Pacto de Punto Fijo

Desde 1948 a 1957, Venezuela vivió un período de represión política. Los partidos sufren altibajos contra el régimen, ser político era castigado y sus dirigentes perseguidos.

La actividad de AD, PCV, URD y COPEI en los años cincuenta rodeo la resistencia y supervivencia política. A diferencia de (Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt, Gustavo Machado y Rafael Caldera), los líderes medios que se mantuvieron en el país.

Los comunistas, en su lucha contra el puntofijismo y las dictaduras, desde el 24 de noviembre de 1948, predijeron el papel de la Junta Militar de Gobierno. El PCV se convirtió en el primer partido que implementaría la consigna de unidad como actividad política de oposición frente al nuevo régimen militar.

El movimiento social de enero de 1958 creció a partir de las gestiones realizadas por la Junta Patriótica y el pueblo en las calles junto a los militares logró la unión popular.

El 23 de enero de 1958, Marcos Pérez Jiménez huye de Venezuela. Último dictador de la historia política contemporánea había abandonado el poder por la puerta de atrás, poniendo fin al último período dictatorial militarista de la historia reciente.

El 23 de enero de 1958 fue el resultado final de una insurrección popular. Las protestas, huelgas y actos de rechazo decidido de los sectores populares, de la multitud hecha masa enardecida, superaron las expectativas de muchos dirigentes y observadores de la época.

La composición inicial de la Junta de Gobierno, conformada por militares, improvisación, oportunismo y las tensiones enfrentadas, estuvo conformada por el contralmirante Wolfgang Larrazábal, quien la presidía en razón de su rango y antigüedad; los coroneles Carlos Luis Araque (de la Guardia Nacional), Pedro José Quevedo (director de la Escuela Superior de Guerra), Roberto Casanova y Abel Romero Villate, y el doctor Edgar Sanabria, el único civil y Secretario de la misma. Pero lo más evidente y desmedido era la presencia de los coroneles Casanova y Romero Villate, oficiales reconocidos por su lealtad a Pérez Jiménez. Pero la presión popular impulsada por la Junta Patriótica y la surgida dentro de las Fuerzas Armadas, lograron que los mencionados militares abandonaran la Junta de Gobierno para ser sustituidos por dos civiles, que eran empresarios: Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. Los dirigentes de los partidos políticos estaban en el exilio (Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Gustavo Machado y Rafael Caldera), pero eso no explicaría porqué los partidos políticos opositores, Acción Democrática (AD), el Partido Comunista de Venezuela (PCV), Copei y Unión Republicana Democrática (URD) no entraron a formar gobierno, los cuales, mantenían actividades opositoras activas y a los cuales se sumaron los gremios profesionales, los sindicatos y la Iglesia católica.

En el año 1957, Pompeyo Márquez, expuso: El Comité Central llama a la formación de un frente nacional anticontinuista por la Amnistía, los derechos ciudadanos y las libertades democráticas que tenga por base:

1. la lucha por la amnistía política para los secuestrados, desterrados y perseguidos políticos, sindicales y militares;

2. la lucha por un Estatuto Electoral que permita el voto directo, universal y secreto, la expresión de su libre opinión y la sucesión presidencial.

3. retornar a Venezuela a un gobierno constitucional respetuoso de los derechos ciudadanos y las libertades democráticas, donde no se persiga, se detenga, se expulse y se asesine a nadie a causa de sus ideas políticas.

Los esfuerzos y la organización desplegada por la Junta Patriótica desde la clandestinidad obtuvieron excelentes resultados. La organización de mítines relámpago, acciones de calle, publicación y distribución de panfletos y manifiestos, finalmente conducirían a la huelga general del 21 de enero, el principio del fin de la dictadura de un Gobierno ligado a un fraude y al desconocimiento de los resultados electorales de 1952, lo deslegitimaba, y que Laureano Vallenilla Lanz (hijo) y el director de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada, decidieron un cambio, antes que elecciones, se realizaría un plebiscito para responder sí o no, continuaría de Pérez Jiménez en el poder. El plebiscito se realizó el 15 de diciembre de 1957 y Pérez Jiménez fue proclamado Presidente para el nuevo período el día 21. Iniciando el año con el levantamiento del coronel Hugo Trejo. Pérez Jiménez asumió entonces el Ministerio de Defensa, evidenciando sus esfuerzos por controlar las Fuerzas Armadas.

En noviembre de 1957, los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela protagonizaron una protesta interna. En enero del 58 se sumarían a las protestas. El llamado hecho por la Junta Patriótica a huelga general el 21 de enero se realizó a nivel nacional, las manifestaciones públicas, tales como el correteo generalizado de los automóviles, el repique de campanas, el cierre de establecimientos comerciales y los enfrentamientos armados entre civiles y fuerzas del orden, se sumaron a los alzamientos de las Fuerzas Armadas. En la madrugada del 23 de enero de 1958 Marcos Pérez Jiménez, su familia y algunos estrechos colaboradores, abandonaron el país.

