaptación al medio.

La selección natural, es un proceso no aleatorio si no determinista, capaz de engendrar orden. Las características adquiridas por los organismos a través de la evolución no son puramente fortuitas (que sucede inopinada y casualmente) si no que están determinadas por su utilidad funcional. Todos los seres proceden por fuerza de organismos más sencillos que fueron aumentando en complejidad, el hombre incluido, o sea; el huevo sería antes que la gallina.

La evolución es algo que acontece dentro de la creación teniendo así las siguientes teorías:

A. La teoría transformista de Lamarck.

Su teoría se basaba principalmente en dos principios:

a) La función crea al órgano. Todo órgano que se usa reiteradamente tiende a desarrollarse y a aumentar su capacidad; en cambio, el órgano que no se utiliza se atrofia y puede desaparecer.

b) La transmisión de los caracteres adquiridos. Algunos de los cambios o variaciones experimentados por ciertos especímenes se transmiten a los

descendientes, dando lugar al surgimiento de nuevas especies.

B. La crítica contra Lamarck. El creacionismo y el fijismo “científicos” de Cuvier. El catastrofismo.

La cuál decía que hubo diferentes creaciones sucesivas, separadas por grandes cataclismos geológicos, el último de los cuales sería el del diluvio universal, tras el cual se había realizado su última creación. Sólo esto podría explicar la escrupulosa ordenación de los fósiles (de más antiguos a los más recientes o similares a los actuales) en los sucesivos estratos geológicos.

Esta teoría se hizo insostenible tras el hallazgo de los eslabones perdidos en el registro fósil.

C. Los avances de la genética y la polémica mutacionismo /biometría

Mendel estudió la forma de transmisión de los caracteres de generación en generación partiendo de sus estudios con guisantes.

Sin embargo, desafortunadamente estos experimentos pasaron desapercibidos hasta comienzos del siglo xx, cuando fueron redescubiertos de forma independiente, entre otros, por Hugo de Vries, Karl Correns y Eric von Tschermack, así como completados por el zoólogo francés Lucien Cuenot y la escuela de genetistas del americano Thomas Hunt Morgan. Basados en ellos, dichos científicos modificaron las teorías de Darwin.

Sustituyendo la idea de variación continua por la de variación discontinua o mutación. En efecto, debido a diferentes factores, los seres vivos se encuentran expuestos varias modificaciones, unas de carácter superficial (o fenotípico) y otras que afectan a los componentes genéticos (o genotipo). Las primeras no se transmiten y, por tanto, no desempeñan ningún papel en la evolución. Las segundas, por el contrario, actuando sobre las células germinales, originan cambios que se transmiten a los descendientes y pueden originar variaciones específicas.

Pero resumir históricamente estos descubrimientos es complejo así que damos esta visión sistemática a los acontecimientos actuales de genética:

• El descubrimiento de los mecanismos de la herencia genética

• La selección de "monstruos prometedores" : las mutaciones

D. La teoría actual: Teoría sintética o neodarwinismo. La Teoría de la

Evolución hoy en día.

Esta teoría, adoptada oficialmente como decimos por el mundo científico

contemporáneo (desde los años 30 en adelante) y llamada así por efectuar una síntesis coherente de darwinismo (selección natural del medio “gradualista”) y genética moderna (micromutaciones y recombinación como fuentes de la variabilidad en los genes), explica la evolución como el resultado, a la vez, de la selección natural y de las mutaciones. Reúne, por un lado, las teorías de Darwin y, por otro, las de Mendel, las de De Vries y las aportaciones de Morgan junto a los nuevos hallazgos científicos. Sus

exponentes más destacados son los estadounidenses Theodosios Dobzhansky George Simpson, los británicos Ronald E.Fisher y Julian Huxley, y el alemán Ernst

Mayer.

En general, la evolución no debe representarse como un proceso lineal en el que todo avanza en el sentido de adquirir una mayor complejidad, sino más bien como un árbol con numerosas ramificaciones: algunas de las ramas originarias se diversifican hasta el día de hoy, otras desaparecen por completo, otras, por último no han dejado de crecer en línea recta. Las nuevas especies no evolucionan forzosamente a partir de las más adelantadas y especializadas, sino de las relativamente sencillas y sin especialización. Los mamíferos, por ejemplo, no descienden de los especializados dinosaurios, sino

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