El 1 de enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista huye de la isla de Cuba. En la ciudad de Santiago se constituye el Gobierno Revolucionario presidido por Manuel Urrita, quien designa a Fidel Castro Ruz como Jefe de las Fuerzas Armadas de la República. El canciller provisional de Cuba, Roberto Agramonte, hablaría sobre la importancia de impulsar una estrecha y profunda vinculación entre las naciones latinoamericanas. Pero el rector, Francisco De Venanzi, había enviado un telegrama a Guillermo Coto Conde, Secretario General de la Unión de Universidades de América Latina, para proponer la organización de un Frente Universitario en repudio a las dictaduras. Los universitarios de Cuba tomaron la propuesta del rector De Venanzi para la integración latinoamericana. Así, desde la isla llegaron a Caracas Jorge Madam y Roberto Vizcaíno, como delegados de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba, para comenzar a organizar el Frente Estudiantil Latinoamericano Antidictatorial.

Fidel Castro Ruz realiza su primer viaje fuera de Cuba, como máximo líder de la revolución, con motivo de celebrarse en Caracas el fin de las dictaduras en el continente. En Venezuela estaba por conmemorarse el primer año de la insurrección popular que derrocara a la dictadura perezjimenista, y en la UCV las autoridades y los estudiantes se preparaban para recibir a los guerrilleros cubanos. El 23 de enero de 1959, Fidel Castro fue recibido en el aeropuerto de Maiquetía por el presidente de la Junta de Gobierno, contralmirante Wolfgang Larrazábal, y los estudiantes Jesús Carmona y Jesús Sanoja Hernández, representantes de AD y PCV. El comandante Castro agradeció a los venezolanos por hacer llegar el Bolívar hasta la Sierra Maestra, y propagar por toda Latinoamérica las trasmisiones de la Radio Rebelde. Fidel también aprovechó la ocasión para estrechar los lazos históricos de lucha antiimperialista que unían a los pueblos de Cuba y Venezuela.

El recuerdo de las masacres en Hiroshima y Nagasaki ejemplifica el terror y el auge de la Era Nuclear. La fuerte inyección de capitales por parte de Estados Unidos para la reconstrucción de la devastada Europa de la postguerra imprime un nuevo dinamismo a la economía mundial. La incesante penetración de los medios de comunicación de masas, promueve como modelo único del desarrollo el modo de vida estadounidense. Simultáneamente, ocurrían en diversos puntos del planeta África, Norteamérica, América del Sur, China, Corea acciones de carácter revolucionario protagonizadas por jóvenes, campesinos, obreros, negros, mujeres y una gama de excluidos del establishment. El estallido, las exigencias radicales y disruptivas, en una vieja Europa recién reconstruida y satisfecha, la liberación expresiva desarrollada en las formas del neoexpresionismo y el pop art, fueron algunos de los ingredientes que dieron la fuerza simbólica y mediática a un evento que ha causado la impresión de haberse multiplicado por sí solo a lo ancho del mundo: el Mayo francés o Mayo del 68. La revuelta comenzó en la Universidad de Nanterre. En marzo de 1968, los estudiantes cuestionaban las instituciones universitarias, exigiendo libertad de expresión política y mayor participación en el engranaje institucional académico. El Movimiento 28 de marzo, liderado por Daniel Cohn Bendit, alias “el Rojo”, toma las dependencias de la Universidad de Nanterre y convoca a los estudiantes a sumarse a la lucha. Como pólvora se extiende la convocatoria a otras universidades. El movimiento está totalmente desvinculado de los partidos políticos. La respuesta de las autoridades y estudiantes de derecha, es contundente: Daniel Cohn Bendit es arrestado y su domicilio allanado. Los estudiantes planifican un paro de apertura de clases y liberación de los detenidos. Un tribunal condena a prisión a cuatro de los ocho estudiantes que comenzaron la contienda. Más de 600 mil estudiantes de Francia acatan la convocatoria al paro.

El 10 de mayo la represión deja un saldo de miles de heridos y 500 detenidos. El Barrio Latino, arde literalmente: más de 200 automóviles son incendiados. El gobierno del general De Gaulle se siente rebasado y, aunque intenta conciliar con los estudiantes, estos continúan en pie de guerra y en asambleas permanentes.

El 13 de mayo más de un millón de franceses toman las calles. A los estudiantes se han unido profesores, obreros, artistas e intelectuales. Estudiantes y obreros toman las fábricas y pasan a la ofensiva. Diez millones de obreros se unen a la huelga,

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